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Mostrando las entradas con la etiqueta Fermentacion y Madurado - Cerveza. Mostrar todas las entradas
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Cerveza madurada en barrica de madera

La proliferación de multitud de cervezas maduradas en barricas es un fenómeno comenzó en los Estados Unidos de América en la década de los ’90, cuando fabricantes de cerveza artesanal decidieron emplear barricas utilizadas para la maduración de vinos, whiskey o bourbon, para la maduración posterior de cervezas, obteniéndose nuevos y diferentes sabores en las cervezas. Poco a poco este movimiento ha ido creciendo y hoy en día múltiples cervezas son maduradas en barricas de madera.
Sin embargo este fenómeno no es que se pueda calificar como innovador, dado que antiguamente las cervezas eran fermentadas en barriles de madera, es más las fabricas de cerveza solían establecerse parejas a fabricas de toneles para que se pudieran sumistrar toneles a las fabricas de cervezas. Sin embargo en esta práctica no se deseaba que la cerveza entrará en contacto con la madera por lo que era frecuente que los barriles se barnizaran con pintura impermeable como la que se utilizaba para la madera de los barcos, evitando el contacto de la cerveza con la madera de los barriles.
Posteriormente otras cervezas han utilizado la maduración en barricas como por ejemplo las cervezas Flanders Red Ale o las Lambic, en Reino Unido o las Rauchbier, las cuales se sirven directamente desde el barril de madera. Otras cervezas a pesar de que se maduren en barricas, si estas son limpiadas o enjuagadas con agua caliente, no poseerán en el sabor de la cerveza los matices aportados por la madera.


Cosas que debemos tener en cuenta a la hora de madurar cerveza en barricas

  1. Selección de barriles de madera: La elección del barril es muy importante pues el uso de una clase u otra de barril aportará al sabor de la cerveza unos matices u otros. Si elegimos un barril nuevo el sabor de la cerveza puede ser muy crudo, fuerte y astringente. Los taninos que contiene la madera pueden ser perjudiciales para el sabor de la cerveza y hacerla amarga y desagradable, para evitar esto suele ponerse resina de pino en el interior de los barriles de forma que se minimiza el contacto con la madera.
    Por el contrario podemos adquirir barricas de segunda mano para la maduración de la cerveza, obteniéndose una ventaja adicional, la mejora del sabor por las bebidas que antes pasaron por el barril. Además son más económicos.
    Es frecuente utilizar barricas de roble ya que el roble es una madera resistente, no porosa, impregna la cerveza de sabores agradables y deseables. Además el roble es un árbol abundante en Europa y EEUU.
    Una vez seleccionamos el tipo de barril que queremos debemos pensar en cuál queremos que sea su tamaño, porque a mayor tamaño más cerveza necesitaremos producir, ya que es de vital importancia que la cerveza este en contacto directo con la madera. También hay que tener en cuenta que si vamos a almacenar la cerveza dúrate largos periodos de tiempo, el tamaño del barril influirá de manera inversa en la fortaleza del sabor, de forma que a medida que éste disminuya el sabor será más fuerte.
  2. Contenido en alcohol de la cerveza: Uno de los aspectos clave cuando vamos a madurar cerveza en barricas es la cantidad de alcohol que tendrá la cerveza, porque solo si la cerveza posee un alto contenido en alcohol y acidez podrá impregnarse durante el proceso de maduración de los componentes que posee la madera de la barrica en la que la cerveza se está madurando. Por lo menos deberá tener un contenido alcohólico del 7%.
  3. Almacenaje de los barriles de cerveza: Por regla general serán necesarios por lo menos 6 meses de maduración en barricas para que la cerveza tome sabores diferentes a la madera, un tiempo menos de maduración daría como resultado un sabor a serrín únicamente. A mayor tiempo de maduración los sabores se igualan y moderan. Además las cervezas cuanto mayor sea su graduación en alcohol, mayores serán los beneficios que obtenga en su sabor por un mayor tiempo de envejecimiento.
  4. Usos y limpieza de las barricas de madera: Las barricas se pueden utilizar más de una vez, sin embargo cuando éstas hayan albergado en su interior otros líquidos a medida que los utilicemos para madurar cerveza irán perdiendo propiedades. Por esta razón muchos productores de cerveza prefieren utilizar los barriles una sola vez para que el sabor siempre sea el mismo. Además utilizar los barriles más de una vez acarrea diferentes peligros como por ejemplo infecciones o contaminaciones bacterianas, sobretodo en el caso de que la cerveza no contenga suficiente nivel de alcohol.
    Podemos limpiar el barril con agua para eliminar los excesos de materia carbonizada, sin embargo si utilizamos agua caliente podríamos eliminar el sabor original de la barrica. En caso de haber adquirido una barrica de segunda mano lo mejor será que esta aún contenga parte del liquido que maduró en ella, porque indicará que esta recién usada.


Tipos de barrica y virutas de madera

Por otro lado podemos realizar cerveza madurada en barricas de madera o bien podemos poner dentro las barricas de acero inoxidable virutas de madera. Algunas cerveceras belgas han utilizado virutas de haya para que la levadura se adhiera a ellas, sin embargo tras varios usos el aporte de la madera la sabor es prácticamente nulo. También se puede añadir tacos de madera tostados para conseguir otros sabores. El sabor al utilizar los tacos o virutas de madera es similar al que se puede conseguir madurando la cerveza en barricas, sin embargo al respecto hay multitud de opiniones.
Por lo tanto a la hora de calificar las cervezas maduradas en barricas encontraremos dos clases las "Barred-aged", que son cervezas que han sido maduradas en barricas de madera y las "Wood-aged", que son cervezas que han sido maduradas en contacto con madera, bien con virutas o tacos o incluso añadiendo listones de madera en el interior de los barriles de acero inoxidable. También existen cervezas calificadas como “Oak-aged” las cuales sencillamente indican que en su maduración estuvieron en contacto con madera de roble, pero no si fue en barriles de roble o mediante virutas.
Cuando seleccionamos las barricas para madurar la cerveza, podemos encontrar una amplia gama de barriles en los que se han madurado toda clase de líquidos. Normalmente se escogen barriles de whiskey o bourbon, o de vino. Los barriles de vino tras 5 años son desechados por los bodegueros, pero las cervezas deberán ser carbonatadas después de la maduración, por ejemplo con nitrógeno. También existen cervezas maduradas en barriles de "Soju", un destilado de arroz y hongos; de barriles de frambuesas como la "Magestic EMU"; barriles de aguardiente, como la "Bragot de Breakside"; barriles de miel , ginebra o incluso tabasco. Recientemente se celebró un festival de cervezas maduradas en barrica en Norte América en el cual se encontraron éstas y otras muchas cervezas maduradas en barricas.





Fermentación cerrada y Fermentación abierta

Airlock o borboteador
El borboteador / airlock sirve para  permitir que durante la fermentación, y estando el fermentador sellado, aliviar la presión interna y que no entren las moscas y otros bichos…
El objetivo de sellar o cerrar herméticamente el fermentador es únicamente evitar que se contamine. Recuerda: el aire, es de lo más contaminado que podemos encontrar.
El borboteador no es un indicador de la fermentación, no están diseñados con el objeto de que sepamos que tal va la fermentación. Si son transparentes, es para conocer su estado de limpieza y comprobar si están obstruidos. Si el borboteador no burbujea, puede ser porque la tapa no sea totalmente estanca, o tenga un pequeño agujero o grieta.
El mosto absorbe parte del gas de la fermentación (carbónico), y en función de la temperatura puede absorber más o menos y esto influye en el borboteo del útil. Esto pasa mucho en las lager fermentadas a temperatura muy baja, pero también en las Ale en las etapas finales de la fermentación o si la temperatura es baja.
La única forma de conocer el estado de la fermentación es abrir la tapa y mirar; Y para tener una seguridad total, es monitorizar la cerveza tomando una muestra para el refractometro o usando el densimetro.
Tanque cilindro-cónico
para fermentación cerrada
Otro uso que se quiere dar al borboteador es crear un ambiente anaeróbico. Hay actualmente una tendencia a imitar la fermentación en tanques “cerrados” o isobáricos.
La excusa es evitar que entre oxigeno durante la fermentación y la cerveza se oxide. Intentar imitar estos fermentadores “cerrados” nos lleva a contradicciones, a la confusión y finalmente a la frustración y abandono del hobby de elaborar cerveza.
La asimilación de oxigeno por parte de la levadura, mediante la disolución en el mosto, en la primera etapa de la fermentació, es fundamental para que las levaduras se nutran mejor de los nutrientes del mosto (azúcares, etc,…). Es aconsejable oxigenar el mosto (una vez frío), pero no solo eso, cuando la densidad del mosto ha sido muy alta, puede ser interesante oxigenarlo nuevamente al de 15 horas.
Durante la fermentación primaria se expulsa gran cantidad de carbónico y la presión es positiva empujando el aire, incluso si la tapa está abierta. En esta fase no entra aire en el mosto/cerveza, todo lo contrario, sale de el (se des-oxigena), y se carbonata (en función de la temperatura).
Debemos abrir la tapa para comprobar el estado de la fermentación. Como ya he dicho, no debemos fiarnos del borboteador… Así que ese supuesto ambiente anaeróbico se vá al “demonio”. Este es uno de los puntos que al homebrewer le crea confusión: ¿no se debe abrir porque se oxigena?, ¿se debe abrir para comprobar el estado de la fermentación?
Se puede cosechar levadura durante la fermentación primaria desde la parte superior del fermentador. Este desnatado del Kräusen es la mejor forma de asegurarse una levadura sana y activa, ya que la que cae al fondo del tanque, contiene harinas, levaduras muertas, otros micro-organismos,…
Para conseguir densidades finales bajas (cerca de 1000) hay que agitar regularmente el mosto/cerveza durante los tres primeros días de la fermentación primaria, por ejemplo, cada 6 horas. La limpieza y desinfección es importante en esta fase y evidentemente debemos abrir el fermentador e introducir el agitador para remover las levaduras que se han ido al fondo (“despertarlas”) para que continúen fermentando.

Anchor Brewing – San Francisco – California
Samuel Smith Brewery – Tedcaster – Inglaterra
Schneider Weisse -Kelheim – Baviera





Fermentación espontánea


Las cervezas de fermentación espontánea, como su nombre lo describe, son aquellas que se fermentan de manera natural. No se le agregan levaduras directamente, ya que se confía en las levaduras que se encuentran en el medio ambiente, por eso mismo, pueden tardar meses o inclusive en años en fermentar. A estas cervezas también se les conoce como lámbicas, nombre que se desprende de la región Lembeek en Bélgica, en donde nacieron.

Cerveza lámbica añejada en barricas de madera
Históricamente, todas las cervezas solían ser de fermentación espontánea. No fue sino hasta que sino hasta que Louis Pasteur descubrió la levadura, que ésta se convirtió en un ingrediente esencial para la cerveza.  Previo a su descubrimiento, las cervezas se hacían con ayuda de levadura o bacterias que se encontraban en el ambiente.
Una vez que las levaduras S. Cerevisiae y S. Pastorianus se desarrollaron como ingredientes para cerveza, el proceso de hacer cerveza se estandarizó. Aun así, la fermentación espontánea no dejó de utilizarse en algunas regiones de Europa.
Actualmente, el proceso de la fermentación espontánea está mucho más controlado, ya que las bacterias ambientales son elegidas cuidadosamente para obtener cervezas de mejor calidad.





Fermentación abierta por Jorge Medina

En la fermentación abierta...el mosto se protege por si mismo...sobre su superficie se forma una capa de co2 y de alcohol etílico está remontando para oxigenar las levaduras..además de "botar" el co2 metabólico (...) además que el tiempo de fermentación es mucho menor...la fermentación secundaria es otro proceso...
(Jorge Medina)
Una lager fermentadondo a 10°.
Pivovar U medvidku, Rep Chequia.
Una lager fermentadondo a 10°.
Pivovar U medvidku, Rep Chequia.

https://www.facebook.com/groups/1720252818222530/permalink/2401326926781779/?comment_id=2401362990111506&comment_tracking=%7B%22tn%22%3A%22R%22%7D
Fotos de Ezequiel Parodi https://www.facebook.com/groups/1720252818222530/permalink/2401326926781779/ 




Maduracion en la cerveza artesanal

Generalmente elaborando una IPA, Pale ale, Stout, Porter, o cualquier tipo de receta de ale estandar, no seria necesaria una fermentacion secundaria. Solo seria necesario 2 a 3 semanas para que toda la levadura flocule y luego llevar al tanque o a la botella como de costumbre.

Sin embrago, si es recomendada una fermentacion secundaria, si cumplido este primer paso en el que se cumplio la fermentacion primaria le agregamos algo a nuestra cerveza. ¿Que seria esto de agregarle cosas a nuestra cerveza? Si le agregamos vaina de vainilla, fruta, cafe o cualquier otra cosa, entonces absolutamente una fermentacion secundaria es necesaria. ¿Porque no agregar durante la fermentacion primaria? Durante la fermentacion primaria esta ocurriendo mucha actividad, demasiada como para que ocurra una extraccion de aromas y sabores que se quieren extraer de esos ingredientes adicionales que agregamost, lo que significa que no tendremos mucho sabor en la cerveza terminada.

Lagers y cerveza de alta graducaion (tipo las dobles o las triples) necesitan una fermentacion secundaria. Lagers la necesitan porque debemos trasvazar la cerveza de la primera a la segunda fermentacion para realmente "lagear" tu cerveza a temperaturas mas bajas durante un periodo de tiempo de alrededor de un mes. Con las cervezas de alta graduacion alcoholica es necesaria para sacar las levaduras de la primera fermentacion y dejar un tiempo de maduracion para completar la fermentacion secundaria, en algunos de stos casos en que la fermentacion primaria dure un periodo de tiempo prolongado, se puede trasvasar la cerveza luego de este proceso de maduracion a una tercera fermentacion con el agregado de nuevas levaduras. Tal es este el caso de las tripel, en donde inclusive se busca que esta nueva levadura aporte complejidad a la cerveza, utilizando cepas diferentes que la utilizada para la primaria.

Esto nos lleva a hacernos la pregunta de si es realmente necesario, si al hacer cerveza, debemos hacer una fermentacion secundaria o con dejar la cerveza una semana mas en el tanque alcanza para alcanzar lo que queremos. No debemos olvidar que durante el trasvase de nuestra cerveza a un recipiente para la fermentacion secundaria corremos el rieso de contaminar y oxidar nuestra cerveza.





Científicos del CSIC abren la puerta a mejorar la eficiencia en la fermentación de la cerveza lager

El genoma mitocondrial de diferentes especies de levaduras demuestra que es posible modificar la temperatura de fermentación

CSIC/DICYT Un equipo internacional con participación de un investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha logrado abrir la puerta a mejorar la eficiencia en la fermentación de la cerveza lager. Los científicos, en dos trabajos coordinados que aparecen publicados en el último número de Science Advances, han empleado el genoma mitocondrial de diferentes especies, incluidas algunas cepas de cerveza ale, y lo han introducido en los híbridos de levadura encargados de la producción de cerveza lager. El resultado es la mejora de crecimiento a temperaturas altas, lo que además demuestra que el ADN mitocondrial influye en la capacidad de crecimiento a altas y bajas temperaturas de estos microorganismos.

La producción de cerveza lager, que copa el 90% de la producción mundial de esta bebida, se lleva a cabo por híbridos interespecíficos entre una cepa de cerveza ale Saccharomyces cerevisiae y una cepa tolerante a baja temperatura, la Saccharomyces eubayanus. A diferencia de la cerveza ale, que se fermenta con S. cerevisiae a temperaturas de entre 15 y 25°C, la lager se fermenta a bajas temperaturas, de entre 12 y 18°C, lo que requiere más tiempo.

Los investigadores han descubierto que manipular el genoma mitocondrial de los híbridos de lager e introducir el genoma mitocondrial de S. cerevisiae permite fermentar a altas temperaturas.

“Ahora podemos plantear elevar las temperaturas del proceso, que podría ser más rápido. Además, se eliminarían los sistemas de refrigeración, lo que aumentaría la productividad al mismo tiempo que se reducirían los costes. Hemos producido una patente sobre cómo mejorar las cepas cerveceras en base a estos datos”, explica David Peris, investigador del CSIC en el Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos.

En colaboración con científicos de la Universidad de Washington y la Universidad de Wisconsin-Madison, los investigadores observaron primero cómo, al introducir ciertos genes de S. uvarum (otra especie tolerante a bajas temperaturas) en S. cerevisiae, estos podían complementar la capacidad de crecer a bajas temperatura. Estos genes de tolerancia eran de origen mitocondrial, el cual incluye un gen mitocondrial, denominado COX1, como un factor importante.

En una segunda aproximación, generaron híbridos entre S. cerevisiae y S. uvarum o S. cerevisiae y S. eubayanus, con genoma mitocondrial de una de las tres especies (S. cerevisiae, S. uvarum o S. eubayanus). Los híbridos con genoma mitocondrial S. cerevisiae eran capaces de crecer mejor a altas temperaturas, mientras que con temperatura baja lo hacían peor o no crecían. Cuando mantenían el genoma mitocondrial de S. uvarum o S. eubayanus, estos híbridos revertían el perfil de crecimiento, creciendo mejor a bajas temperaturas y peor a altas.

“Hemos sido capaces de demostrar que uno de los factores genéticos implicados en la capacidad de crecer a altas y bajas temperaturas se encuentra en el genoma mitocondrial. Esto nos ha permitido detectar que el gen mitocondrial COX1, que codifica para una proteína que forma parte de la cadena de transporte electrónico, importante para el metabolismo respiratorio, tiene una gran influencia en la capacidad de crecer a altas o bajas temperaturas. Nuestros resultados sirven para abrir nuevas líneas de investigación transversal para entender cómo otros organismos se adaptan a cambios en la temperatura terrestre y se diferencian unas especies de otras”, agrega Peris.


Referencia bibliográfica 

  • Xueying C. Li, David Peris, Chris Todd Hittinger, Elaine A. Sia, Justin C. Fay. Mitochondria-encoded genes
  • contribute to evolution of heat and cold tolerance in yeast. Science Advances.
  • EmilyClare P. Baker, David Peris, Ryan V. Moriarty, Xueying C. Li, Justin C. Fay, Chris Todd Hittinger.
  • Mitochondrial DNA and temperature tolerance in lager yeasts. Science Advances.







Receta de vinagre de malta oscura

Tamaño: 1.25 gal
Eficiencia: 80%
Atenuación: 63%
Gravedad original: 1.108
Gravedad terminal: 1.040
Color: 25.23 SRM
Alcohol: 9.08 y ABV (antes de la transformación en vinagre)
Amargura: 0.0 IBU

Granos de Malta
  • 3.75 lb (78.9%) Maris Otter (Muntons)
  • 0.5 lb (10.5%) malta especial B (Dingemans)
  • 0.5 lb (10.5%) malteada de caramelo de 2 filas 60 l (Briess)
Maceración
  • 149 ° F, 60 min
Adiciones de la caldera
  • 0.25 Tablet Whirlfloc (musgo irlandés) - 15 m
  • 0.25 cucharadita de Wyeast Nutrient - 10 m
Levadura

  • 1/2 paquete Safale S-04
Proceso
  1. Aproximadamente un galón de mosto se produjo usando un método de preparación de bolsas en una bolsa.
  2. La cerveza inicial se fermentó limpiamente utilizando la levadura Safale US-04 durante aproximadamente 1,5 semanas a temperatura ambiente. Una vez que se completó la fermentación, el fermentador se enfrió para compactar la torta de trub y levadura.
  3. La cerveza se decantó cuidadosamente de la torta de levadura inicial en un fermentador de vidrio de 1 galón limpio. A la cerveza se le permitió salpicar a propósito en el fermentador secundario para permitir la captación de oxígeno. 1/4 c. de Bragg se añadió vinagre sin pasteurizar como cultivo iniciador. 1/8 oz Se añadieron cubos de roble americano tostado pesado al líquido. Se colocó una bolsa de malla en la parte superior del fermentador secundario para permitir el intercambio de oxígeno.
  4. Se dejó envejecer y acidificar el vinagre durante aproximadamente 4 meses a temperatura ambiente. 
Las lecturas de pH y las degustaciones se tomaron a intervalos regulares:
  • Después de 2 semanas: pH 3,58
  • Después de 4 semanas: pH 3.14
  • Después de 8 semanas: pH 2,99
  • Después de 14 semanas: pH 2,81 - Embotellado a pesar de un pH algo alto. El gusto es bastante agrio. 
El vinagre es bastante afrutado en nariz, casi como uva. Hay un carácter granulado residual y una nota de ácido acético relativamente fuerte, aunque no tan picante como los vinagres comerciales. Sin embargo, el sabor es fuertemente ácido. Una vez que el estallido inicial de acidez disminuye, hay un bonito acabado de malta con un ligero toque de caramelo y fruta oscura. Hay una cantidad baja a moderada de cuerpo residual y dulzor que ayuda a suavizar la acidez aguda, aunque esto carece de la concentración y la profundidad del sabor que se encuentra en un buen vinagre balsámico.






Amiloglucosidasas


DESCRIPCIÓN

ENSIS AMILOGLUCOSIDASA es una enzima amiloglucosidasa Exo-1,4-alfa-D-glucosidasa producida por la fermentación de una cepa seleccionada de Aspergillus niger

CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS

  • Enzima que cataliza la liberación de sucesivas unidades de glucosa a partir del final de las cadenas de almidón licuado. 
  • Puede hidrolizar tanto las ramificaciones alfa-D-1,6 como los enlaces poliméricos alfa-D-1,4 del almidón. 
  • El producto final es sólo glucosa.
ENSIS AMILOGLUCOSIDASA se produce con una cepa que no genera actividad transglucosidasa. Presenta una relación elevada entre alfa-holoamilasa acidurica y amiloglucosidasa que potencia el grado de hidrólisis de los enlaces alfa-D-1,4. 

COMPOSICIÓN

Enzima amiloglucosidasa Exo-1,4-alfa-D-glucosidasa. 

DOSIS I MODO DE EMPLEO

ENSIS AMILOGLUCOSIDASA se dosifica: 

  1. En cocción a 2-4 kg por Tm de cereal para augmentar la atenuación de la cerveza. 
  2. En fermentación a 1-5 gramos por HL para obtener cerveza de barril. 
ESPECIFICACIONES

Actividad mínima*200 U/mL.
Una unidad de actividad se define como la cantidad de enzima que forma 1mg de dextrosa en 1hora a partir de almidón hidrolizado bajo las condiciones estándar de pH 4.3 y 60ºC. 
La preparación enzimática tiene un nivel muy bajo de actividad proteinasa. 

EFECTO DEL pH Y EL CONTENIDO EN CALCIO DEL AGUA

  • Ensayos realizados a 60ºC y a diferentes pH, ENSIS AMILOGLUCOSIDASA tiene un óptimo de actividad a pH 4.7 y un margen de trabajo de 3.5-6.0.
  • La actividad óptima es a 65-70ºC. Pero para periodos prolongados se recomienda 60ºC. 
ENVASADO

ENSIS AMILOGLUCOSIDASA viene envasado en formato de 1L o 25L listo para su empleo. 

CONDICIONES DE ALMACENAJE I VIDA ÚTIL

Conservar los envases en lugar fresco (<15ºC) y seco, alejados de la luz solar. Máxima estabilidad a 4ºC de 6 meses a 1 año.





La maduración

El propósito de la maduración es transformar la caótica cerveza verde, que sale del fermentador, en una cerveza atractiva, gentil y equilibrada, que se pueda disfrutar desde el mismo momento en que cae en el vaso…

Si todo ha salido bien, al término de la fermentación primaria, obtendremos una cerveza que tendrá la mayoría de las características planeadas en la receta, pero con una excesiva turbidez debido a los residuos de levadura y otros sólidos que aún permanecen en suspensión. Además, tendrá un porcentaje significativo de azúcares remanentes y una cantidad apreciable de subproductos de la fermentación que no deben percibirse en una cerveza terminada. Estas son las causas, no sólo de un  aspecto visual poco atractivo, sino que también, de aromas y sabores que no deseamos tener en nuestra creación, que a esta altura la llamamos “cerveza verde”.
Para poder darle un acabado correcto debemos someter esa cerveza verde al proceso denominado “maduración”.
La maduración (conocida también como fermentación secundaria, lagering, guarda, acondicionamiento o almacenamiento) es el período  posterior a la fermentación primaria, durante el cual mantenemos la cerveza en reposo, a temperaturas determinadas, con el fin de mejorar las condiciones organolépticas de la misma antes de ser finalmente consumida.   En esta fase, la levadura reduce lentamente los fermentables remanentes (formados en mayor medida por azúcares más pesados como la maltotriosa) generando CO2 que suma carbonatación a la cerveza, y reprocesa ciertos subproductos perjudiciales de la fermentación como el diacetilo, la  2,3 pentanodiona y el acetaldehído, entre otros.

¿Para que madurar?

Básicamente, el propósito  de la maduración es convertir una bebida rústica en una que sea agradable para todos nuestros sentidos….Transformar la caótica cerveza verde en una cerveza atractiva, gentil y equilibrada, que se pueda disfrutar desde el mismo momento en que cae en el vaso…
Para lograr esto, la maduración debe cumplir tres objetivos principales: Desarrollo del sabor, Clarificación, Carbonatación.

  • El desarrollo del sabor es el proceso en el que evolucionan los sabores deseados y se reducen aquellos indeseables que corresponden a la cerveza verde - como diacetilo , acetaldehído y sulfuro de hidrógeno (H2S ) .    
  • La clarificación  es la eliminación de la levadura y las moléculas que causan turbidez .
  • La carbonatación es el proceso de disolución del dióxido de carbono ( CO2) en la cerveza .

Proceso

Lo que sucede durante el proceso de maduración puede tener un profundo efecto en la calidad de la cerveza, sin embargo, es a menudo el área en la que los fabricantes de cerveza tienden a hacer algunos sacrificios, en las cervecerías comerciales por una cuestión de costos y en el caso de los cerveceros caseros, como nosotros, por el sentimiento de impaciencia que significa darles a nuestras creaciones el tiempo suficiente. Pero muchas veces, el desarrollo correcto de este proceso puede ser la única diferencia entre la mediocridad y la excelencia en una cerveza.
Finalizada la fermentación primaria, la mayoría de las células de levadura se ha inactivado y se ha depositado en fondo del fermentador. Con el tiempo, esa levadura inactiva, comenzará a excretar más aminoácidos y ácidos grasos, para luego morir dejando sabores y aromas  similares a la grasa, la carne o la goma, bien característicos de la autolisis.
En determinadas  condiciones, la levadura que aún permanece activa procesará también algunos de los componentes de ese sedimento añadiendo otros sabores extraños.
Por todo eso, no se aconseja dejar un tiempo prolongado (más de 3 semanas) el mosto fermentado en contacto con el barro del fermentador primario y es importante también, eliminar el sedimento que se forma durante el acondicionamiento…
Tradicionalmente, lo que se hace, es trasvasar la cerveza  a otro recipiente intentando separarla de todos los sólidos decantados en la fermentación, para luego dar comienzo a la maduración. Si bien las grandes cervecerías y una parte importante de cerveceros caseros siguen haciéndolo de esta manera, las microcervecería y los brewpub  tienden a utilizar fermentadores cilindro-cónicos o Unitanque en los que la fermentación y maduración son casi un proceso continuo y donde, la levadura depositada se va extrayendo, a medida que se acumula, por una válvula en la parte inferior del cono del recipiente …
El acondicionamiento o maduración es una tarea que debe realizar la levadura, por eso la cerveza transferida desde el fermentador debe contar con un pequeño porcentajes (1.1%) de extracto fermentable y una cantidad óptima de levaduras en suspensión (1 ± 4 millones de cel/ml). Por lo tanto la elección de la cepa de levadura es importante y debe hacerse no sólo pensando en sus cualidades fermentativas, sino que también, hay que tener en cuenta el posterior proceso de maduración. Con una cepa de baja floculación, la cerveza trasvasada contendría demasiadas células de levadura, la fermentación secundaria se produciría demasiado rápido pero la clarificación sería más difícil debido a que la levadura tardaría más en decantar. Por el contrario, con una cepa de alta floculación, se transferiría muy poca levadura del fermentador al madurador y la fermentación secundaria no se llegaría a completar a menos que, de algún modo, se la fomente con el agregado de más fermentables o volviendo a airear la cerveza con los riesgos que esto último representa.

Lagers

Tradicional

El término “maduración” se relaciona con el término alemán “lagern” que significa almacenar, descansar o  reposar.
Antiguamente en Alemania, cuando no existían los sistemas de refrigeración industrial, la elaboración de cerveza se ajustaba al patrón de las estaciones del año, lo que hacía que, desde el inicio de la producción al momento de consumirla, transcurrieran unos 9 meses. La cerveza se elaboraba en el otoño cuando las temperaturas eran suaves, con la cebada malteada y el lúpulo de la nueva temporada. Después de la fermentación la cerveza se almacenaba en heladas bodegas (“lager” en alemán) durante todo el invierno frío para estar disponible totalmente madura, como una bebida fresca y cristalina, durante los veranos calurosos.
La fermentación principal se realizaba a una temperatura cercana a los 8 ºC. y al finalizar se transfería la cerveza verde a tanques situados en dichas bodegas para una maduración en frio en torno a los 0ºC. Dependiendo del tipo de levadura usada (muy floculante) y del porcentaje de extracto residual (<1.1%)  con que era trasvasada la cerveza, era posible que se necesitara del agregado de de fermentables extras para que la llegar a completar la segunda fermentación. Esto se hacía, por ejemplo, mediante el proceso llamado Kraüsening, que consistía en añadir, al inicio de la fermentación secundaria, entre un 5 y un 20% de un mosto que estuviera en la fase más activa de la fermentación principal. De esta manera se podía regular la actividad en la fermentación secundaria controlando la cantidad de extracto fermentable al momento del trasvase y la cantidad de mosto fermentando activamente que se añadía. Este método tenía el inconveniente de que, al añadirse más extracto fermentable por medio del mosto nuevo (fermentando activamente), se producía una cantidad nueva de compuestos de sabor y aroma no deseados, tales como diacetilo y SH2, por lo que se hacía necesaria una guarda de larga duración para conseguir una reducción efectiva de dichos compuestos hasta niveles aceptables.
Durante la fermentación secundaria se generaba además cierta cantidad CO2 que, al ser más soluble a la temperatura que se levaba a cabo el proceso, producía la buscada carbonatación en la cerveza terminada.

Moderno

Pocas cervezas disfrutan, hoy en día, de 9 meses de maduración. Las cervecerías comerciales modernas no pueden permitirse ese lujo y, en los últimos años, han destinado importantes recursos a la investigación con el fin de reducir ese período. Actualmente, es raro que una cerveza lager madure más de 28 días ya que, con los procesos y las técnicas modernas, todos los objetivos de la maduración se pueden lograr en gran medida dentro de ese período.
Hoy, cuando la fermentación principal se ha virtualmente completado, la cerveza se mantiene en el fermentador un periódo de 24 a 54 horas más, a la misma temperatura de fermentación o unos pocos grados más arriba. Esto le permite a la levadura, que permanece en suspensión, reabsorber los compuestos de sabor y aroma no deseados (acondicionado en caliente), antes de que la cerveza sea enfriada y transferida a otro recipiente donde permanecerá unas pocas semanas a temperaturas de - 2 a 4 ° C (acondicionado en frío).
El éxito de esta técnica se basa en la suficiente levadura activa que queda en suspensión en el final de la fermentación primaria y la duración de la misma será hasta que se cumpla una especificación de calidad que, por lo general,  trata del diacetilo, y por lo tanto es a menudo llamado el “descanso de diacetilo”.
La levadura puede ser removida por filtración, así los largos períodos de sedimentación y el tiempo de espera para clarificar la cerveza se tornan innecesarios. También, la cerveza puede ser estabilizada para resistir la aparición de los turbios (hazes) por una variedad de técnicas, incluyendo filtración en frío y el uso de compuestos químicos absorbentes y, por último, la carbonatación se puede ajustar de forma artificial llevándola a valores precisos. Es por todo esto, que los tiempos actuales de maduración se han acortado significativamente.

Ales   

Debido a la asociación de los términos “maduración” y “lager” explicada más arriba, hay una tendencia entre algunos cerveceros  a pensar que  las cervezas Lager son el único estilo que requiere la maduración. Por cierto no es así, las  Ales también requieren de ese período para que la levadura realice su magia.
Como sabemos, el rango óptimo de temperaturas para el trabajo de las levaduras del tipo Ale  es más alto que para las Lagers. Como consecuencia de esto las condiciones de maduración serán también más cálidas (entre 12-20 °C), lo que hace que los azúcares residuales y de cebado se metabolicen con mayor rapidez y que la eliminación de sabores “verdes” se complete normalmente en 1-2 semanas dependiendo del tipo de cerveza, la cepa de levadura, la composición del mosto y las condiciones de fermentación primaria. A esas temperaturas aumenta la formación de diacetilo, pero a la vez, la levadura hace una reducción mucho más rápida del mismo.
En la elaboración de Ales, para bajar los niveles de diacetilo,  basta prolongar la fermentación primaria unos días sin variar la temperatura, aunque algunos aconsejan bajarla unos  2 o 3 ºC los últimos días. A nivel cervecero casero, se aconseja tradicionalmente darle 7 días a la fase primaria de la fermentación antes de trasvasar y enfriar, pero la realidad nos dice que “cervezas diferentes y levaduras diferentes tienen requisitos diferentes”, por eso es más recomendable esperar hasta que la levadura no muestre una mayor actividad y dejar que la cerveza se clarifique naturalmente en el fermentador antes de envasar, lo que puede llevar de 2 a 3 semanas. A mitad de proceso se puede ir bajando gradualmente la temperatura, hasta el límite permitido por la cerveza antes de congelarse ( -1 ºC), para facilitar así la decantación de levaduras, proteínas y otros componentes (taninos), aclarando y suavizando la cerveza antes de envasarla.     Para los estilos que menos diacetilo aceptan y en especial las  alemanas como las Alt y las Kölsch, se aconseja no usar levadura de alta floculación y realizar una  fermentación primaria más extensa y a temperaturas más frías, hasta que se alcancen niveles suficientemente bajos de diacetilo. En la forma tradicional, la cerveza Ale no se traspasa a un segundo fermentador para la maduración. Del fermentador principal pasa directo al recipiente desde donde se va a servir (barril, botella, lata, etc) madurando en el mismo…             

Acondicionamiento en barril

El embarrilado (Casking) tiene sus orígenes en las Islas Británicas y es el más ampliamente utilizado para hacer Pale Ale, Bitter, Porters y Stouts. La cerveza se trasvasa directamente del fermentador al barril cuando la fermentación se juzga suficientemente completa ( con un extracto residual de 0.75 a 2 ° P) o cuando la carga correcta de la levadura está presente ( 0.25 – 4 millones de cel/ml). Si es la levadura presente en la cerveza es demasiado poca, la fermentación secundaria será lenta y el dióxido de carbono disuelto en la cerveza, insuficiente. Si en cambio, hay demasiada levadura en suspensión, fermentación secundaria puede ser violenta. Aunque tradicionalmente la cerveza se transfiere directo al barril y se le agregan productos clarificadores para decantar los sólidos, algunos cerveceros la pasan a través de un filtro no muy fino  para mejorar la claridad.

Acondicionamiento en botella

La práctica de utilizar los azúcares de cebado para el acondicionado en  botella ha sido refinada por los cerveceros británicos y todavía se sigue usando por algunos cerveceros artesanales, así como un pequeño número de grandes empresas cerveceras británicas. Cerveceros belgas son conocidos también por el uso de este método para agregar sabores únicos. El acondicionamiento en botella por lo general implica un corto tiempo en un tanque de acondicionamiento para mejorar la estabilidad global y el sabor, antes de añadir los azúcares de cebado para  el embotellado final.

Fermentador secundario

El uso de un fermentador secundario no es una práctica tradicional en la elaboración de cervezas Ales, fundamentalmente en los estilos británicos. Hoy en día, hay un fuerte debate sobre si conviene, o no, trasvasar la cerveza a un segundo recipiente teniendo en cuenta los riesgos, el costo y el tiempo que esto implica. Si bien la mayoría coincide que, en casi todos los estilos se obtiene algún beneficio, muchos aseguran que éstos no justifican los riesgos de contaminación y oxidación que se corren con el trasvase.
Tomando los recaudos necesarios, podremos realizar esta práctica sin problemas y analizando luego los resultados veremos de que lado del debate nos ponemos.
Terminada la fermentación primaria y la reducción del diacetilo,  se baja la temperatura a unos 10 °C, para ralentizar el metabolismo de la levadura y separar el grueso de las células por decantación que se depositarán en la parte inferior del fermentador. Después de 2 o 3 días a esa temperatura, la cerveza se trasvasa cuidadosamente (evitando airearla) a otro recipiente, obviamente limpio y desinfectado, y siempre después de haber purgado todo el oxígeno de su interior barriéndolo con CO2. La cerveza transferida debe tener una cantidad adecuada  de extracto residual y de levadura en suspensión para conseguir una maduración apropiada. De no ser así, es posible agregar más fermentables (azúcar, mosto, etc) o más levadura según se necesite. El tiempo mínimo aconsejable, que la cerveza debe permanecer en el fermentador secundario, es de 2 semanas y se debe tener en cuenta que un tiempo excesivo en el mismo (más de 6 semanas) puede dificultar la posterior carbonatación natural, debiendo recurrirse al agregado de levadura fresca para conseguirla.  Respecto al tiempo, hay algunas excepciones, ciertas cervezas escocesas, por ejemplo, a diferencia de cervezas inglesas tradicionales, están condicionadas a temperaturas más bajas y por períodos más largos, algo similares a las lagers.  Al mismo tiempo una larga guarda es válida, y en ocasiones necesaria, para las barleywines, algunas trapenses, y cualquier otra cerveza de alta densidad.

Desarrollo del sabor

El desarrollo del sabor es considerado, por lo general, la consecuencia más importante de la guarda y acabado de una cerveza. Dicha etapa se ha vuelto cada vez más importante a medida que se ha ido incrementando la tendencia a producir cervezas más livianas, en las cuales los umbrales de detección de los compuestos no deseados son menores. Sin embargo, en cervezas más fuertes la presencia de concentraciones elevadas de otros compuestos de sabor (propios del estilo) logra enmascarar algunos aromas y sabores no deseables.
Para pode evaluar las técnicas de maduración es importante comprender qué sabores son controlados en la misma y cuales cambian un poco con el tiempo.
La industria cervecera de nuestros días ha dedicado grandes esfuerzos en investigar la maduración del sabor de la cerveza durante la guarda. Químicamente se han desarrollado técnicas para analizar la mayoría de los compuestos importantes de sabor que nos han permitido confiar en los resultados del laboratorio antes que en las pruebas de degustación para seguir la evolución de una guarda. Se han llegado a identificar cientos de compuestos químicos en la cerveza. Algunos de ellos aumentan durante la guarda, otros disminuyen y otros permanecen inalterados.
Puesto que la mayoría de los compuestos que intervienen en la maduración del aroma y gusto de la cerveza son el resultado del metabolismo de la levadura, se entiende el papel principal que desempeña ésta en todo el proceso.

Dicetonas vecinales 

Las dicetonas vecinales ( VDKs ) son subproductos de la síntesis de los aminoácidos valina, leucina e isoleucina . El diacetilo (2,3 butanodiona ) y 2,3 pentanodiona son las dos dicetonas vecinales más comunes encontradas en la cerveza  y es de suma importancia, para todo cervecero, saber como controlar los métodos de formación y posterior reabsorción de las mismas, para poder lograr las concentraciones aceptables para cada estilo. El umbral de detección de la VDKs. depende  del resto de los sabores presentes en al cerveza y en el caso del diacetilo es mucho menor que el que tiene la pentanodiona. Ambos tienen un sabor mantecoso que deja una sensación grasosa en boca. El diacetilo tira más a caramelo o la a la mezcla de azúcar con manteca y la pentanodiona a la miel. Por lo general la percepción de estos sabores es un defecto en la mayoría de las cervezas, pero hay casos (algunas Ales y muy pocas Lagers) en lo que cierta presencia de los mismos es deseable como en las Scottish Ales.
Para poder sintetizar proteínas, la célula de levadura necesita de dos aminoácidos, valina y leucina, que consigue gracias a la producción de Alfa-acetolactato que, además de ser el precursor en la obtención de dichos aminoácidos, también lo es en la formación de diacetilo.  La célula de levadura produce alfa-acetolactato adicional, para asegurar que no haya retrasos en la biosíntesis de los aminoácidos. Parte de ese alfa-acetolactato es excretado por la levadura y, una vez fuera de la célula,  se oxida y se descarboxila ( no enzimáticamente ) para producir diacetilo espontáneamente. Es importante tener en cuenta que no se requiere  oxígeno para la oxidación de alfa-acetolactato, y es la presencia de metales tales como cobre (Cu2 +), de aluminio (Al3 +) o hierro (Fe3 +) la que causará fácilmente esta reacción, que será favorecida con un pH más bajo y las condiciones de temperatura más altas.
Una vez que el diacetilo se ha formado, se mantendrá fuera de la célula hasta el final de la fermentación. Dada la oportunidad y las condiciones necesarias, la levadura absorberá el diacetilo para reducirlo a acetoína (que tiene un carácter humedad leve) y finalmente a 2,3 butanodiol (un alcohol superior muy poco aromático). Así, el sabor a mantequilla se desvanecerá. Esta reducción, dependerá en gran medida de la salud de levadura  y de la temperatura y el tiempo que se la deje actuar. Para facilitar la eliminación de diacetilo, el cervecero debe asegurarse primero  que éste se forme de manera rápida y consistente durante la fermentación primaria. Una fermentación rápida (temperatura más alta), pH bajo y suficiente Cu2 + o Fe3, ayudarán en la formación de diacetilo. Hay que tener en cuenta que la eliminación de la levadura antes del final de la maduración (debido a la sedimentación, clarificación, filtración o enfriamiento) dejará diacetilo residual en la cerveza terminada. Si la levadura no es saludable (debido a la mala aireación al comienzo de la fermentación o de alto contenido de alcohol en la cerveza verde), pueden tener membranas rígidas, resultando en una mala absorción de diacetilo o poder reductor insuficiente para reducirlo a 2,3 butanodiol. Las levaduras con deficiencia respiratoria (levaduras mutantes) también tienden a dejar dicetonas vecinales en la cerveza, ya que carecen de poder reductor al final de la fermentación (a pesar de que tienden a permanecer en suspensión debido a las cualidades de floculación pobres). La forma tradicional para reducir diacetilo es simplemente madurar la cerveza hasta que el nivel ha caído por debajo del umbral de sabor. Eliminación rápida depende de contacto con la levadura saludable, y la velocidad de eliminación se incrementa con temperaturas más altas.

Acetaldehído

El acetaldehído, junto con otros compuestos del grupo carbonilo, es el responsable de los sabores a hierba, a manzana verde, áspero, y ajerezado en la cerveza inmadura. Es un producto de la metabolización de los hidratos de carbonos, llevada a cabo en fermentación primaria, que termina reduciéndose en etanol. En caso de sufrir una oxidación se convierte en ácido acético y luego, por reacción enzimática, se reduce a etanol en la etapa final de la segunda fermentación alcohólica. La formación de acetaldehído se ve favorecida generalmente por condiciones de alto metabolismo, unido a un bajo crecimiento. Los factores que fomentan una superproducción de este compuesto pueden ser:

  • Las temperaturas de fermentación más cálidas (> 8ºC)
  • Una tasa alta de inoculación.
  • La mala aireación del mosto.
  • Fermentación  bajo presión.
  • Agitación en la fermentación.
  • Aireaciones excesivas en los travases.

La elección de una cepas de levadura adecuada es importante para lograr una producción lo más baja posible y, al igual que con las dicetona vecinales,  una buena salud y una suficiente cantidad de celulas en la maduración  reabsorberá correctamente el acetaldehído y producirá etanol.
El zinc parece ser un cofactor en la conversión del acetaldehído a etanol, por lo que se requiere la presencia de cierta cantidad de este metal para la conversión. El zinc es un oligoelemento que se encuentra en la malta y el agua y que también se lixivia de los metales utilizados en la fabricación de equipos cerveceros tradicionales, tales como cobre y latón. De hecho, cuando los cerveceros cambiaron a sistemas de elaboración de la cerveza de acero inoxidable, la deficiencia de zinc se convirtió en un problema en sus fermentaciones. Algunos cerveceros corrigen este inconveniente colgando, simplemente, un pedazo de cobre o latón dentro de la caldera o el tanque de fermentación. Para los cerveceros caseros, esto no debería ser un problema a menos que quieran replicar su levadura y usarla repetidamente a lo largo de muchas generaciones. Cada inóculo fresco debería tener disponible suficiente zinc dentro de las células de levadura.

Compuestos Sulfurosos

Para poder sintetizar proteínas, la levadura necesita compuestos sulfurosos que normalmente se encuentran en el mosto, o bien son producto del propio metabolismo, como ser el sulfuro de hidrógeno (H2S), el dióxido de azufre (SO2) y el sulfuro de dimetilo (DMS). Estos compuestos no son absorbidos por la levadura.
El sulfuro de hidrógeno (H2S ) es un problema que afecta en mayor medida a las  cervezas de estilo lager, las levaduras Ale producen pequeñas cantidades de H2S así que esto no suele ser un problema.
La levadura, mientras produce ciertos aminoácidos, toma iones de sulfato del agua  y los convierte en sulfito que luego liberará de la célula. El sulfuro de hidrógeno es una molécula altamente volátil, responsable del olor a huevo podrido en la cerveza verde y es el único de los compuestos sulfurosos que puede ser eliminado durante la maduración, venteándolo junto con el exceso de CO2 generado en ese proceso.
El Dióxido de azufre (SO2) también se encuentra presente en la cerveza, pero su escasa concentración (<10 ppm) hace que no tenga una influencia significativa en el sabor y el aroma de la mayoría de las cervezas.
El sulfuro de dimetilo (DMS)  proviene  mayoritariamente de un precursor existente en la malta. Hay quienes afirman que, en pequeñas concentraciones,   contribuye positivamente al conjunto sabor-aroma de la cerveza, pero en concentraciones más elevadas aporta un sabor y un aroma distintivos que recuerdan al del maíz o al de verduras cocidas y se considera un defecto.

Otros Compuestos

Sabemos que durante la fermentación inicial se producen principalmente alcohol etílico (etanol) y dióxido de carbono (CO2), pero al mismo tiempo de generan una amplia variedad de otros subproductos que, dependiendo de su volatilidad y su solubilidad en agua (entre otras cosas), podrán ser percibidos como aromas y sabores cuando su concentración supera el umbral de detección de los sentidos
Además de las dicetonas vecinales, el acetaldehído y los compuestos sulfurosos (que ya hemos descripto anteriormente) se forman durante la fermentación principal, otros productos que no sufrirán cambios significativos durante la maduración pero que influyen en la apreciación de una cerveza terminada…

Volátiles

Son compuestos de fácil evaporación que, al  separarse de la  cerveza,  contribuyen a crear su aroma.  Alcoholes superiores (fuseles), ácidos grasos y ésteres son parte de ellos.
De todos los fuseles, el alcohol amílico es el único que puede aumentar su concentración cuando la guarda es prolongada.
Los ésteres son compuestos químicos que aportan tanto aroma como sabor. En su justa medida, le aportan a la cerveza perfiles florales o frutales que la favorecen, en especial en los estilos ales. En concentraciones altas dejan de ser agradables generando aromas como a solventes o a quitaesmalte de uñas.
La cantidad de ésteres producidos dependerá principalmente de la temperatura de fermentación y de la cepa de levadura usada y se verá favorecida por cualquier situación de estrés que esta última sufra. Una oxigenación deficiente del mosto, una tasa de inoculación baja o cambios bruscos de temperatura pueden ser algunas de esas situación estresantes.
Durante la guarda su concentración puede aumentar en la medida que aumente, también la cantidad de etanol.

No Volátiles

La cerveza contiene, además, otros compuestos no volátiles que complementan su sabor. Entre ellos podemos encontrar  aminoácidos, nucleótidos, ácidos orgánicos, fosfatos inorgánicos y otros iones. Algunos de éstos se producen en la fermentación y otros son liberados posteriormente por la levadura cuando su membrana celular se hace más permeable

Autólisis de la Levadura

El sabor de la cerveza también puede ser influenciado por la autólisis de la levadura. Se conoce como “autólisis de la levadura” al proceso de disolución de las células moribundas o muertas llevado a cabo por sus propios sistemas enzimáticos. Los productos de este proceso pasan al medio (la cerveza) y se traducen en aromas y sabores desagradables (amargo, a soja, caldoso, a carne, a grasa o a desagüe). Normalmente la autólisis se produce cuando no hay más fermentables que procesar o bien con temperaturas elevadas. Es un problema para cualquier fabricante de cerveza, particularmente para los que elaboran  lagers que intentan acelerar la maduración a temperaturas más altas (> 14 ° C).
Dejar la cerveza en expuesta a grandes cantidades de células de levadura inactivas o moribundas por períodos largos (más de una semana) después de que la fermentación primaria se ha completado, sin  ninguna refrigeración o trasvase a otro recipiente para la maduración secundaria, es casi seguro que causará este problema. Lo mismo ocurrirá si se envasa  la cerveza con demasiada levadura en suspensión.

Carbonatación

El nivel de CO2 disuelto en la cerveza después de una fermentación normal es de entre 1,2 y 1,7 volúmenes, dependiendo de la temperatura. Esta cantidad de gas, es la que la cerveza puede mantener en solución, sin que se le aplique una presión superior y sin que se varíe la temperatura de fermentación.
Es conveniente saber que un volumen de gas disuelto en un líquido se refiere a que el gas y el líquido ocupan, por separado, el mismo volumen, es decir que cuando decimos que una cerveza está carbonatada con un volumen de CO2, estamos diciendo que un litro de esa cerveza contiene disuelto un litro de CO2.
La ley que regula la cantidad de gas que entrará en solución es la ley de Henry, que establece que la concentración de un gas ligeramente soluble en un líquido es directamente proporcional a la presión parcial del gas. (Si un recipiente contiene más de un tipo de gas, cada uno ejerce su propia presión - su presión parcial - en el envase.)
En nuestro caso, el gas es CO2, el líquido es la cerveza y la presión parcial es igual a la presión total en el interior del recipiente de maduración. Cuanto mayor es la presión a la que se guarda la cerveza, más CO2 permanecerá en solución.
Solubilidad en dióxido de carbono también está influenciada por la temperatura. Una cerveza más fría permitirá que más CO2 para permanecer en solución, por lo tanto, una Lager  rentendrá más CO2 (más  carbonatación  natural) que una Ale británica debido a la diferencia, que ya conocemos, en las temperaturas que fermentan y maduran cada una. Por lo tanto, la carbonatación en la cerveza es un acto de equilibrio entre la temperatura y la presión. En general, cuanto menor sea la temperatura y cuanto mayor sea la presión, más gas CO2 permanecerá en solución.
Para envasar una cerveza terminada es habitual elevar el nivel de CO2 obtenido en la fermentación, llevándolo a 2,4 y 2,8 volúmenes. Esto se puede lograr de dos maneras:

  • Carbonatación Natural: Esta es la forma clásica, y se consigue cerrando herméticamente el recipiente en donde la cerveza madura para que el CO2 generado en una  segunda fermentación no escape y  se disuelva en el líquido saturándolo. Para eso se transfiere la cerveza del fermentador al tanque de almacenamiento (barril, Cornelius, una lata o botella) con 1,0 a 1,5 ° Plato de extracto fermentable residual. La fermentación que se produce genera suficiente CO2 para carbonatarla  a 2,8 volúmenes sin elevar la presión del tanque por encima de 15 psi (1 Bar). Esto sólo funciona  alrededor de los 4.4 °C y sólo la levadura lager fermenta a esa temperatura. Si esta técnica se utiliza en Ales, la temperaturas de fermentación será mayor (10-16 °C), por lo tanto será necesario un recipiente que soporte una presión de cercana a los 30 psi (2 Bar). La cerveza, a esa presión, no puede servirse bien, por lo que necesitará ser refrigerada antes de servirla. Esta técnica es mucho más fácil de controlar en un barril donde el exceso de presión, si se desarrolla, puede ventilarse. En la botella, en cambio, es más complicado, ya sea que sólo una vez abierta se sabe si el nivel de CO2 es correcto o no.
  • Carbonatación Forzada: Esta es una técnica que se realiza inyectando CO2 en la cerveza para que disuelva en la misma gracias a la  manipulación de la temperatura y la presión. Las grandes cerveceras recolectan el CO2 generado durante la fermentación principal, lo procesan para refinarlo y lo licuan para luego devolverlo a la cerveza.

Hay dos técnicas principales para la conseguir una carbonatción artificial o forzada, en línea y en tanque de carbonatación.

  • Carbonatación en línea: Este método no se aplica a cerveceros caseros y se utiliza en todas las grandes fábricas de cerveza, ya sea como una carbonatación primaria o como una puesta a punto final para alcanzar la especificación estándar para la carbonatación justo antes del envasado. El CO2 se puede inyectar en la cerveza a medida que pasa a través de un tubo de un recipiente a otro. El gas se inyecta a través de un difusor de acero inoxidable sinterizado que crea burbujas muy finas (10-100 micras de diámetro) que se disuelven fácilmente en la cerveza insaturada. La carbonatación rara vez se hace antes de la filtración debido al riesgo de que las burbujas de CO2 perturben la filtración.
  • Carbonatación en tanque: Aquí se aumenta la presión interna de tanque inyectándole CO2. De esta manera, la mayor presión en el interior de tanque, fuerza al CO2 a disolverse en la superficie líquida que está en contacto con el espacio superior del contenedor, hasta lograr la saturación en toda la cerveza. El nivel de saturación estará determinado por la temperatura y la presión usadas en la técnica. El proceso se realizará más rápido cuanto más grande sea el área líquida en contacto con el gas, por eso, a nivel casero, si acostamos un barril del tipo Cornelius aumentaremos la superficie de contacto cerveza-CO2 y aceleraremos la carbonatación pero, al mismo tiempo, estaremos perturbando cualquier sedimento de levadura existente.

Clarificación 

Otra cuestión que atañe a la maduración es la transparencia de la cerveza. Desde que se descubrió que la cerveza mantenida durante largos períodos a bajas temperaturas desarrollaba una claridad excelente, y tanto la levadura como los turbios no-biológicos se separaban de la cerveza acumulándose en la parte inferior del recipiente, el método de enfriamiento pasó a ser usual entre los fabricantes de lagers que, al final del proceso, obtenían una cerveza perfectamente cristalina y carbonatada gracias a las características de la levadura usada.
Para los fabricantes de cerveza ale tradicionales, el uso del enfriamiento tiende al mismo objetivo, la clarificación. Sin embargo, ya que la levadura no es tan activa a temperaturas más bajas, las cervezas tienden a ser menos carbonatada.
Como hemos dicho más arriba, una fábrica de cerveza moderna, no puede darse el lujo de largos períodos de maduración y recurre a clarificantes o al filtrado de sus cervezas para clarificarlas, añadiendo posteriormente el CO2 faltante utilizando ese gas envasado. Hoy por hoy, también los pequeños cerveceros pueden acortar los tiempos de maduración del mismo modo…
Básicamente la clarificación de obtiene por sedimentación. Con el tiempo, las partículas sólidas en suspensión en la cerveza se depositan en el fondo del recipiente y la velocidad a la que se asientan está determinada por varios parámetros, incluyendo el tamaño y la densidad de la partícula, la viscosidad y la densidad del líquido, y la gravedad. La ley que rige la tasa de sedimentación es la Ley de Stokes  que afirma que:

Vs=2  r² g (Pp-Pf)
9           n 

donde:
Vs es la velocidad de caída de las partículas
g es la aceleración de la gravedad,
ρp es la densidad de las partículas y
ρf es la densidad del fluido.
η es la viscosidad del fluido.
r es el radio equivalente de la partícula.
Se puede observar que la mejor manera de acelerar la tasa de sedimentación de las partículas es aumentar su diámetro. La levadura con fuertes características de floculación tienden a pegarse con mayor facilidad y aumentar su tamaño de partícula de forma espectacular. La mejor manera de mejorar el tiempo necesario para que la cerveza se aclare es reducir la distancia que tienen que recorrer las partículas. Las grandes cerveceros hacen esto con tanques de envejecimiento horizontales. En algunos casos, las cerveceras más grandes utilizan centrifugadoras que disminuyen la distancia de sedimentación y aumentan drásticamente el componente de la gravedad (la “g” en la ecuación) de la Ley de Stokes con la fuerza centrífuga.

Isinglass   

El Isinglass se extrae de la vejiga natatoria del esturión, y algunos otros peces tropicales o subtropicales. Se prepara por inmersión en una mezcla de ácidos durante muchas semanas. El líquido incoloro, viscoso producido por este tratamiento es rico en colágeno, con una carga eléctrica neta positiva. La estructura es como la de una gran red que cae a través de la cerveza,  atrayendo y  uniendo  las células de levadura con carga negativa, junto con algunas proteínas, lípidos y agentes antiespumantes. Las partículas forman flóculos grandes que se hunden rápidamente a la parte inferior del tanque o recipiente. Se utiliza con mayor frecuencia en el Reino Unido, pero muchas microcervecerías y brewpub en los EE.UU. lo usan  en lugar de la filtración.
Usado en combinación con agente clarificantes a base de sílice, el isinglass puede reducir significativamente la levadura en suspensión en la cerveza pero no funciona demasiado bien con recuentos altos de levadura (es decir, más de 4 millones de células / ml) y si se deja que la temperatura suba un poco su funcionamiento mejora dado que, al ser una proteína extraída del pescado, se desnaturaliza a temperaturas relativamente frías. Sin embargo nunca se debe permitir que la temperatura se eleve por encima de 20 °C, incluso en el almacenamiento. En el mercado están disponibles preparaciones a base de cola de pescado que se deshidratan para un mejor almacenamiento. Estas preparaciones requieren de una rehidratación que deberá hacerse antes de su uso siguiendo con precisión las instrucciones del fabricante.

La centrifugación

 La centrifugación es un método popular de reducir el contenido de la levadura de cerveza y se utiliza a menudo donde no se utilizan agentes clarificantes pero también en combinación con ellos. Muchos cerveceras que practican el acondicionado en frío usan centrifugadoras, ya que ofrecen un mayor grado de control sobre el recuento de levaduras y eliminan el tiempo necesario para la maduración y acondicionamiento. Las máquinas centrífugas tienen una serie de ventajas tales como pequeña necesidad de espacio, claridad más consistente, la mayoría son de auto limpieza, recogida de oxígeno mínimo, y pueden funcionar de forma continua durante un período indefinido. El proceso se puede realizar de dos formas diferenetes:
Durante la Transferencia  de la cerveza:  En este primer método se centrifuga para separar el cultivo de levadura mientras la cerveza se transfiere desde el fermentador a los tanques de acondicionamiento. Esto logra la transferencia y la recolección de la levadura de cerveza en un solo paso.
Posterior a la Sedimentación de la levadura: El segundo método consiste en usar una centrífuga para clarificar la cerveza después que la levadura ha sido separada por sedimentación.

Estabilidad coloidal

Algunas veces hemos notado que cuando  tomamos una cerveza brillantemente cristalina del lugar donde fue madurando y la ponemos en la heladera, se vuelve turbia. Esto se debe a ciertos compuestos presentes en la cerveza que forman un precipitado sólido cuando se enfría. Esta bruma se conoce como “chill haze”  (neblina fría) y que se forma cuando los compuestos extraídos de la malta y el lúpulo, conocido como polifenoles o taninos, se combinan químicamente con los polipéptidos formadores de  proteínas. Los métodos de lagering tradicionales producían este fenómeno para  luego permitir que dichos sólidos se asienten. Cerveceros modernos tratan cerveza con productos químicos absorbentes, tales como silica gel o PVPP, que eliminan o bien la proteína de proteína o el polifenol, o ambos. Muchos cerveceros caseros simplemente conviven con la neblina.
La eliminación de los causantes del “chill haze” se traduce en una mejora de la estabilidad física de la cerveza, y para ello se emplean un número de métodos que forman parte de lo que se conoce a menudo como “chillproofing.” Este proceso utiliza agentes químicos que eliminan selectivamente las proteínas perjudiciales, manteniendo aquellas responsables de la espuma de la cerveza y la sensación en la boca. Cada uno de estos agentes tiene sus pros y sus contras, y en muchos casos se utilizan en combinación, para adaptarse a los requisitos y limitaciones propias de la planta cervecera.
  • Las enzimas proteolíticas: se preparan a partir de papaína o pepsina y actúan sobre las proteínas degradándolas a moléculas más pequeñas .
  • El ácido tánico: se utiliza tradicionalmente para eliminar el material que produce la niebla y todavía se emplea en Alemania.
  • Taninos hidrolizables: también se utilizan para precipitar las proteínas. Las cervezas tratadas con taninos hidrolizables muestran una excelente estabilidad coloidal así como valores de claridad aceptables.
  • Silica Gels: Los geles de sílice son chillproofers eficaces que eliminan las proteínas de alto peso molecular responsables de la formación de turbidez sin detrimento de la estabilidad de la espuma.
  • Bentonita: Es un aluminosilicato insoluble que también se puede utilizar como un adsorbente de proteínas, pero tiene muchas desventajas.
  • Polivinilpolipirrolidona (PVPP):  se utiliza para absorber materiales polifenólicos. Parte del éxito PVPP como un estabilizador de la cerveza proviene del hecho de que imita la acción de las proteínas mediante la combinación con polifenoles pero en mayor magnitud.


Fuentes
  • The Biochemistry of Maturation (Charles A. Masschelein)
  • How to Brew (Palmer)
  • Biotecnología de la Cerveza y de la Malta (J. S. Hough)
  • www.byo.com

Pablo Gigliarelli







Filtrar o no Filtrar…


Hay muchos detractores del filtrado de la cerveza artesana. Unos argumentan razones prácticas (más solidas) y otros argumentan razones filosóficas (menos sólidas).
Los segundos argumentan que una cerveza artesana, si se filtra, ya no es artesana. Respeto su opinión, pero a mi me parece una tontería. Mi cerveza hecha en casa, con ingredientes de calidad, mucha dedicación y sin buscar una rentabilidad sino un producto de la mayor calidad posible, no va a dejar de serlo y convertirse en un monstruíto industrial porque aprovechando un transvase de barril le pegue un filtrado. De eso no tengo ninguna duda.
Con el filtrado opino lo mismo que con el inyectado de CO2 para carbonatar. ¿Por que no? Si tienes los medios para hacerlo (medios a nivel casero) de forma limpia para tu brewhouse, higiénica para tu cerveza, segura para ti y económicamente sostenible por tu bolsillo, adelante.
Solo por el mero hecho de inyectarle CO2 o de filtrarla, tu birra no va a dejar de ser natural, de calidad y casera.
De hecho el filtrado no añade nada extra de sus 4 ingredientes clásicos a la cerveza, como si lo hace la segunda fermentación en botella con azúcar. La ley de pureza nunca dijo agua, lúpulo, cebada y azúcar (ya sabéis que la levadura no sale realmente en esa ley, que data de 1516 y el descubrimiento de la levadura como forma de vida microscópica data de mucho después).
Así que siempre me ha resultado raro considerar el CO2 un aditivo industrial y el azúcar un ingrediente más, cuando no es más que otro aditivo usado por comodidad para conseguir una carbonatación sencilla y barata en la birra. Y que no es en absoluto necesaria para producir el producto final.
Y respaldo mi opinión apoyado en el hecho de que en la mayoría de las botellas que vemos de cerveza artesana no lo citan entre sus ingredientes, lo cual, pese a que a nadie le importe, no deja de ser un fraude de etiquetado. Si pones abiertamente “refermentada en botella” y en los ingredientes no pones que lleva azúcar, se entiende que has refermentado con el propio mosto de cebada, cosa que no es así, nosotros los caseros lo sabemos bien, sino que han usado azúcar…
…tampoco me malinterpretéis. Que no hay nada de malo en usar azúcar. Pero me resulta raro como unas cosas se ven bien y otras mal en al opinión de algunos compañeros, y no dejan de ser lo mismo.
Yo prefiero una cerveza 100% natural que solo contiene agua, cebada, lúpulo y levadura, que obtiene su carbonatación de manera natural en la fermentación isobárica y que se trasiega en cerrado empujada por co2, y clarificada por medio del frio. Como norma general, pero no me cierro ninguna puerta…
… Y respecto al segundo grupo de razones, la filtración, como cada manipulación de nuestra birra fermentada que hagamos en la brewhouse incluye un riesgo de oxidación y otro de contaminación. Y que decir tiene que si se va a filtrar la cerveza, ha de hacerse bien, que duda cabe.
Durante la fermentación primaria ha sido más importante el tema de la contaminación, dado que hay un exceso de nutrientes en el mosto que pueden ser aprovechados no solo por nuestras levas sino por cualquier otro Furby oportunista. El hecho de que entre algo de oxigeno en el fermentador, con la gran producción de CO2 que esta teniendo lugar y que ejerce un efecto de barrera y lo rápido que se consume el oxigeno que entra en contacto con el mosto por la levadura en las primeras fases tampoco supone un riesgo real.
Pero una vez que la la birra es birra y tiene alcohol, pocos azucares que comer y un pH bajo, yo diría que los papeles se invierten. Ya no es un gran medio de cultivo para microorganismos contaminantes, pero si que esta indefensa respecto al riesgo de oxidación, puesto que el CO2 se deja de producir y si el envase no es hermético terminara por disiparse y permitir la entrada de oxigeno, y en caso de que logre entrar, no sera consumido por ninguna levadura, si acaso por mohos y acetobacterias, favoreciendo una posible contaminación u en su ausencia, oxidando la birra.
Por ello, si la cerveza se va a filtrar, hay que montar el filtro herméticamente, bien limpio, higienizarlo con starsan y después purgarlo con CO2. Comprobar que no tiene perdidas a la presión de trabajo y ya entonces, si, filtrar nuestra birra. A mi no me supone más trabajo extra que el de montar y limpiar el filtro, porque ya estoy obligado a trasegar la cerveza desde la cámara de fermentación a la de Al eliminar parete de las partículas en flotación con el filtropara aplicarle frío, lo que me obliga a hacer los pertinentes preparativos de desinfección de mangueras y conectores…
Con esas precauciones, los riesgos de que la birra se contamine o se oxide, se controlan, y no es más trabajo o distinto al de cualquier trasiego de cerveza terminada. El día a día en mi brewhouse

¿Pero y que hay de los pros? ¿por que demonios filtrar la birra?

En mi caso quiero hacer la prueba porque creo que va a acelerar el proceso de madurado. Al eliminar parte de las partículas en suspensión con el filtro, requiero menos tiempo en frío para obtener el mismo resultado, lo que se traduce en un ahorro de costes (de mantener la birra en frío) y una ganancia en eficiencia (menos recursos gastados para el mismo resultado). Esta es una de las razones por las que filtra la industria. Rapidez.
Y la otra es estabilidad del producto. A menos proteínas, levaduras y demás partículas en suspensión, menor riesgo de que la cerveza se eche a perder, una vez embotellada por el hecho de que estas se degraden si las condiciones de guarda no son correctas y aporten sabores no deseados. Esto siempre es deseable mejorarlo, aunque no sea decisivo en nuestro caso de cerveceros caseros, porque nuestra birra suele consumirse pronto y viajar poco.
La tercera ventaja obvia, es la claridad, pero eso a mi me da igual. Una cerveza clarificada en frío a mi ya me parece suficiente y agradablemente al tacto en boca y clara a la vista. No uso ni gelatina ni ningún otro producto, solo frío. Y los resultados me gustan. Así que no busco mejorar eso.
Puede que no estés de acuerdo conmigo en el tema de que el filtrado acelera el madurado de la birra. (Puedes echar un vistazo a este artículo muy completo de BeerSmith sobre el tema, en inglés. Te dejo también otro articulo de BYO, muy bueno. Escéptico, que eres un escéptico…) Pero yo creo que si es así: una birra verde, en mi opinión necesita dos cosas:
Una etapa “caliente” para que la levadura reabsorba defectos como el diacetilo, el acetaldehido y demás habituales, y una etapa “fría” donde las partículas en suspensión (entre ellas el exceso de levadura) sedimenten dejando la cerveza más cristalina, pero también con un sabor más limpio. Menos libre de ese sabor  pan y a fermento propio de la cerveza cargada de levadura. Y por eso el frío le sienta tan bien a la birra. Madura, redondea, clarifica, limpia… casi como también puede hacer un filtro…
De hecho, la mayoría de las cerveza artesanas que pruebo me saben verdes por una de esas dos razones. Raramente, les falta tiempo en contacto con la levadura, pero muy a menudo, tienen una cantidad de levadura en suspensión tan grande que esta se mezcla con los sabores, enturbiandolos. Se nota menos en las cervezas muy oscuras o muy lupuladas, pero las que buscan un balance más neutro suelen adolecer mucho de este defecto, que es bastante generalizado.

Como hago yo el proceso, a día de hoy.

Todo esto se puede conseguir con un periodo medio-largo de lagering y sin filtrado. Cierto. Pero en mi caso eso me impide poder hacer cerveza de forma más continuada, porque tan solo tengo espacio para dos lotes sometidos a frío.
Al mismo tiempo, ahora fermento mi cerveza en una cámara “cálida” con capacidad para 4 fermentadores, que esta diseñada para mantener una temperatura controlada cálida de entre 18 y 24 grados, pero donde no creo que pudiera, por mucho que forzara el motor de la pequeña nevera, bajar la temperatura hasta una zona “fria” de 6 a 10 grados.
Por eso una vez que la levadura ha terminado el primario, trasiego la birra a un barril que esta dentro del arcón congelador, que actúa como cámara “fria” o de lagering y que esta a 0-2 grados.
Dado que puedo fermentar más birra de la que puedo someter a frío, me interesa acortar el periodo que esta pasa en frío. Y por ello, he pensado en aprovechar el trasiego entre la cámara caliente a la cámara fría para realizar un filtrado y así acelerar un poco el madurado, ayudando a eliminar partículas en suspensión y reduciendo los sabores a levadura y proteínas que hacen que la cerveza sepa joven o verde. A menos partículas en suspensión, menos días de frio necesito para que sedimenten.
Al mismo tiempo, si algún barril me lo quiero llevar de picnic, no tendré que preocuparme porque parte del turbio se resuspenda al moverlo de sitio.
Según mi planing actual, la idea es fermentar la cerveza en un primario de 4-5 días a temperatura controlada de 18 a 20 grados, controlando la densidad diariamente desde el tercer día (con refractometro y tabla). Una vez que 3/4 partes de los puntos de densidad se han consumido (ocurra esto cuando ocurra) procederé a cerrar las válvulas de alivio y a tarar la válvula de purga a la presión deseada para carbonatar la cerveza de forma natural.
Al mismo tiempo, durante un periodo de no menos de lo que duró el primario y no más de 5 días mantendré la cerveza carbonatada y fermentada en contacto con la levadura, a una temperatura de 24 grados para agilizar la eliminación de sabores verdes por parte de la levadura.
Como verás, he resumido el madurado en dos objetivos individualizados que son la limpieza de sabores verde y el precipitado de partículas; mediante este método estoy favoreciendo enteramente el primero de los dos.
De momento esto ya lo estoy haciendo con mis últimos lotes y obtengo una birra libre de notas verdes y carbonatada en un tiempo de entre una semana y 10 días. Pero aún muy turbia.
Llegados a este punto, mido densidad (con densímetro) y cato la birra. Si todo esta bien anoto la densidad obtenida como densidad final y dejo la birra sin aporte de calor para que se enfríe durante una noche. Ahora que hace frío aprovecho el frío natural. Entonces la trasiego a otro barril, en cerrado y contrapresión, dejando la torta de levadura atrás, y comienzo a aplicarle frío.
A partir de mi próximo lote, lo que haré sera aprovechar ese trasiego para añadir una etapa de filtrado al proceso, y ver si así obtengo los resultados deseados con menos días de frío, acelerando la sedimentación de proteínas y levaduras con el añadido de esa etapa de filtrado y ahorrandome (en tiempo y en dinero) los días correspondientes de mantener la cerveza en frío.
Visto en conjunto haría algo parecido a 5 días de primario, 5 días de “secundario” o “primario cálido” y otro tanto de clarificado en frío. Aún no se cuanto tiempo considerare que es necesario tener la cerveza en frío una vez filtrada, pero eso me lo irá diciendo la experiencia (y el hecho de hacer un lote conejillo de indias donde medio lote se filtre y medio no, para comparar).

¿Y bien, me has convencido (o no), pero como demonios vas a filtrar la birra?

Lo habitual es usar un canister para filtrado de agua como este. Son los típicos sistemas de filtrado a los que se le colocan filtros de distinto tipo como estos. Los de polifosfatos ayudan a precipitar la cal del agua, los de carbón activo atrapan el cloro y los de polipropileno son filtros de partículas puros y duros, de distinto grosor. Esos son los que vamos a emplear para retirar partículas en flotación.
Son baratos, se pueden emplear ente 5 y 38 grados y soportan una presión máxima de 5 bares, así que ideales para emplearse a 20 grados y 2 bares, y los hay de distinto tamaño de poro.
El canister incluye un filtro de 50 micras, que sirve para hacer un prefiltrado grueso. Los más usados son los de 5 micras (aquí puedes ver como en Brewdog explican que es el que les parece idóneo). Este filtro de 5 micras permite realizar un filtrado medio, reduciendo parte de la levadura y de las partículas, proteínas más grandes y parte de los taninos, pero sin llegar a eliminar la totalidad de las levaduras ni reducir el sabor de la cerveza eliminando parte del lúpulo.
Los de 1 micra producen un filtrado fino, una cerveza muy cristalina, pero eliminarían prácticamente todas la levaduras, y pueden afectar al sabor. Por debajo de eso, los de 0,5 micras producen una filtración SEMIestéril, eliminando todas la levaduras y algunos microorganismos (para eliminarlos todos hay que irse a 0,3 micrones), pero tiene un gran impacto en el sabor, reduciendo mucho el sabor del lúpulo. Su uso requiere ajustar la receta, por lo que a nivel casero no son recomendables.
Una vez eliges el filtro adecuado a tus necesidades, lo habitual es hacer un montaje con dos barriles, uno vacío y limpio y otro con la cerveza que vamos a filtrar. Se unen con una manguera que pasa por el filtro y se empuja la birra del barril lleno, hacia el barril vacía, atravesando el filtro, empujada por gas. Algo así:


En mi caso planeo usar dos canister puestos en serie para hacer un filtrado en dos grosores, primero un prefiltrado de 50 micras y luego un filtrado de 5 micras. Hay un hilo de homebrewtalk donde se habla del tema y alguien cuenta como al hacer un filtrado con dos canister en serie con un filtro de 5 micras y después otro de 1 micra los filtros comienzan a saturarse y cada vez el flujo se produce más y más lento, requiriendo cada vez más y más presión.
Esto es lógico si colocamos en serie varios filtros de tamaño de poro pequeño. En ese caso tal vez sea mejor hacer el filtrado en dos etapas, usando un solo filtro cada vez. En mi caso espero que emplear en serie filtros de 50 y 5 micras no produzcan el mismo problema.



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