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Zurracapote, Sangria, Limonada de Vino y Clerico

El zurracapote (a veces abreviado como zurra) es una bebida consistente en una mezcla que toma como base el vino tinto o clarete, al que se añaden principalmente melocotón y limón a parte de otras frutas diferentes al gusto como naranjas además de azúcar y canela, dejándose macerar durante varios días. En algunos casos se cuece la mezcla en vez de dejarla macerar para acelerar el proceso. El resultado es una bebida de contenido alcohólico medio, similar a la sangría.
Normalmente se prepara en recipientes grandes en las fiestas locales, existiendo tantas recetas como pueblos o autores, aunque algunas varían tanto de la receta original que deberían llamarse de otro modo.
Se suele presentar dudas con la zurra y la sangría. En el Diccionario de la Real Academia en su edición del 2001 define así la sangría: “Bebida refrescante que se compone de agua o gaseosa y vino, con azúcar, limón y otros aditamentos.” En esa misma edición el diccionario señala que en Ciudad Real, Toledo y Cuenca la sangría recibe el nombre de zurra. Sin embargo la legislación comunitaria entiende que sangría y zurra son dos bebidas distintas.​ La diferencia fundamental estriba en que en la sangría ​no entran como ingredientes los aguardientes u otros alcoholes fuertes. En la zurra, en cambio, está presente el brandy u otros aguardientes o bebidas de alta graduación. La legislación comunitaria parece captar mejor que el Diccionario de la Academia Real el significado real de ambas palabras, si bien es verdad que muchas personas llaman sangría a lo que en realidad es una zurra.
Esto es lo formal, el diccionario de la RAE y las legislaciones Comunales Españolas, mas existe otra cosa y es lo que la gente hace o lo que la gente dice; en este ultimo sentido presentaremos recetas que escapan a estas definiciones dado que en la receta de la zurra no hay mas que vino, un poco de agua y cítricos con un toque de canela, pareciéndose mucho a la Limonada de Vino que es una bebida tradicional realizada a partir de vino, limones, azúcar y canela (a veces, fruta, pasas o higos). En la provincia de León se utiliza la expresión "matar judíos" que significa tomarse limonadas. Esta expresion, según algunas teorías tuvo origen fruto de disputas entre cristianos y judíos. Dichos populares comentan que durante la Semana Santa los judios bajaban a bañarse al río Sil cerca del barrio de los judios actual cuando un grupo de cristianos les dio muerte tiñendo el agua del Sil del color de la limonada, porque consideraban que los judíos eran los responsables de la muerte de Cristo e iban en busca de venganza (de ahí la expresión "matar judíos"). Como estaba prohibido el consumo de bebidas alcohólicas durante esos días, las autoridades, para intentar frenar estos ataques, permitían que en las tabernas cercanas se vendiera una bebida alcohólica rebajada (vino tinto rebajado con agua, limón y azúcar), o sea sangria, para que así con la borrachera se desistiera de esos ataques.
Según otros dichos populares procede del siglo XIV cuando el rey de Navarra Felipe IV decreta por el año 1306 la primera expulsión de los judíos. y la expresión "Limonada que trasiego, judío que pulverizo" ha evolucionado hasta nuestro días en la referida popular expresión. Tambien se esuchaba la frase “cristiano ebrio, judío muerto”.
Resulta difícil atribuir un origen geográfico a la misma, al tratarse de una bebida muy extendida. El origen sin duda hay que establecerlo en el medievo, cuando durante la celebración de la Pascua, la única bebida permitida era el vino tinto rebajado con limonada.
La Limonada de Vino se hace con vino, limones, fruta, azúcar y canela (suele llevar el "toque" final del barman). El tiempo de reposo, que en un sitio fresco es de 3 días removiendo cada 24 horas, varía según la receta, llegando hasta los 8 días.
Sobre la sangria, se explica en Wikipedia, que sus ingredientes son:
Vino tinto. La base vínica típica es el vino tinto, de donde le viene el nombre de sangría que evoca el color de la sangre. También puede hacerse con vino blanco, en cuyo caso algunos no la llaman sangría a secas, sino sangría blanca. La legislación comunitaria, sin embargo, entiende que la sangría hecha con vino blanco se denomina clarea.​ La bebida resultante de macerar frutas en vino blanco era conocida en recetarios antiguos con la palabra inglesa cup. En Cataluña es frecuente hacerla con cava, en cuyo caso también hay que apellidar la palabra sangría: sangría de cava.
Por otra parte, en Asturias, es común utilizar sidra, en lugar de vino llamándose Sangría de Sidra
Aunque prácticamente puede utilizarse cualquier vino el más adecuado es un tinto joven afrutado. No importa que tenga mucha graduación, pues será rebajado con agua. Es conveniente que tenga muchos taninos, pues también serán rebajados. Un vino joven de Toro de 14% vol. o más resulta muy adecuado.
Azúcar. Es conveniente añadir el azúcar en forma de almíbar para que se mezcle uniformemente. No debe resultar una bebida dulzona.
Limón y naranja. Del limón se echa solamente su zumo en la cantidad deseada, a diferencia de las otras frutas que se echan troceadas pero no se exprime su zumo. Lo propio sucede con la naranja.
Otras frutas. Lo mejor es usar frutas de temporada, que siempre son más aromáticas. Deben ser frutas carnosas como el melocotón o durazno, albaricoque, pera, manzana y el plátano. Deben estar algo troceadas para que la maceración resulte efectiva.
Especias. Para los amantes de la canela puede utilizarse. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que hay quienes la aborrecen. Lo propio sucede con otras especias. El diccionario de la Real Academia Española hace entrar la canela como ingrediente de la clarea.
Gas carbónico. Como la fruta ha de macerar un par de horas para comunicar su sabor, si se desea que la sangría contenga gas carbónico, es conveniente añadirlo en el último momento para que el gas no desaparezca en el aire. Es frecuente utilizar refrescos gaseosos de naranja o de limón. Pueden ser sustituidos por polvos efervescentes.
Vermut y licores. Echar un chorrito de vermut rojo, de brandy, de triple seco o de otros licores convierte la sangría en una bebida de alta graduación pero con la sensación de estar bebiendo una bebida de menor contenido en alcohol. A tenor de la legislación comunitaria, como se ha visto, tal bebida ya no es sangría, sino zurra.
La dificultad de la sangría reside en que la fruta ha de macerar durante un par de horas, para que la bebida resultante sepa efectivamente a fruta fresca. En algunos establecimientos es frecuente que la elaboren sobre la marcha con el resultado de que no hay maceración. Resulta en la práctica una mezcla de Fanta con vermut o brandy en la que la fruta sólo tiene función ornamental. En aquellos establecimientos en que no han preparado la sangría con antelación es mejor no tomarla. Es importante que esa antelación no vaya más allá de dos o tres horas antes. El motivo es evitar que cambien las características del vino y que la fruta no fermente por la acción del azúcar y del alcohol. Es fácil de conseguir, ya que la preparación sólo requiere mezclar los ingredientes ya fríos.
Durante la maceración es conveniente que la fruta objeto de maceración no esté en contacto con el aire, para evitar su oxidación. Esa oxidación no estropea el resultado, pero resulta poco agradable a la vista.
El clericó (o clericot) es una bebida alcohólica frutal consumida en Argentina, Paraguay y otros países de Iberoamérica, especialmente en los días cercanos a las fiestas de fin de año (navidad y año nuevo).
Al parecer, su orígen se remonta a la época de las colonias inglesas en Argentina pues los británicos elaboraron un cóctel llamado claret up, que tenía una preparación parecida con vino clarete, azúcar, jugo de manzana, limón y agua con gas.
Se prepara mezclando ensalada de frutas cítricas y tropicales como naranja, melón, mamón, manzana, ananá, durazno y/o frutilla), con una bebida alcohólica (principalmente vino tinto o vino blanco), un poco de azúcar y hielo. Generalmente se evita incluir sandía entre las frutas, con base en un mito urbano que sostiene que la combinación de vino con sandía tiene efectos letales.​
En ocasiones se utiliza sidra en vez de vino.
En Paraguay lo tradicional es prepararla en un kambuchi (cántaro de barro), pero últimamente se acostumbra hacerlo en una jarra de vidrio, para luego servirla en vaso (preferentemente que no sea de plástico), y tomarla con una cuchara.​
Una receta básica y típica para 12 personas llevaria 2 litros de vino tinto 3 anana (piñas) 1 merõ Paraguay (melón) 4 narã (naranjas) 10 pakova kua (bananas) ½ kg parral (uvas) 2 tazas y (agua) 4 tazas narã rykue (jugo de naranja) Asuka (azúcar) Limo rykue (jugo de limón) 1 Pelar las bananas, cortar en rodajas y rociarlas con el jugo de limón.
El agregado o variación de algunas frutas varia según el gusto o la oportunidad y hay quienes agregan algo de triple sec, Brandy o Ginebra.
En Argentina la receta es la misma y es usual hacerla de vino blanco, la sangria es con tinto y el clerico con blanco.

Zurracapote

Consiste  en una mezcla que tiene como base el vino que puede ser tinto o clarete, según preferencias; agua, azúcar, canela y limón.
Para una cántara de vino (dieciséis litros) se disuelven dos kilos de azúcar en otros dos  litros de agua. Se cuece en un cuarto litro de agua un par de palos de canela en rama, echando el agua colada al vino.
Se añade el zumo de cinco limones.
Las cáscaras de los limones y la canela en rama cocida se envuelven en un paño limpio, se atan y se sumergen en el vino para que sigan dando gusto hasta que se considere que es suficiente.
El resultado es una bebida refrescante y muy sabrosa, que se toma fresquita, en porrón o en bota.

Ingredientes:
  • 16 litros de vino (tinto o claro),
  • 2 kilogramos de naranjas,
  • 1 Kg. de limones,
  • 8 palos de canela y 
  • 4 Kg. de azúcar.
Preparación:
  1. Cortar cada naranja y cada limón en cuatro trozos.
  2. Mezclar todo en un recipiente grande.
  3. Dejar macerar la mezcla durante una semana, dándole vueltas de vez en cuando.
  4. Exprimir los limones y naranjas utilizadas, colar la mezcla y embotellar o beber directamente  del recipiente.
Limonada de Vino

Ingredientes:
  • 2,5 l de vino tinto
  • 2 limones
  • 2 naranjas
  • 2 manzanas
  • un puñado de pasas
  • 3 palos de canela en rama
  • 40 g de azúcar
Preparación:
  1. Partimos los limones, las naranjas y las manzanas en trozos.
  2. Echamos el vino en un recipiente o cazuela.
  3. Añadimos el azúcar.
  4. Y por último las frutas troceadas, las pasas y los palitos de canela. Tapamos y guardamos en un lugar fresco y dejamos macerar durante un mínimo de 8 días removiendo de vez en cuando. 
  5. Pasado este tiempo quitamos las frutas y servimos en una jarra de cristal.
Sangria

Ingredientes: 

  • 1/2 botella de Vino tinto o rosado. 
  • 1 taza de zumo de naranja. 
  • 4 rodajas de limon. 
  • 4 rodajas de naranja. 
  • 1/2 taza de fruta picada. 
  • 4 cucharadas de azucar. 
  • Agua de soda. 

Preparación
  1. Lavamos las naranjas y el limon con jabon y los enjuagamos con agua fria. Exprimimos las naranjas necesarias para completar 1 taza de zumo. 
  2. Cortamos media naranja en 4 rodajas delgadas, y sacamos del limon otras 4 rodajas del mismo grueso que las de naranja. Echamos el zumo de naranja y las rodajas de limon y naranja en una jarra con capacidad de 2 litros. 
  3. Pelamos las frutas que vayamos a utilizar para la sangria y las cortamos en pedazos pequeños. Las añadimos al zumo. Incorporamos entonces el vino y el azucar, y removemos hasta que se disuelva el azucar. Por ultimo, agregamos el agua de soda, hasta completar 1,5 litros. 

Clerico



Ingredientes:
  • Frutas de tu elección (normalmente; banana, manzana, durazno, uvas, naranja, melon, piña, etc).
  • Vino tinto
  • Azúcar a gusto 
Preparacion:
  1. Lavar bien las frutas y cortarlas en cubitos más o menos iguales.
  2. Colocar toda la fruta dentro de una jarra o bol .
  3. Añadir el azúcar y el vino, revolver. 
  4. Dejar macerar unas horas antes de consumir, preferentemente.