El pulque es una bebida alcohólica que se obtiene a partir de la fermentación de la savia, extraída de varias especies de magueyes, en especial Agave atrovirens y A. americana. El nombre pulque deriva de la palabra nahuatl poliuhqui, que significa ''descompuesto" o ''echado a perder"; este término fue adoptado por los españoles debido a que cuando oían expresar a los indígenas octli poliuhqui, que significaba “pulque malo”, sin embargo en náhuatl se le sigue llamando octli.
Durante en la época prehispánica, el pulque fue considerado como una bebida ritual ofrendada a las deidades. Existen registros que demuestran que tanto en Teotihuacán como en Xochicalco se usó el pulque en rituales y ceremonias en donde se irrigaba la tierra con esta bebida para dar de "beber" a la tierra, y con ello atraer la abundancia de alimentos.
Entre los mexicas, el pulque se bebía en diversas ceremonias religiosas como ofrenda a los dioses. También se utilizaban en otras ceremonias como en bodas hasta en los sacrificios de guerreros. En ciertas festividades, el pueblo podía deleitarse de esta bebida, sin embargo a pesar de que su consumo era común, la embriaguez era sancionada entre los mexicas. Si se sorprendía a alguien de la clase campesina borracho, se le humillaba rapando su cabeza en público. Si el que se embriagaba era de la nobleza, se le destituía del cargo público que ocupaba y, si reincidía, se le condenaba a muerte. Las sanciones a la clase alta eran más severas porque se consideraba que tenían una responsabilidad moral mayor con el pueblo y los dioses. Solo los ancianos podían beberlo sin limitaciones. Son diversos los pueblos indígenas que consumen el pulque actualmente.
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Historia de la cerveza
EL DESCUBRIMIENTO DE LA CERVEZA
Existen referencias de que en la remota Mesopotamia ya se producía cerveza. Se han encontrado hasta recetas de elaboración de cerveza en escritura cuneiforme. Esta bebida les gustó tanto a los egipcios, que aprendieron rápidamente a elaborar este "vino de cebada" y la hicieron su bebida nacional. Como era una bebida tan popular se elaboraba en verdaderas fábricas.
El proceso de elaboración de la cerveza consistía en la ruptura de la cebada (malteada o no), mezclarla con agua y hervir la mezcla ligeramente. Se dejaba fermentar esta papilla durante algunos días y se pasaba a unas cestas que favorecían el goteo del líquido que se recogía en un botijo. Se solían añadir miel y algunas plantas aromáticas.
Existen algunos escritos griegos sobre la cerveza egipcia, como los de Esquilo y Sófocles, pero esta bebida no les gustó ni a los griegos ni a los romanos.
SU LLEGADA A BÉLGICA
Existen varias interpretaciones sobre el camino seguido por la cerveza hasta que llegó a Bélgica. Se dice que los romanos introdujeron la cerveza en la Península Ibérica y que de ahí pasó después a Galia, pero Julio César, en su conquista de Bélgica, dijo que esos guerreros, casi invencibles, ya bebían cerveza. Otros dicen que fueron los celtas, y más tarde los germanos, los que introdujeron la cerveza en el norte de Europa. Yo creo que esta fue la ruta real, por varias razones:
Al contrario de lo que ocurría con los egipcios, que producían la cerveza en verdaderas fábricas, los celtas, germanos y galos hicieron de la elaboración de la cerveza una actividad doméstica, casera.
La popularidad de la "cervesia" o "cervoise" entre los galos se debía, en parte, a la falta de agua potable. La cerveza, al tener una fase de cocción, estaba libre de bacterias, con lo que formaba parte de la dieta diaria como "pan líquido". En su elaboración se usaba más el trigo que la cebada, y la hierba que más frecuentemente se añadía era el comino, aunque también se solía echar miel.
Los galos inventaron las cubas y los toneles, ambos de madera; los primeros servían para la fermentación y maduración, y los toneles para la conservación y transporte de la cerveza.
Hasta el siglo IX la elaboración de la cerveza no cambió mucho; era una tradición casera y las recetas se pasaban de una generación a otra de forma oral. La producción se destinaba al consumo familiar, aunque la parte sobrante se vendía a los vecinos.
HISTORIA DE LA CERVEZA - La edad media
LA APARICION DE LOS MONASTERIOS
Durante los siglos VI y VII se fundaron en Bélgica los primeros monasterios. Se construyeron sobre terrenos regalados, por lo que eran poco fértiles, pero los monjes se esforzaron en aumentar su productividad a base de duro trabajo y mucha fuerza de voluntad.
Como las órdenes monásticas tenían la obligación de autobastercerse, en cada monasterio había un edificio "de piedra" dedicado a la elaboración de cerveza.
Este edificio estaba separado del resto del monasterio, igual que el horno (panadería y secador de malta) y la forja, para evitar incendios, con lo que se situaba junto al río y a un molino de agua y cercano a las cuadras, ya que los restos de malta servían como pienso para los animales.
La cerveza formaba parte de la vida diaria de los monjes. Durante mucho tiempo esta bebida fue el único alimento que se podía tomar durante la Cuaresma.
UN VUELCO EN LA PRODUCCIÓN DE LA CERVEZA
Durante el gobierno de Carlo Magno la ubicación de la cerveza cambió radicalmente. El emperador mandó traer a la corte a los mejores "fabricantes" de cerveza, lo que llevó a considerar la elaboración de la cerveza como un oficio por primera vez. La cerveza pasó entonces a producirse en una cervecería común por pueblo, en la que los habitantes de ese pueblo podían elaborar su propia cerveza, pagando un impuesto al señor feudal.
Estas cervecerías se ubicaban, por orden del señor feudal, al lado de su molino, porque así cobraba impuestos dos veces, una por la molienda del cereal y otra por la producción de la cerveza. Los impuestos se pagaban en cerveza.
El método de elaboración no necesitaba cambios, pero había que poner mucho interés en el proceso de cocción, para evitar la propagación de enfermedades.
EL INGREDIENTE OLVIDADO: EL GRUIT
El sabor de la cerveza medieval no era el de ahora, debido al uso de diferentes cereales. Aunque antes se utilizaban cebada, trigo, avena y centeno, como actualmente, el gusto diferente lo producía un ingrediente que se solía añadir a la malta: el gruit (grutum).
Existe un documento oficial del año 999 en el que ya se habla del grutum. Ha sido un ingrediente muy enigmático durante mucho tiempo, pero gracias a los estudios de contabilidad de varias ciudades medievales, se sabe que se trata de una mezcla de cinco o seis plantas secas, en polvo y mezcladas con resina de pino. Eran plantas silvestres de tierras pantanosas o marismas, muy húmedas.
El gruit servía como conservante y para aromatizar la cerveza.
La composición del gruit podía influir tanto en el resultado final del producto, que el oficio de "gruitier" (grutero) era muy importante y la composición del gruit se guardaba en secreto.
Para elaborar la cerveza había que pasar necesariamente por el grutero, para comprarle el gruit. El dueño feudal fijaba la cantidad de gruit por hectolitro que había que emplear y también el precio de venta, incluido el impuesto. Algunas ciudades medievales obtuvieron un fuero que les permitía comercializar el gruit pagando determinados impuestos al señor feudal.
Como este ingrediente era tan importante, los gruteros eran los hombres más ricos de la ciudad. Un ejemplo de su importancia es el edificio "Gruuthuse" de Brujas, que perteneció a los señores gruteros, que tenían derecho a tener a su servicio a quince soldados.
Hoy en día es un ingrediente imprescindible en nuestra cerveza. Fue introducido por los monasterios.
LA RENOVACIÓN MÁS IMPORTANTE DE LA EDAD MEDIA: EL LÚPULO
Esta planta ya existía en Babilonia y los pueblos eslavos la cultivaban en Europa como alimento. Los monasterios cultivaban el lúpulo en el siglo VIII, pero su utilización en la elaboración de la cerveza no se constata hasta el siglo XII. Su sabor amargo hacía a la cerveza más ligera y también servía para combatir levaduras silvestres, por lo que la cerveza se conservaba mejor, mejorando las posibilidades de transporte y comercialización.
Los señores feudales intentaron parar el uso del lúpulo, para no perder sus impuestos sobre el gruit, pero las ciudades "Hanza" del norte de Alemania, que empezaron a elaborar cerveza con lúpulo, eran tan poderosas comercialmente, que se empezó a importar esta cerveza a los Países Bajos. El éxito de esta cerveza ligera y lupulizada hizo que desapareciera la utilización del gruit. La consiguiente desaparición del impuesto sobre el gruit llevó a la aparición de un nuevo impuesto especial en la producción de la cerveza. Este impuesto especial todavía existe.
El uso del lúpulo en lugar del gruit hizo que la denominación "cervesia" o "cervoise" cambiase a "bier".
HISTORIA DE LA CERVEZA - La edad moderna
LA ORGANIZACIÓN GREMIAL
La paz relativa que existió en Europa al finalizar las cruzadas favoreció el comercio y la primera industrialización llevada a cabo por las ciudades, les permitió separarse poco a poco del poder feudal. Estas ciudades obtuvieron determinados fueros que evitaron que el resultado de sus trabajos cayeran en manos de los señores feudales.
Las diferentes industrias de las ciudades formaron organizaciones gremiales o gremios; el gremio de los cerveceros fue, en muchos casos, el más poderoso de todos. Buen ejemplo de su poder fue la "casa de los cerveceros" que tenía cada ciudad, donde se reunían estos productores.
La Confederación de las Cervecerías Belgas reside hoy en la Casa de los Cerveceros de Bruselas, situada en la Plaza Mayor. Aunque este hermoso edificio perteneció primero al gremio de los curtidores y, más tarde, al de los tejedores, los cerveceros lo compraron ya en el siglo XVII.
Para formar parte de este gremio había que pasar un período de aprendizaje que finalizaba con un examen; luego se trabajaba durante un tiempo en la cervecería de uno de los miembros. La aceptación como miembro costaba bastante dinero. El gremio era muy poderoso y tenía como objetivos defender sus intereses y fomentar la solidaridad entre sus miembros.
LA CERVEZA BELGA EN LOS SIGLOS XVI Y XVII
Como la cerveza era más barata que el vino, que era importado, y el agua en muchos casos era poco o nada potable, el consumo de la cerveza estaba muy extendido y era diario.
Hasta el siglo XV toda la cerveza era de fermentación espontánea. A partir del siglo XV se empezó a utilizar levadura o los restos de una producción anterior, que contenía restos de fermentación. Las bacterias de la levadura sólo eran activas a temperaturas elevadas: 15 - 25 ºC.
En esa época se bebía tanto cerveza fuerte como ligera; esta última era la de consumo diario.
Hacia el año 1620 el consumo per capita en Amberes era de 400 litros por año. Los soldados, por ejemplo, tenían derecho a dos litros de cerveza al día, tanto en tiempos de guerra como de paz. A finales del siglo XVII el consumo per capita en Flandes bajó a 250 litros al año.
Cada región tenía su propio estilo de cerveza, pero esta gran variedad de especialidades locales no impidió la importación de cerveza de otros países. En Bruselas, por ejemplo, se vendía cerveza de Irlanda, los Países Bálticos y Hamburgo.
Estos fueron los siglos de la estructuración y reglamentación, debido a la gran influencia de los gremios cerveceros. A partir de esta época los cerveceros eran profesionales que tenían que aplicar las normas del gremio. El gremio podía imponer las materia primas que se debían utilizar, controlaba la calidad de cada producción y fijaba los precios de venta. También controlaba los locales de hostelería e imponía sus normas.
Los impuestos especiales eran el ingreso más importante de las arcas de las ciudades. En Amberes constituían el 60 % de sus ingresos a finales del siglo XVI.
Aunque en esta época ya se puede hablar de una verdadera industria cervecera, la burguesía todavía tenía derecho a su propia elaboración, o podía encargar producciones a la cervecería comunal. También quedaban muchas cervecerías caseras activas.
EL SIGLO XVIII
Durante el siglo XVIII, tiempos de turbulencias políticas y guerras, no hubo grandes cambios en el mundo de la cerveza. Lo que sí cambió fue la aparición de una limitación de las libertades de las cervecerías feudales, que no pagaban impuestos, en favor de cervecerías-granjas.
Con la Revolución Francesa llegó el desorden y la miseria, sobre todo durante el invierno, y la carestía de 1795. Aunque la anexión de Bélgica al Imperio Francés no afectó básicamente a la producción cervecera, el anticlericalismo de los revolucionarios franceses llevó a la fuga de los monjes cistercienses, al cierre de sus cervecerías y a la confiscación de sus bienes.
PROSPERIDAD PARA LA EMPRESA CERVECERA EN EL SIGLO XIX
La reunificación de los Países Bajos, entre 1815 y 1830, coincidió con la Revolución Industrial en Bélgica, que se produjo aquí antes que en ningún otro país, y que tuvo lugar a base de la perfección de nuevas tecnologías importadas de Inglaterra. La imposición de un nuevo sistema de impuestos especiales por parte del gobierno holandés hizo que los cerveceros belgas participaran en la revolución contra el régimen holandés.
El primer gobierno belga contaba con tres cerveceros que quisieron subir los impuestos sobre el café, para compensar la reducción del impuesto especial sobre la cerveza.
La independencia de Bélgica en 1830 y los problemas consecuentes retrasaron esta revolución, pero a partir de 1850, con las garantías de un sistema bancario estable y la construcción del ferrocarril por toda Bélgica, se consolidó la industrialización. Durante esta época aparecieron algunos inventos que revolucionaron el mundo cerveceroHasta 1880 en Bélgica se elaboraba exclusivamente cerveza de alta fermentación. El éxito creciente de la cerveza de baja fermentación, importada de Checia y Alemania, llevó a la fundación de la "Brouwerij Van Koekelberg" ("Cerveceria de Koekelberg") en 1886, que fue la primera cervecería especializada en baja fermentación. Su éxito, debido en parte a la gran aceptación de este tipo de cerveza por parte de los consumidores, estaba asegurado por la contratación de expertos cerveceros de Munich. Esto condujo a la construcción de otras cervecerías de baja fermentación y a la transformación de las cervecerías tradicionales, que aceptaron esta nueva tecnología.
Bélgica ocupaba en 1897 el segundo lugar a nivel mundial en el consumo de cerveza, con 169,2 litros per capita, detrás de Bavaria, que consumía 253,8 litros.
La importancia de la industria cervecera se refleja en su omnipresencia en la exposiciones universales con unos pabellones impresionantes, verdaderas obras de arte arquitectónico y decorativo.
Pese a la importancia de la propia industria cervecera, no se puede olvidar la creciente cifra de cerveza importada, especialmente de Alemania, lo que llevó a la creación de aranceles.
HISTORIA DE LA CERVEZA - Del siglo XX en adelante
LA CRISIS DE PRINCIPIOS DEL SIGLO XX
A principios del siglo XX se produjo una crisis en el sector cervecero, debido a problemas sociales, como huelgas y exigencias de subidas de sueldos, y la aparición de numerosas cervecerías nuevas (en 1907 había en Bélgica 3387 cervecerías). Había un exceso de producción para las necesidades de los consumidores. Se produjo entonces una dura competencia en la que se bajaron los precios.
La crisis en el sector hostelero llevó a la implantación de ayudas a los hosteleros por parte de las cervecerías, imponiendo contratos para la venta de sus cervezas en exclusiva (compra de mercado).
LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL
Durante este período se produjo una división entre la parte ocupada por los alemanes y la pequeña parte libre, detrás del río Yzer. En esta zona libre había unas cien cervecerías y cuatro malterías industriales. La zona de Poperinge, centro de cultivo del lúpulo, también se encontraba en esta región. La mala calidad del agua, debida a las inundaciones producidas intencionadamente como defensa natural, hizo que se produjera una cerveza de calidad inferior, lo que llevó a la importación de cerveza de Inglaterra, Francia y Suiza.
La parte ocupada tenía que obedecer las normas impuestas por el gobernador alemán, que obligaba a que se distribuyera cerveza alemana, repartía las materias primas y mandó crear cervecerías centrales. En 1916 los alemanes confiscaron el cobre de las instalaciones del 90 % de las cervecerías para fabricar armamento.
Cuando terminó la guerra, en 1918, la situación del sector cervecero era desastrosa; había que empezar otra vez casi desde cero.
ENTRE LAS DOS GUERRAS
Con el material de producción destruido y casi sin materias primas, la producción de cerveza era tan escasa y de tan mala calidad, que los ingleses se aprovecharon de la ocasión para comercializar su cerveza en Bélgica. Como la cerveza belga de antes de la guerra era más fuerte que la inglesa, los ingleses elaboraron versiones más fuertes de sus cervezas, por lo que su éxito fue enorme. Esta tradición todavía existe hoy: la Bass Pale Ale elaborada para Bélgica es más fuerte, y la Guiness fabricada para los belgas tiene un 8 % de grado alcohólico, mientras que la de otros países sólo tiene un 5 %.
Para terminar con la mala calidad de las cervezas belgas y poder así reconquistar el mercado a los ingleses, la Federación de las Cervecerías Belgas recomendó a sus miembros que se reunieran en centrales cerveceras. Se juntaron trece cervecerías en Gante para la construcción de una nueva cervecería de baja fermentación, a la que llamaron "Bélgica", y en Eeklo 19 cervecerías fundaron la nueva "Kruger".
Formaron así las bases de la reconstrucción y prosperidad de los años 30. La cerveza tradicional de alta fermentación acabó perdiendo mucho terreno en favor de las cervezas de baja fermentación, que llegaron a las zonas rurales, donde antes de la guerra eran consideradas como un producto de lujo.
No obstante, el consumo per capita desciende, debido a la venta masiva de refrescos, café, etc. La instauración de la ley Vandevelde en 1919, que prohibía la venta en hostelería de todo tipo de bebidas alcohólicas con un grado alcohólico superior a 20, tuvo como consecuencia positiva el aumento de la venta de cerveza fuerte (hoy en día nuestro gran atractivo mundial), pero también se incrementaron los impuestos especiales para compensar las pérdidas de los ingresos de las bebidas espirituosas.
LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
La Segunda Guerra Mundial llevó otra vez a la escasez de materias primas, con lo que se volvieron a utilizar remolacha, sacarina y levaduras de mala calidad, que producían cervezas de bajo grado alcohólico (0,8 %). Sin embargo, esta vez la situación no fue tan dramática, porque los alemanes dejaron el aparato de producción intacto. De hecho, de las 1000 cervecerías que existían antes de la guerra, en 1944 todavía quedaban activas 758.
La política alemana del favoritismo por la parte flamenca puso en apuros a la industria cervecera walona, hasta tal punto, que algunos fabricantes "importaron" cerveza desde la parte flamenca para su comercialización en la parte walona.
El gran problema al finalizar la guerra fue la introducción de la Coca Cola, bebida elaborada a base de sacarina, que no tuvo ningún problema en competir con la cerveza de baja graduación y sabor a sacarina.
La posibilidad de importar cebada de Canadá y Estados Unidos para la producción cervecera permitió la rápida recuperación de la cerveza de alta calidad. Además, los franceses prohibieron la utilización de cebada importada para elaborar cerveza, destinándola íntegramente a la producción de pan, con lo que la reputación de su cerveza era malísima, y se favoreció así la fama de la cerveza belga.
TRAS LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
La reconstrucción después de la Segunda Guerra Mundial fue muy costosa, pero Bélgica fue uno de los primeros países de Europa en poner su industria a punto, con lo que en 1945 los belgas ya podían beber su cerveza con la densidad de antaño. Las cervezas de mayor éxito fueron las de baja fermentación.
La evolución económica que condujo a la creación de holdings (grandes grupos cerveceros industriales) perjudicó seriamente a las medianas cervecerías. Las pequeñas cervecerías, a base de un aparato barato y a la ubicación de sus bares contratados cerca de las fábricas, conocieron su época de esplendor, elaborando las cervezas Export, Pils y Dort (al estilo Dortmunder).
Entre 1955 y 1960 se introdujeron con éxito las cervezas pils danesas. A partir de 1960 la venta de cerveza se estancó en favor del vino y de las bebidas espirituosas. También se produjo un cambio en el tipo de consumo: se pasó de la hostelería a los hogares.
La construcción de supermercados, con distribución nacional, y la publicidad en los cines y en la televisión hizo perder fuerza a los fabricantes pequeños (algunos empezaron a embotellar cervezas importadas, como Carlsberg, Tuborg, Bass y Whitbread) y ganar terreno a los grandes productores, que invierten grandes presupuestos en publicidad. A finales de los años 70 siete fabricantes de cerveza elaboran el 75 % de la producción total; los dos más grandes, Jupiler y Artois, producen el 51 %.
HISTORIA DE LA CERVEZA - Artesanal e Industrial
LAS SEPARACIÓN ENTRE LAS CERVEZAS ARTESANALES E INDUSTRIALES
La demanda por parte del consumidor de productos de mayor calidad y el éxito creciente de las cervezas trapenses, debido exclusivamente a su calidad, ya que no se hace publicidad sobre ellas, culminaron con el renacimiento de las cervezas de alta fermentación a partir de los años 70.
Los monjes trapenses siempre han sido fieles a su tradicional cerveza de alta fermentación, elaborada a base de materias primas 100 % naturales y garantizando una larga vida a sus cervezas con una segunda fermentación en botella. En los años setenta, muchas de las pequeñas fábricas tenían todavía la tradición de producir cerveza de alta fermentación y, viendo el éxito que estaban teniendo las trapenses, comenzaron a elaborar cervezas llamadas de abadía, imitando o redescubriendo el sistema de producción tradicional. Así, han reaparecido muchas cervezas tradicionales, adaptadas lógicamente a los nuevos sistemas de producción; junto a éstas han aparecido marcas nuevas.
Entre 1981 y 1986 se duplicó la cantidad de marcas de cervezas belgas y la mayoría eran de alta fermentación. Las grandes cervecerías de pils, como Stella Artois, Jupiler, Maes, etc, compraron pequeñas fábricas productoras de cerveza de abadía o de fermentación espontánea, dando así entrada a las cervezas especiales en sus locales de contrato. Teniendo en cuenta que el 90 % de los locales de hostelería de Bélgica están bajo contrato de una u otra fábrica, el éxito de algunas cervezas de abadía, como Leffe o Grimbergen, y de fermentación espontánea, como Belle Vue o Mort Subite, tiene que ver más con la potencia económica y el dominio del mercado de Interbrew y Alken Maes, que con la calidad de estas cervezas. Después de que estas cervezas artesanales fueran absorbidas por las grandes industrias perdieron su aspecto artesanal y, por razones puramente económicas, vieron eliminado su elemento más importante: la segunda fermentación en botella. De hecho, algunas cervezas, como la Grimbergen, tienen hasta conservantes y antioxidantes (ver tipos de cervezas belgas).
Hace poco se publicó una entrevista a un famoso autor y periodista belga (Geert Van Istendael), que trabajó durante muchos años para la televisión estatal, en la que decía sobre sus costumbres al escribir: "Cuando finalizo mi trabajo bebo gueuze de Girardin o las verdaderas trapenses Rochefort, Orval, Westvleteren, Chimay o Westmalle; a todas les tengo el mismo cariño. Los productos de Interbrew o los de Heineken son auténticas violaciones de los derechos humanos".
En los años noventa , el mercado cervecero belga se divide en dos grandes grupos:
Son las fábricas pequeñas las que garantizan la verdadera tradición y la enorme variedad en sabores y tipos de cervezas. El hecho de que la mayoría de estas cervecerías sean pequeñas, comparadas con las grandes industrias, no impide que algunas de ellas sean punteras en cuanto a sus instalaciones.
Esta misma tendencia se ha impuesto en los otros paises cerveceros como Reino Unido, Alemania, Irlanda etc. donde los grandes grupos cerveceros han comprado cervecerías de todo tipo y tamaño para hacerse con su clientela y su volumen de venta. El hecho que han uniformizado los productos, eliminado marcas, cerrado fábricas etc ha llevado a una pérdida de clientes y un renacimiento de micro cervecerías que vuelven a elaborar cervezas tradicionales y que forman junto a las cervecerías tradicionales de cada país un panorama cervecero variopinto y esperanzador para el futuro.
Existen referencias de que en la remota Mesopotamia ya se producía cerveza. Se han encontrado hasta recetas de elaboración de cerveza en escritura cuneiforme. Esta bebida les gustó tanto a los egipcios, que aprendieron rápidamente a elaborar este "vino de cebada" y la hicieron su bebida nacional. Como era una bebida tan popular se elaboraba en verdaderas fábricas.
El proceso de elaboración de la cerveza consistía en la ruptura de la cebada (malteada o no), mezclarla con agua y hervir la mezcla ligeramente. Se dejaba fermentar esta papilla durante algunos días y se pasaba a unas cestas que favorecían el goteo del líquido que se recogía en un botijo. Se solían añadir miel y algunas plantas aromáticas.
Existen algunos escritos griegos sobre la cerveza egipcia, como los de Esquilo y Sófocles, pero esta bebida no les gustó ni a los griegos ni a los romanos.
SU LLEGADA A BÉLGICA
Existen varias interpretaciones sobre el camino seguido por la cerveza hasta que llegó a Bélgica. Se dice que los romanos introdujeron la cerveza en la Península Ibérica y que de ahí pasó después a Galia, pero Julio César, en su conquista de Bélgica, dijo que esos guerreros, casi invencibles, ya bebían cerveza. Otros dicen que fueron los celtas, y más tarde los germanos, los que introdujeron la cerveza en el norte de Europa. Yo creo que esta fue la ruta real, por varias razones:
- a) Los países cerveceros de siempre han sido las Islas Británicas, Bélgica, Alemania y hasta Escandinavia;
- b) La división entre la Europa cervecera y la Europa vinícola coincide aproximadamente con la frontera lingüística entre los latinos y los germanos/celtas, aunque no se pueden olvidar la larga historia y las influencias mutuas que han tenido lugar a través de las guerras y el comercio.
Al contrario de lo que ocurría con los egipcios, que producían la cerveza en verdaderas fábricas, los celtas, germanos y galos hicieron de la elaboración de la cerveza una actividad doméstica, casera.
La popularidad de la "cervesia" o "cervoise" entre los galos se debía, en parte, a la falta de agua potable. La cerveza, al tener una fase de cocción, estaba libre de bacterias, con lo que formaba parte de la dieta diaria como "pan líquido". En su elaboración se usaba más el trigo que la cebada, y la hierba que más frecuentemente se añadía era el comino, aunque también se solía echar miel.
Los galos inventaron las cubas y los toneles, ambos de madera; los primeros servían para la fermentación y maduración, y los toneles para la conservación y transporte de la cerveza.
Hasta el siglo IX la elaboración de la cerveza no cambió mucho; era una tradición casera y las recetas se pasaban de una generación a otra de forma oral. La producción se destinaba al consumo familiar, aunque la parte sobrante se vendía a los vecinos.
HISTORIA DE LA CERVEZA - La edad media
LA APARICION DE LOS MONASTERIOS
Durante los siglos VI y VII se fundaron en Bélgica los primeros monasterios. Se construyeron sobre terrenos regalados, por lo que eran poco fértiles, pero los monjes se esforzaron en aumentar su productividad a base de duro trabajo y mucha fuerza de voluntad.
Como las órdenes monásticas tenían la obligación de autobastercerse, en cada monasterio había un edificio "de piedra" dedicado a la elaboración de cerveza.
Este edificio estaba separado del resto del monasterio, igual que el horno (panadería y secador de malta) y la forja, para evitar incendios, con lo que se situaba junto al río y a un molino de agua y cercano a las cuadras, ya que los restos de malta servían como pienso para los animales.
La cerveza formaba parte de la vida diaria de los monjes. Durante mucho tiempo esta bebida fue el único alimento que se podía tomar durante la Cuaresma.
UN VUELCO EN LA PRODUCCIÓN DE LA CERVEZA
Durante el gobierno de Carlo Magno la ubicación de la cerveza cambió radicalmente. El emperador mandó traer a la corte a los mejores "fabricantes" de cerveza, lo que llevó a considerar la elaboración de la cerveza como un oficio por primera vez. La cerveza pasó entonces a producirse en una cervecería común por pueblo, en la que los habitantes de ese pueblo podían elaborar su propia cerveza, pagando un impuesto al señor feudal.
Estas cervecerías se ubicaban, por orden del señor feudal, al lado de su molino, porque así cobraba impuestos dos veces, una por la molienda del cereal y otra por la producción de la cerveza. Los impuestos se pagaban en cerveza.
El método de elaboración no necesitaba cambios, pero había que poner mucho interés en el proceso de cocción, para evitar la propagación de enfermedades.
EL INGREDIENTE OLVIDADO: EL GRUIT
El sabor de la cerveza medieval no era el de ahora, debido al uso de diferentes cereales. Aunque antes se utilizaban cebada, trigo, avena y centeno, como actualmente, el gusto diferente lo producía un ingrediente que se solía añadir a la malta: el gruit (grutum).
Existe un documento oficial del año 999 en el que ya se habla del grutum. Ha sido un ingrediente muy enigmático durante mucho tiempo, pero gracias a los estudios de contabilidad de varias ciudades medievales, se sabe que se trata de una mezcla de cinco o seis plantas secas, en polvo y mezcladas con resina de pino. Eran plantas silvestres de tierras pantanosas o marismas, muy húmedas.
El gruit servía como conservante y para aromatizar la cerveza.
La composición del gruit podía influir tanto en el resultado final del producto, que el oficio de "gruitier" (grutero) era muy importante y la composición del gruit se guardaba en secreto.
Para elaborar la cerveza había que pasar necesariamente por el grutero, para comprarle el gruit. El dueño feudal fijaba la cantidad de gruit por hectolitro que había que emplear y también el precio de venta, incluido el impuesto. Algunas ciudades medievales obtuvieron un fuero que les permitía comercializar el gruit pagando determinados impuestos al señor feudal.
Como este ingrediente era tan importante, los gruteros eran los hombres más ricos de la ciudad. Un ejemplo de su importancia es el edificio "Gruuthuse" de Brujas, que perteneció a los señores gruteros, que tenían derecho a tener a su servicio a quince soldados.
Hoy en día es un ingrediente imprescindible en nuestra cerveza. Fue introducido por los monasterios.
LA RENOVACIÓN MÁS IMPORTANTE DE LA EDAD MEDIA: EL LÚPULO
Esta planta ya existía en Babilonia y los pueblos eslavos la cultivaban en Europa como alimento. Los monasterios cultivaban el lúpulo en el siglo VIII, pero su utilización en la elaboración de la cerveza no se constata hasta el siglo XII. Su sabor amargo hacía a la cerveza más ligera y también servía para combatir levaduras silvestres, por lo que la cerveza se conservaba mejor, mejorando las posibilidades de transporte y comercialización.
Los señores feudales intentaron parar el uso del lúpulo, para no perder sus impuestos sobre el gruit, pero las ciudades "Hanza" del norte de Alemania, que empezaron a elaborar cerveza con lúpulo, eran tan poderosas comercialmente, que se empezó a importar esta cerveza a los Países Bajos. El éxito de esta cerveza ligera y lupulizada hizo que desapareciera la utilización del gruit. La consiguiente desaparición del impuesto sobre el gruit llevó a la aparición de un nuevo impuesto especial en la producción de la cerveza. Este impuesto especial todavía existe.
El uso del lúpulo en lugar del gruit hizo que la denominación "cervesia" o "cervoise" cambiase a "bier".
HISTORIA DE LA CERVEZA - La edad moderna
LA ORGANIZACIÓN GREMIAL
La paz relativa que existió en Europa al finalizar las cruzadas favoreció el comercio y la primera industrialización llevada a cabo por las ciudades, les permitió separarse poco a poco del poder feudal. Estas ciudades obtuvieron determinados fueros que evitaron que el resultado de sus trabajos cayeran en manos de los señores feudales.
Las diferentes industrias de las ciudades formaron organizaciones gremiales o gremios; el gremio de los cerveceros fue, en muchos casos, el más poderoso de todos. Buen ejemplo de su poder fue la "casa de los cerveceros" que tenía cada ciudad, donde se reunían estos productores.
La Confederación de las Cervecerías Belgas reside hoy en la Casa de los Cerveceros de Bruselas, situada en la Plaza Mayor. Aunque este hermoso edificio perteneció primero al gremio de los curtidores y, más tarde, al de los tejedores, los cerveceros lo compraron ya en el siglo XVII.
Para formar parte de este gremio había que pasar un período de aprendizaje que finalizaba con un examen; luego se trabajaba durante un tiempo en la cervecería de uno de los miembros. La aceptación como miembro costaba bastante dinero. El gremio era muy poderoso y tenía como objetivos defender sus intereses y fomentar la solidaridad entre sus miembros.
LA CERVEZA BELGA EN LOS SIGLOS XVI Y XVII
Como la cerveza era más barata que el vino, que era importado, y el agua en muchos casos era poco o nada potable, el consumo de la cerveza estaba muy extendido y era diario.
Hasta el siglo XV toda la cerveza era de fermentación espontánea. A partir del siglo XV se empezó a utilizar levadura o los restos de una producción anterior, que contenía restos de fermentación. Las bacterias de la levadura sólo eran activas a temperaturas elevadas: 15 - 25 ºC.
En esa época se bebía tanto cerveza fuerte como ligera; esta última era la de consumo diario.
Hacia el año 1620 el consumo per capita en Amberes era de 400 litros por año. Los soldados, por ejemplo, tenían derecho a dos litros de cerveza al día, tanto en tiempos de guerra como de paz. A finales del siglo XVII el consumo per capita en Flandes bajó a 250 litros al año.
Cada región tenía su propio estilo de cerveza, pero esta gran variedad de especialidades locales no impidió la importación de cerveza de otros países. En Bruselas, por ejemplo, se vendía cerveza de Irlanda, los Países Bálticos y Hamburgo.
Estos fueron los siglos de la estructuración y reglamentación, debido a la gran influencia de los gremios cerveceros. A partir de esta época los cerveceros eran profesionales que tenían que aplicar las normas del gremio. El gremio podía imponer las materia primas que se debían utilizar, controlaba la calidad de cada producción y fijaba los precios de venta. También controlaba los locales de hostelería e imponía sus normas.
Los impuestos especiales eran el ingreso más importante de las arcas de las ciudades. En Amberes constituían el 60 % de sus ingresos a finales del siglo XVI.
Aunque en esta época ya se puede hablar de una verdadera industria cervecera, la burguesía todavía tenía derecho a su propia elaboración, o podía encargar producciones a la cervecería comunal. También quedaban muchas cervecerías caseras activas.
EL SIGLO XVIII
Durante el siglo XVIII, tiempos de turbulencias políticas y guerras, no hubo grandes cambios en el mundo de la cerveza. Lo que sí cambió fue la aparición de una limitación de las libertades de las cervecerías feudales, que no pagaban impuestos, en favor de cervecerías-granjas.
Con la Revolución Francesa llegó el desorden y la miseria, sobre todo durante el invierno, y la carestía de 1795. Aunque la anexión de Bélgica al Imperio Francés no afectó básicamente a la producción cervecera, el anticlericalismo de los revolucionarios franceses llevó a la fuga de los monjes cistercienses, al cierre de sus cervecerías y a la confiscación de sus bienes.
PROSPERIDAD PARA LA EMPRESA CERVECERA EN EL SIGLO XIX
La reunificación de los Países Bajos, entre 1815 y 1830, coincidió con la Revolución Industrial en Bélgica, que se produjo aquí antes que en ningún otro país, y que tuvo lugar a base de la perfección de nuevas tecnologías importadas de Inglaterra. La imposición de un nuevo sistema de impuestos especiales por parte del gobierno holandés hizo que los cerveceros belgas participaran en la revolución contra el régimen holandés.
El primer gobierno belga contaba con tres cerveceros que quisieron subir los impuestos sobre el café, para compensar la reducción del impuesto especial sobre la cerveza.
La independencia de Bélgica en 1830 y los problemas consecuentes retrasaron esta revolución, pero a partir de 1850, con las garantías de un sistema bancario estable y la construcción del ferrocarril por toda Bélgica, se consolidó la industrialización. Durante esta época aparecieron algunos inventos que revolucionaron el mundo cerveceroHasta 1880 en Bélgica se elaboraba exclusivamente cerveza de alta fermentación. El éxito creciente de la cerveza de baja fermentación, importada de Checia y Alemania, llevó a la fundación de la "Brouwerij Van Koekelberg" ("Cerveceria de Koekelberg") en 1886, que fue la primera cervecería especializada en baja fermentación. Su éxito, debido en parte a la gran aceptación de este tipo de cerveza por parte de los consumidores, estaba asegurado por la contratación de expertos cerveceros de Munich. Esto condujo a la construcción de otras cervecerías de baja fermentación y a la transformación de las cervecerías tradicionales, que aceptaron esta nueva tecnología.
Bélgica ocupaba en 1897 el segundo lugar a nivel mundial en el consumo de cerveza, con 169,2 litros per capita, detrás de Bavaria, que consumía 253,8 litros.
La importancia de la industria cervecera se refleja en su omnipresencia en la exposiciones universales con unos pabellones impresionantes, verdaderas obras de arte arquitectónico y decorativo.
Pese a la importancia de la propia industria cervecera, no se puede olvidar la creciente cifra de cerveza importada, especialmente de Alemania, lo que llevó a la creación de aranceles.
HISTORIA DE LA CERVEZA - Del siglo XX en adelante
LA CRISIS DE PRINCIPIOS DEL SIGLO XX
A principios del siglo XX se produjo una crisis en el sector cervecero, debido a problemas sociales, como huelgas y exigencias de subidas de sueldos, y la aparición de numerosas cervecerías nuevas (en 1907 había en Bélgica 3387 cervecerías). Había un exceso de producción para las necesidades de los consumidores. Se produjo entonces una dura competencia en la que se bajaron los precios.
La crisis en el sector hostelero llevó a la implantación de ayudas a los hosteleros por parte de las cervecerías, imponiendo contratos para la venta de sus cervezas en exclusiva (compra de mercado).
LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL
Durante este período se produjo una división entre la parte ocupada por los alemanes y la pequeña parte libre, detrás del río Yzer. En esta zona libre había unas cien cervecerías y cuatro malterías industriales. La zona de Poperinge, centro de cultivo del lúpulo, también se encontraba en esta región. La mala calidad del agua, debida a las inundaciones producidas intencionadamente como defensa natural, hizo que se produjera una cerveza de calidad inferior, lo que llevó a la importación de cerveza de Inglaterra, Francia y Suiza.
La parte ocupada tenía que obedecer las normas impuestas por el gobernador alemán, que obligaba a que se distribuyera cerveza alemana, repartía las materias primas y mandó crear cervecerías centrales. En 1916 los alemanes confiscaron el cobre de las instalaciones del 90 % de las cervecerías para fabricar armamento.
Cuando terminó la guerra, en 1918, la situación del sector cervecero era desastrosa; había que empezar otra vez casi desde cero.
ENTRE LAS DOS GUERRAS
Con el material de producción destruido y casi sin materias primas, la producción de cerveza era tan escasa y de tan mala calidad, que los ingleses se aprovecharon de la ocasión para comercializar su cerveza en Bélgica. Como la cerveza belga de antes de la guerra era más fuerte que la inglesa, los ingleses elaboraron versiones más fuertes de sus cervezas, por lo que su éxito fue enorme. Esta tradición todavía existe hoy: la Bass Pale Ale elaborada para Bélgica es más fuerte, y la Guiness fabricada para los belgas tiene un 8 % de grado alcohólico, mientras que la de otros países sólo tiene un 5 %.
Para terminar con la mala calidad de las cervezas belgas y poder así reconquistar el mercado a los ingleses, la Federación de las Cervecerías Belgas recomendó a sus miembros que se reunieran en centrales cerveceras. Se juntaron trece cervecerías en Gante para la construcción de una nueva cervecería de baja fermentación, a la que llamaron "Bélgica", y en Eeklo 19 cervecerías fundaron la nueva "Kruger".
Formaron así las bases de la reconstrucción y prosperidad de los años 30. La cerveza tradicional de alta fermentación acabó perdiendo mucho terreno en favor de las cervezas de baja fermentación, que llegaron a las zonas rurales, donde antes de la guerra eran consideradas como un producto de lujo.
No obstante, el consumo per capita desciende, debido a la venta masiva de refrescos, café, etc. La instauración de la ley Vandevelde en 1919, que prohibía la venta en hostelería de todo tipo de bebidas alcohólicas con un grado alcohólico superior a 20, tuvo como consecuencia positiva el aumento de la venta de cerveza fuerte (hoy en día nuestro gran atractivo mundial), pero también se incrementaron los impuestos especiales para compensar las pérdidas de los ingresos de las bebidas espirituosas.
LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
La Segunda Guerra Mundial llevó otra vez a la escasez de materias primas, con lo que se volvieron a utilizar remolacha, sacarina y levaduras de mala calidad, que producían cervezas de bajo grado alcohólico (0,8 %). Sin embargo, esta vez la situación no fue tan dramática, porque los alemanes dejaron el aparato de producción intacto. De hecho, de las 1000 cervecerías que existían antes de la guerra, en 1944 todavía quedaban activas 758.
La política alemana del favoritismo por la parte flamenca puso en apuros a la industria cervecera walona, hasta tal punto, que algunos fabricantes "importaron" cerveza desde la parte flamenca para su comercialización en la parte walona.
El gran problema al finalizar la guerra fue la introducción de la Coca Cola, bebida elaborada a base de sacarina, que no tuvo ningún problema en competir con la cerveza de baja graduación y sabor a sacarina.
La posibilidad de importar cebada de Canadá y Estados Unidos para la producción cervecera permitió la rápida recuperación de la cerveza de alta calidad. Además, los franceses prohibieron la utilización de cebada importada para elaborar cerveza, destinándola íntegramente a la producción de pan, con lo que la reputación de su cerveza era malísima, y se favoreció así la fama de la cerveza belga.
TRAS LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
La reconstrucción después de la Segunda Guerra Mundial fue muy costosa, pero Bélgica fue uno de los primeros países de Europa en poner su industria a punto, con lo que en 1945 los belgas ya podían beber su cerveza con la densidad de antaño. Las cervezas de mayor éxito fueron las de baja fermentación.
La evolución económica que condujo a la creación de holdings (grandes grupos cerveceros industriales) perjudicó seriamente a las medianas cervecerías. Las pequeñas cervecerías, a base de un aparato barato y a la ubicación de sus bares contratados cerca de las fábricas, conocieron su época de esplendor, elaborando las cervezas Export, Pils y Dort (al estilo Dortmunder).
Entre 1955 y 1960 se introdujeron con éxito las cervezas pils danesas. A partir de 1960 la venta de cerveza se estancó en favor del vino y de las bebidas espirituosas. También se produjo un cambio en el tipo de consumo: se pasó de la hostelería a los hogares.
La construcción de supermercados, con distribución nacional, y la publicidad en los cines y en la televisión hizo perder fuerza a los fabricantes pequeños (algunos empezaron a embotellar cervezas importadas, como Carlsberg, Tuborg, Bass y Whitbread) y ganar terreno a los grandes productores, que invierten grandes presupuestos en publicidad. A finales de los años 70 siete fabricantes de cerveza elaboran el 75 % de la producción total; los dos más grandes, Jupiler y Artois, producen el 51 %.
HISTORIA DE LA CERVEZA - Artesanal e Industrial
LAS SEPARACIÓN ENTRE LAS CERVEZAS ARTESANALES E INDUSTRIALES
La demanda por parte del consumidor de productos de mayor calidad y el éxito creciente de las cervezas trapenses, debido exclusivamente a su calidad, ya que no se hace publicidad sobre ellas, culminaron con el renacimiento de las cervezas de alta fermentación a partir de los años 70.
Los monjes trapenses siempre han sido fieles a su tradicional cerveza de alta fermentación, elaborada a base de materias primas 100 % naturales y garantizando una larga vida a sus cervezas con una segunda fermentación en botella. En los años setenta, muchas de las pequeñas fábricas tenían todavía la tradición de producir cerveza de alta fermentación y, viendo el éxito que estaban teniendo las trapenses, comenzaron a elaborar cervezas llamadas de abadía, imitando o redescubriendo el sistema de producción tradicional. Así, han reaparecido muchas cervezas tradicionales, adaptadas lógicamente a los nuevos sistemas de producción; junto a éstas han aparecido marcas nuevas.
Entre 1981 y 1986 se duplicó la cantidad de marcas de cervezas belgas y la mayoría eran de alta fermentación. Las grandes cervecerías de pils, como Stella Artois, Jupiler, Maes, etc, compraron pequeñas fábricas productoras de cerveza de abadía o de fermentación espontánea, dando así entrada a las cervezas especiales en sus locales de contrato. Teniendo en cuenta que el 90 % de los locales de hostelería de Bélgica están bajo contrato de una u otra fábrica, el éxito de algunas cervezas de abadía, como Leffe o Grimbergen, y de fermentación espontánea, como Belle Vue o Mort Subite, tiene que ver más con la potencia económica y el dominio del mercado de Interbrew y Alken Maes, que con la calidad de estas cervezas. Después de que estas cervezas artesanales fueran absorbidas por las grandes industrias perdieron su aspecto artesanal y, por razones puramente económicas, vieron eliminado su elemento más importante: la segunda fermentación en botella. De hecho, algunas cervezas, como la Grimbergen, tienen hasta conservantes y antioxidantes (ver tipos de cervezas belgas).
Hace poco se publicó una entrevista a un famoso autor y periodista belga (Geert Van Istendael), que trabajó durante muchos años para la televisión estatal, en la que decía sobre sus costumbres al escribir: "Cuando finalizo mi trabajo bebo gueuze de Girardin o las verdaderas trapenses Rochefort, Orval, Westvleteren, Chimay o Westmalle; a todas les tengo el mismo cariño. Los productos de Interbrew o los de Heineken son auténticas violaciones de los derechos humanos".
En los años noventa , el mercado cervecero belga se divide en dos grandes grupos:
- Por una parte, las dos grandes industrias cerveceras:
- Interbrew: cervezas tipo pils: Stella, Artois y Jupiler; cervezas especiales: Leffe, Hoegaarden, Belle Vue y Vieux Temps.
Al principio era un grupo puramente belga, pero pronto se han metido en la lucha por ser el grupo cervecero más grande del mundo, comprando cervecerías en todo el mundo. Las más importantes eran Bass, Becks y en este siglo Spaten-Franziskaner-Löwenbräu.
Finalmente se han fusionado con el grupo brasileiro Ambev bajo el nombre InBev, formando así el grupo cervecero más grande del mundo, pero a costa de perder su independencia, que ahora los brasileiros tiene el peso más grande y deciden las estrategias a seguir. - Maes Alken: cervezas tipo pils: Cristal Alken y Maes; cervezas especiales: Grimbergen, Judas, Mort Subite.
Alken Maes perteneció primero a Danone, que la vendió a Scottisch Newcastle que recientemente ha sido comprado por Heineken y Carlsberg que han divido los países y marcas según su mutuo interés.
Sus cervezas especiales se elaboraban en fábricas pequeñas, pero desde hace tiempo se tiende ha incorporar su producción en los grandes centros de producción industriales, para reducir los costes. Con la creación de InBev por un lado y la venta de Alken Maes a Scottisch Newcastle por el otro lado han perdido fuerza las cervezas especiales belgas en estos grupos, que buscan vender sus marcas premium y eliminan referencias especiales para optimizar sus gastos.
- Interbrew: cervezas tipo pils: Stella, Artois y Jupiler; cervezas especiales: Leffe, Hoegaarden, Belle Vue y Vieux Temps.
- El resto de las fábricas pequeñas y medianas, en las que se engloban tres tipos:
- las que elaboran tanto cervezas pils como especiales y que llegan a determinados acuerdos con otras fábricas para poder ofertar todos los tipos de cerveza en sus locales en propiedad o contratados;
- las cervecerías que sólo elaboran cervezas especiales y que han llegado a un acuerdo con un productor de pils para suministrar también este tipo de cerveza en sus locales, contratados o en propiedad;
- las cervecerías que elaboran cervezas especiales exclusivamente y que no tienen locales en propiedad. Dentro de este grupo se encuentran los monasterios trapenses y la cervecería St. Bernardus.
Son las fábricas pequeñas las que garantizan la verdadera tradición y la enorme variedad en sabores y tipos de cervezas. El hecho de que la mayoría de estas cervecerías sean pequeñas, comparadas con las grandes industrias, no impide que algunas de ellas sean punteras en cuanto a sus instalaciones.
Esta misma tendencia se ha impuesto en los otros paises cerveceros como Reino Unido, Alemania, Irlanda etc. donde los grandes grupos cerveceros han comprado cervecerías de todo tipo y tamaño para hacerse con su clientela y su volumen de venta. El hecho que han uniformizado los productos, eliminado marcas, cerrado fábricas etc ha llevado a una pérdida de clientes y un renacimiento de micro cervecerías que vuelven a elaborar cervezas tradicionales y que forman junto a las cervecerías tradicionales de cada país un panorama cervecero variopinto y esperanzador para el futuro.
Michelada
La michelada es una bebida alcóholica mexicana que se prepara mezclando cerveza, jugo de limón, y sal; si se mezclan salsas, lleva otros nombres.
La preparación es muy sencilla, basta con escarchar un vaso congelado (humedecer el borde del mismo con jugo de limón para adherirle sal), añadir jugo de limón, y verter la cerveza.
Una popular versión de su origen apunta a la ciudad de San Luis Potosí, concretamente al Club Deportivo Potosino, pues se cuenta que un socio de nombre Michel Ésper (originario de Ciudad Valles) acostumbraba pedir una cerveza con limón, hielo, sal y popote en una copa llamada chabela como si fuera una limonada de cerveza, eventualmente originando el nombre de la bebida (en aquel entonces nadie tomaba cerveza con hielo). Ya que después los socios pedían una limonada como la de Michel "MICHELADA" esto fue como en los años 70 con el tiempo se fueron agregando salsas al gusto y le han cambiado el nombre a la original poniéndole el de "Chelada" pero en aquellos años no se conocía nada más que en San Luis Potosí su preparación en otros estados y en las playas no sabían de que se componía la bebida.
La versión más clara del origen del nombre es que simplemente significa "Mi chela helada".
Una versión menos glamorosa es la siguiente: en inglés, muy frío o "helado" se dice -chilled-, que ya pronunciado en castizo es "chiled" o "chelado"; ahora bien, contrario de la tradición que existía en Europa y el México tradicional, en Estados Unidos la cerveza se empezó a consumir muy helada, con hielo al principio y luego refrigerada cuando este invento se generalizó a mediados del siglo XX, es decir la cerveza cambió a "chilled", mientras que en la mayor parte del mundo la cerveza se consumía en ese entonces a temperatura ambiente. Esto es pues, una cerveza chelada o una -chela- es una cerveza helada (chilled beer), la que además del hielo se le adicionaría sal y limón... lo que le daría el sabor latino. Asimismo, en una versión más condimentada, se le adiciona una mezcla (mix en inglés) de salsas picantes, inglesa, de soya, etc., que todo junto la mezcla y la chela sería una cerveza Mybeerade, que pronunciado con las reglas del castellano deja claro que se trata de un Mix-chelada, Michelada pues. Lo más probable es que esta denominación venga del norte de México, muy probablemente de Monterrey, Nuevo León. De hecho aún en la actualidad en muchas partes de
México se hace una clara distinción entre una "chelada" que es una cerveza con hielo, sal y limón, respecto de una "michelada" a la que además de lo anterior se le adicionan diversas salsas que le dan una sensación más densa y sabor cargado e incluso en ocasiones picante. En algunos bares a esta mezcla se le llama "petróleo" por su color oscuro intenso, ya que se tiene mezclada en recipientes ya lista para solo ser vaciada sobre la cerveza.
La michelada varía dependiendo de la región y el país; por ejemplo, en El Salvador la michelada incluye salsa picante, salsa inglesa, jugo de limón, sal y pimienta. La boca del vaso se puede decorar con sal o con tajín. Existe otra versión que solamente incluye jugo de limón, sal y salsa picante. La mezcla siempre viene acompañada de hielo.
En Guatemala la mezcla es salsa picante, salsa inglesa, jugo de tomate, jugo de limón, sal y pimienta. En algunas partes de México se utiliza salsa picante, salsa inglesa, salsa Tabasco, jugo sazonador, chamoy e incluso una mezcla comercial de jugo de tomate y toque de ostión. También se le pueden añadir sabores de frutas tropicales como tamarindo y mango usando jugos concentrados. Por ejemplo en el estado de Oaxaca, la preparación del limón y sal recibe el nombre de "suero", en el centro del país a este suero combinado con cerveza se le conoce como michelada.
En México la michelada es solo la cerveza (preferiblemente clara o lager), combinada solamente con jugo de limón y sal. También la llamada "cubana", que incluye salsa inglesa y salsa Tabasco; el escarchado del vaso se hace con una mezcla de sal y chile piquin en polvo.
En Chile, por su parte, existe una variación que se prepara con merkén en lugar de otras salsas o picantes.
Michelada alla chilena
Ingredientes
Preparación
La preparación es muy sencilla, basta con escarchar un vaso congelado (humedecer el borde del mismo con jugo de limón para adherirle sal), añadir jugo de limón, y verter la cerveza.
Una popular versión de su origen apunta a la ciudad de San Luis Potosí, concretamente al Club Deportivo Potosino, pues se cuenta que un socio de nombre Michel Ésper (originario de Ciudad Valles) acostumbraba pedir una cerveza con limón, hielo, sal y popote en una copa llamada chabela como si fuera una limonada de cerveza, eventualmente originando el nombre de la bebida (en aquel entonces nadie tomaba cerveza con hielo). Ya que después los socios pedían una limonada como la de Michel "MICHELADA" esto fue como en los años 70 con el tiempo se fueron agregando salsas al gusto y le han cambiado el nombre a la original poniéndole el de "Chelada" pero en aquellos años no se conocía nada más que en San Luis Potosí su preparación en otros estados y en las playas no sabían de que se componía la bebida.
La versión más clara del origen del nombre es que simplemente significa "Mi chela helada".
Una versión menos glamorosa es la siguiente: en inglés, muy frío o "helado" se dice -chilled-, que ya pronunciado en castizo es "chiled" o "chelado"; ahora bien, contrario de la tradición que existía en Europa y el México tradicional, en Estados Unidos la cerveza se empezó a consumir muy helada, con hielo al principio y luego refrigerada cuando este invento se generalizó a mediados del siglo XX, es decir la cerveza cambió a "chilled", mientras que en la mayor parte del mundo la cerveza se consumía en ese entonces a temperatura ambiente. Esto es pues, una cerveza chelada o una -chela- es una cerveza helada (chilled beer), la que además del hielo se le adicionaría sal y limón... lo que le daría el sabor latino. Asimismo, en una versión más condimentada, se le adiciona una mezcla (mix en inglés) de salsas picantes, inglesa, de soya, etc., que todo junto la mezcla y la chela sería una cerveza Mybeerade, que pronunciado con las reglas del castellano deja claro que se trata de un Mix-chelada, Michelada pues. Lo más probable es que esta denominación venga del norte de México, muy probablemente de Monterrey, Nuevo León. De hecho aún en la actualidad en muchas partes de
México se hace una clara distinción entre una "chelada" que es una cerveza con hielo, sal y limón, respecto de una "michelada" a la que además de lo anterior se le adicionan diversas salsas que le dan una sensación más densa y sabor cargado e incluso en ocasiones picante. En algunos bares a esta mezcla se le llama "petróleo" por su color oscuro intenso, ya que se tiene mezclada en recipientes ya lista para solo ser vaciada sobre la cerveza.
Cositas Ricas Ilustradas |
En Guatemala la mezcla es salsa picante, salsa inglesa, jugo de tomate, jugo de limón, sal y pimienta. En algunas partes de México se utiliza salsa picante, salsa inglesa, salsa Tabasco, jugo sazonador, chamoy e incluso una mezcla comercial de jugo de tomate y toque de ostión. También se le pueden añadir sabores de frutas tropicales como tamarindo y mango usando jugos concentrados. Por ejemplo en el estado de Oaxaca, la preparación del limón y sal recibe el nombre de "suero", en el centro del país a este suero combinado con cerveza se le conoce como michelada.
En México la michelada es solo la cerveza (preferiblemente clara o lager), combinada solamente con jugo de limón y sal. También la llamada "cubana", que incluye salsa inglesa y salsa Tabasco; el escarchado del vaso se hace con una mezcla de sal y chile piquin en polvo.
En Chile, por su parte, existe una variación que se prepara con merkén en lugar de otras salsas o picantes.
Michelada alla chilena
Ingredientes
- 1 litro de cerveza bien fría
- 2 limones
- Sal
- Merkén
Preparación
- Lleva los vasos al congelador durante unos 15 minutos, para que estén bien fríos.
- Exprime el jugo de 1½ limón y reserva.
- Coloca la sal mezclada con el Merkén en un plato.
- Cuando los vasos estén bien frios, pasa un trozo de limón por los bordes y luego posa el vaso por el platito con sal y Merkén.
- Reparte el jugo de limón en partes iguales y finalmente agrega la cerveza bien fría.
- Puedes espolvorear un poquito más de Merkén al centro.
Nota
- Puede agregar también algunas gotas de salsa tipo tabasco
La técnica de Servicio
En el servicio de la cerveza entran en juego tres factores determinantes:
Una vez elegida la copa y que la temperatura de la cerveza es la óptima para su consumo, queda el servicio de la cerveza mediante la técnica adecuada. Una de las características que ha de presentar la cerveza una vez en servida en copa es la capa de espuma que corona la superficie, y que ha de alcanzar entorno a los 2,5 cm. de espesor como criterio general, dependiendo del tipo de cerveza y la copa utilizada. La espuma ideal debe permanecer en la copa durante un tiempo antes de desvanecerse y debe dejar también su huella en forma de aros adheridos en las paredes del recipiente. La espuma es una muestra representativa de la calidad, la fermentación a la que fue sometida la cerveza y el tipo de cerveza, ya que no todos los estilos generan la misma cantidad de espuma, y no todas las copas y vasos favorecen del mismo modo la formación de espuma. Una máxima que ha de cumplirse obligatoriamente es que el recipiente donde sea servida la cerveza ha de estar limpio y completamente libre de rastros de suciedad y de jabón, puesto que los residuos oleaginosos contribuyen a destruir la espuma e interfieren en la percepción de las cualidades organolépticas de la cerveza. La espuma es fundamental en el servicio, no sólo desde el punto de vista estético. También responde a una importante cualidad que ayuda a la cerveza a protegerla del contacto con el aire y por consiguiente de la oxidación, contribuyendo a mantener el carbónico y a preservar los aromas y sabores durante más tiempo.
Para obtener una buena capa de espuma coronando la cerveza, se precisa de una técnica basada en un movimiento suave y cuidadoso, en apariencia sencilla, pero que requiere la suficiente práctica.
Para el servicio en botella, es necesario inclinar el vaso unos 45º aproximadamente, colocar la botella sobre el vaso a unos 15 cm de distancia, volcarla delicadamente y tratar de que el líquido, cuando comienza a manar de la botella, golpee el recipiente en un punto intermedio (entre la base y la boca) del costado interior del vaso. El caudal del chorro debería ser lento y más o menos constante, hasta el momento en el que el líquido acumulado en el interior del recipiente alcance el nivel del punto donde impacta la cerveza. En ese momento el vaso se debería inclinar lentamente hasta recuperar de nuevo la posición vertical. Si se ha realizado correctamente el proceso, la cerveza comenzará a tener una capa de espuma. A continuación se continua sirviendo el contenido con cuidado, golpeando la cerveza en este caso en el propio líquido de la copa, ayudando a crecer la espuma a medida que se llena el vaso, hasta alcanzar la amplitud buscada.
En el caso de que la cerveza sea una cerveza que refermente en botella y que contenga restos de levadura en el interior se puede optar por dejar los posos de levadura en la parte inferior de la botella y no servirlos. Para ello, es aconsejable que anteriormente la botella haya sido almacenada en lugar fresco y en posición vertical, favoreciendo la decantación de los restos de levadura. La otra opción es servir la cerveza hasta que quede una cuarta parte del contenido en el interior y a continuación remover en círculos la botella para que los restos de levadura queden diluidos en la cerveza que faltaba por servir. Posteriormente se continúa sirviendo la especie de crema que se ha formado, añadiendo un aspecto más cremoso y turbio a la cerveza. Esta suele ser una técnica muy habitual en el servicio de las cervezas de trigo Hefe-Weizen bávaras que no están filtradas, y que continúan teniendo levadura en el interior de la botella.
- La copa elegida para el servicio.
- La temperatura a la que se sirve la cerveza.
- La técnica a la hora de servir
Una vez elegida la copa y que la temperatura de la cerveza es la óptima para su consumo, queda el servicio de la cerveza mediante la técnica adecuada. Una de las características que ha de presentar la cerveza una vez en servida en copa es la capa de espuma que corona la superficie, y que ha de alcanzar entorno a los 2,5 cm. de espesor como criterio general, dependiendo del tipo de cerveza y la copa utilizada. La espuma ideal debe permanecer en la copa durante un tiempo antes de desvanecerse y debe dejar también su huella en forma de aros adheridos en las paredes del recipiente. La espuma es una muestra representativa de la calidad, la fermentación a la que fue sometida la cerveza y el tipo de cerveza, ya que no todos los estilos generan la misma cantidad de espuma, y no todas las copas y vasos favorecen del mismo modo la formación de espuma. Una máxima que ha de cumplirse obligatoriamente es que el recipiente donde sea servida la cerveza ha de estar limpio y completamente libre de rastros de suciedad y de jabón, puesto que los residuos oleaginosos contribuyen a destruir la espuma e interfieren en la percepción de las cualidades organolépticas de la cerveza. La espuma es fundamental en el servicio, no sólo desde el punto de vista estético. También responde a una importante cualidad que ayuda a la cerveza a protegerla del contacto con el aire y por consiguiente de la oxidación, contribuyendo a mantener el carbónico y a preservar los aromas y sabores durante más tiempo.
Para obtener una buena capa de espuma coronando la cerveza, se precisa de una técnica basada en un movimiento suave y cuidadoso, en apariencia sencilla, pero que requiere la suficiente práctica.
Para el servicio en botella, es necesario inclinar el vaso unos 45º aproximadamente, colocar la botella sobre el vaso a unos 15 cm de distancia, volcarla delicadamente y tratar de que el líquido, cuando comienza a manar de la botella, golpee el recipiente en un punto intermedio (entre la base y la boca) del costado interior del vaso. El caudal del chorro debería ser lento y más o menos constante, hasta el momento en el que el líquido acumulado en el interior del recipiente alcance el nivel del punto donde impacta la cerveza. En ese momento el vaso se debería inclinar lentamente hasta recuperar de nuevo la posición vertical. Si se ha realizado correctamente el proceso, la cerveza comenzará a tener una capa de espuma. A continuación se continua sirviendo el contenido con cuidado, golpeando la cerveza en este caso en el propio líquido de la copa, ayudando a crecer la espuma a medida que se llena el vaso, hasta alcanzar la amplitud buscada.
En el caso de que la cerveza sea una cerveza que refermente en botella y que contenga restos de levadura en el interior se puede optar por dejar los posos de levadura en la parte inferior de la botella y no servirlos. Para ello, es aconsejable que anteriormente la botella haya sido almacenada en lugar fresco y en posición vertical, favoreciendo la decantación de los restos de levadura. La otra opción es servir la cerveza hasta que quede una cuarta parte del contenido en el interior y a continuación remover en círculos la botella para que los restos de levadura queden diluidos en la cerveza que faltaba por servir. Posteriormente se continúa sirviendo la especie de crema que se ha formado, añadiendo un aspecto más cremoso y turbio a la cerveza. Esta suele ser una técnica muy habitual en el servicio de las cervezas de trigo Hefe-Weizen bávaras que no están filtradas, y que continúan teniendo levadura en el interior de la botella.
La temperatura de Servicio
En el servicio de la cerveza entran en juego tres factores determinantes:
Sin duda otro de los aspectos más importantes en un correcto servicio de una cerveza es la temperatura a la que es servida, lo que en muchas ocasiones suele dar muchos quebraderos de cabeza a los hosteleros. Todas las cervezas no han de servirse a la misma temperatura. Cada cerveza en función del estilo al que pertenece requiere una temperatura de servicio determinada.
Las cervezas de Tipo Ale (de alta fermentación), cervezas con más matices que las cervezas de Tipo Lager (de baja fermentación) y que, si se sirven frías, pierden varias de sus propiedades organolépticas, siendo recomendable su temperatura de servicio a partir de los 7ºC.
Hay cervezas que están pensadas para refrescar aparte de ofrecer un atractivo sabor, como las premium lager, las pilsen o las weizen de trigo, mientras que otras cervezas están elaboradas pensando en un consumo más pausado, para poder apreciar toda su complejidad sensorial. Las cervezas del primer grupo han de servirse a temperaturas frías o frescas precisamente para preservar una de sus características, la capacidad de refrescar. Las cervezas del segundo grupo han de servirse sin embargo a temperaturas más elevadas, superando en algunos casos los 12ºC y 14ºC, ya que el frío es el principal enemigo a la hora de captar la riqueza de matices que ofrecen muchas cervezas, al anular en gran medida los aromas y sabores.
De forma general se puede establecer una relación entre la graduación alcohólica de la cerveza y su temperatura de servicio, de modo que las cerveza de alta graduación, por lo general más complejas, deben servirse a una temperatura más elevada, mientras que las cervezas más ligeras y con menor contenido alcohólico, han de servirse a temperaturas más bajas.
Las temperaturas exageradamente frías sólo ayudan a esconder aromas y sabores no deseados. El aroma, que a la vez es factor importante del sabor, llega a nuestra nariz gracias a moléculas volátiles suspendidas en el aire liberadas por los alimentos sólidos y líquidos. Un muy bajo porcentaje de estos volátiles se liberan a temperaturas muy frías o cercanas al punto de congelamiento.
Las lagers industriales de consumo masivo y las llamadas cervezas light tienen la función sólo de refrescar y nunca de exaltar nuestros sentidos, así que lo usual es beberlas ‘al polo’.
Tener en cuenta que las temperaturas indicadas corresponden a las botellas.
- La copa elegida para el servicio.
- La temperatura a la que se sirve la cerveza.
- La técnica a la hora de servir
La temperatura de Servicio
Las cervezas de Tipo Ale (de alta fermentación), cervezas con más matices que las cervezas de Tipo Lager (de baja fermentación) y que, si se sirven frías, pierden varias de sus propiedades organolépticas, siendo recomendable su temperatura de servicio a partir de los 7ºC.
Hay cervezas que están pensadas para refrescar aparte de ofrecer un atractivo sabor, como las premium lager, las pilsen o las weizen de trigo, mientras que otras cervezas están elaboradas pensando en un consumo más pausado, para poder apreciar toda su complejidad sensorial. Las cervezas del primer grupo han de servirse a temperaturas frías o frescas precisamente para preservar una de sus características, la capacidad de refrescar. Las cervezas del segundo grupo han de servirse sin embargo a temperaturas más elevadas, superando en algunos casos los 12ºC y 14ºC, ya que el frío es el principal enemigo a la hora de captar la riqueza de matices que ofrecen muchas cervezas, al anular en gran medida los aromas y sabores.
De forma general se puede establecer una relación entre la graduación alcohólica de la cerveza y su temperatura de servicio, de modo que las cerveza de alta graduación, por lo general más complejas, deben servirse a una temperatura más elevada, mientras que las cervezas más ligeras y con menor contenido alcohólico, han de servirse a temperaturas más bajas.
Mas alcohol, mas calientes; menos alcohol mas frias. |
Las lagers industriales de consumo masivo y las llamadas cervezas light tienen la función sólo de refrescar y nunca de exaltar nuestros sentidos, así que lo usual es beberlas ‘al polo’.
Tener en cuenta que las temperaturas indicadas corresponden a las botellas.
- De 3°C a 7°C: muchos dirán que la temperatura inicial es 4°C, pero la temperatura inicial recomendada por la Brewers Association es 38°F y eso equivale a 3.33°C, no a 4°C. Aquí están las cervezas refrescantes y/o efervescentes como las de estilo Pale Lager, Pilsner, Kölsch, Blonde Ale, Weißbier, American Wheat, Belgian Pale Ale y Witbier. Siendo estos dos últimos estilos de origen belga, lo recomendable es entre 5°C y 6°C. Retirar la cerveza del refrigerador y servirla en un vaso limpio sin refrigerar nos ayudará a lograr la temperatura adecuada pues el servicio en cristalería subirá la temperatura de la cerveza en al menos 2°C.
- De 7°C a 9°C: aquí tenemos ya a las cervezas que nos deben brindar una sensación fresca y que además deben entregarnos esos ansiados aromas de malta. Tenemos aquí los estilos American Pale Ale, Amber and Red Ale, Amber Lager, California Common, Bock, Dopplebock, Brown Ale, Maibock, Märze, Oktoberfest, Sour Ale, IPA y Double IPA. Los dos últimos estilos, nuevamente, corresponden a las temperaturas más altas de este rango. Se recomienda retirar la cerveza de la refrigeradora 15 minutos antes de abrirla.
- De 9°C a 11°C: en este rango de temperatura se encuentran la mayoría de estilos belgas (Belgian Strong Golden Ale, Tripel, Dubbel, Winter Seasonal Beer) y los estilos Stout y Porter en sus versiones básicas. Nótese que el color y la carga alcohólica van subiendo de intensidad al mismo tiempo que la temperatura de servicio va subiendo. Estas cervezas merecen que ustedes tengan la paciencia necesaria para sacarlas del refrigerador media hora antes de servirla.
- De 11°C a 13°C: y llegamos a la tan famosa ‘temperatura de cava’ o temperatura ambiente en algunas zonas del globo dependiendo de la estación y la latitud geográfica. En este rango de temperatura serviremos las cervezas de estilo British Bitter (las del ya mencionado pub inglés), Barley Wine, Imperial Stout y Belgian Dark Strong Ale. Aquí se recomienda realizar todo el ritual: retirar la botella del frío 45 minutos antes de destaparla, ir en busca de la cristalería adecuada, revisar que ésta se encuentre escrupulosamente limpia, darle un último enjuague para asegurarnos, disponer adecuadamente el espacio donde se va a beber, ir en busca de la persona que nos acompañará en el placer de beber la cerveza (de preferencia ya debe estar en casa), destapar la botella, servir, contemplar, sujetar la copa con ambas manos abrigando la cerveza y comenzar ahora sí el disfrute.
La copa de servicio de la cerveza
En el servicio de la cerveza entran en juego tres factores determinantes:
Según su forma, dimensiones y capacidad nos permitirá realzar al máximo las cualidades organolépticas de la cerveza (olor, sabor, color), así como resaltar la espuma que genera la cerveza al servirla.
Disponer de un vástago que sirva para evitar que el calor del cuerpo de la mano del bebedor caliente la cerveza.
En general, podríamos decir que las cervezas de fermentación alta se sirven en vasos de copa ancha para apreciar los aromas (por ejemplo, tulipas, copas), mientras que para las de fermentación baja se utilizan más vasos delgados y largos que favorece la efervescencia, la ascensión de las brubujas (por ejemplo, vaso Pilsner).
Los vasos para cerveza tienen dos funciones:
Espuma y Compuestos Volatiles
Es aconsejable optar por el vidrio, cuanto más fino mejor. La transparencia del cristal permite apreciar mejor la tonalidad, la carbonatación y la espuma de la cerveza. Dada la enorme variedad ofrecida por la cerveza a través de sus numerosos estilos, la cristalería diseñada para ella también ofrece una gran diversidad de formas y tamaños. En este aspecto, los belgas son los grandes expertos, y quienes llevan este factor hasta el extremo, manteniendo prácticamente una copa para cada marca de cerveza y sus respectivas cervezas.
Capacidad
Las jarras y vasos de gran capacidad están pensados especialmente para el consumo de cervezas ligeras, de contenido alcohólico bajo o moderado, como las german pilsner, las weizen o las bitter británicas, por ejemplo, mientras que las cervezas más potentes y alcohólicas, se deberían consumir en vasos y copas de capacidad limitada. Por tanto podríamos establecer una relación entre el tamaño de la copa y la potencia de la cerveza por razones obvias, así como por razones estéticas.
Formas
En cuanto a la forma de la copa, vaso o jarra utilizada es si cabe más importante que el tamaño, ya que cada estilo de cerveza en función de sus atributos, tiene asociado un tipo de copa cuyo diseño y forma está concebido para el disfrute máximo de las cualidades de la cerveza. Así por ejemplo, las cervezas complejas y aromáticas como la ales añejadas en barrica o las barley wine, requieren una copa de tipo “sniffer” que permite retener los aromas durante mayor tiempo, o las ales trapenses, requieren una copa con forma de caliz, con la boca abierta, que permite evaporar el alcohol, para que no interfiera con el resto de matices que aportan estas complejas cervezas.
Caliz
Son copas anchas y grandes con pareces gruesas muy adecuadas para servir cervezas espesas como las ales belgas y las bock alemanas.
Estan pensados para soportar una espuma de 2cms por encima del borde y así poder mantener la cerveza una corriente eterna de burbujas y permiten apreciar todas las cualidades de la cerveza.
Por su formato, el aroma se despliega por la superficie, apreciar su bouquet, y se exaltan los colores del líquido. Estas copas resultan adecuadas para las cervezas de sabor más intenso.
Ventajas: Buena retención de la espuma y permite saborear con profundos sorbos.
Oversized o Copa Abierta
Copa abierta empleada para servir una cerveza trapense o incluso de abadia.
¿Cristaleria de vino para la cerveza? Sí, una enorme copa de vino de 22oz será la más conveniente para servir la mayoría de la Ales belga.
Su tamaño le deja lugar libre a la espuma, mientras que su cuerpo abierto crea un espacio para jugar con los aroma. Muchos de los bares mas elegantes de cerveza están sirviendo su Ales belga en estas copas.
Estas copas cortas y anchas son bastantes confortables ayudan a apreciar los colores de las cervezas mantienen una buena capa de espuma y resaltan los aromas..
- La copa elegida para el servicio.
- La temperatura a la que se sirve la cerveza.
- La técnica a la hora de servir
La copa
Según su forma, dimensiones y capacidad nos permitirá realzar al máximo las cualidades organolépticas de la cerveza (olor, sabor, color), así como resaltar la espuma que genera la cerveza al servirla.
Disponer de un vástago que sirva para evitar que el calor del cuerpo de la mano del bebedor caliente la cerveza.
En general, podríamos decir que las cervezas de fermentación alta se sirven en vasos de copa ancha para apreciar los aromas (por ejemplo, tulipas, copas), mientras que para las de fermentación baja se utilizan más vasos delgados y largos que favorece la efervescencia, la ascensión de las brubujas (por ejemplo, vaso Pilsner).
Los vasos para cerveza tienen dos funciones:
- Primero, presentan la cerveza como la mejor. Majestuosa, con su corona de espuma retenida, con colores vivos, con presencia de carbónico, con cuerpo, etc.
- Segundo, manipulan el olor y el sabor de la cerveza. Casi toda la experiencia degustativa cuando probamos una cerveza pasa por la nariz y la boca, y el vaso de cerveza que usemos contribuye enormemente a realzar los atributos y matices escondidos de la misma. En esto tiene mucho que ver la espuma ya que al echar la cerveza, esta actúa como una red para muchos volátiles de la cerveza. Estos son compuestos que se evaporan de la cerveza para crear su aroma, como aceites de lúpulo, toda clase de derivados de la fermentación con levaduras como el alcohol, esteres afrutados, especias u otros aditivos. Por lo tanto, un vaso que promueve una espuma saludable puede provocar la captura de muchos de esos volátiles.
Espuma y Compuestos Volatiles
Los estudios científicos demuestran que la forma de la cristalería afectan el desarrollo y la retención de la espuma.
La espuma creada vertiendo una cerveza actúa como red para muchos de los compuestos volátiles que se encuentran en la cerveza.
Los Compuestos Volátiles son compuestos que se evaporan de la cerveza para crear su aroma, por ejemplo los aceites del lúpulo o los compuestos producidos durante la fermentación como el alcohol, los fusels y ésteres de sabor a fruta, especias u otras adiciones.
Un vaso que promueve una sana espuma puede aumentar la apreciacion de ciertos volátiles. Y como los niveles de retención de la espuma varia con los diversos estilos de cervezas, por consiguiente se deben usar diversos estilos de vasos.
Vidrio para ver mejorUn vaso que promueve una sana espuma puede aumentar la apreciacion de ciertos volátiles. Y como los niveles de retención de la espuma varia con los diversos estilos de cervezas, por consiguiente se deben usar diversos estilos de vasos.
Es aconsejable optar por el vidrio, cuanto más fino mejor. La transparencia del cristal permite apreciar mejor la tonalidad, la carbonatación y la espuma de la cerveza. Dada la enorme variedad ofrecida por la cerveza a través de sus numerosos estilos, la cristalería diseñada para ella también ofrece una gran diversidad de formas y tamaños. En este aspecto, los belgas son los grandes expertos, y quienes llevan este factor hasta el extremo, manteniendo prácticamente una copa para cada marca de cerveza y sus respectivas cervezas.
Capacidad
Las jarras y vasos de gran capacidad están pensados especialmente para el consumo de cervezas ligeras, de contenido alcohólico bajo o moderado, como las german pilsner, las weizen o las bitter británicas, por ejemplo, mientras que las cervezas más potentes y alcohólicas, se deberían consumir en vasos y copas de capacidad limitada. Por tanto podríamos establecer una relación entre el tamaño de la copa y la potencia de la cerveza por razones obvias, así como por razones estéticas.
Formas
En cuanto a la forma de la copa, vaso o jarra utilizada es si cabe más importante que el tamaño, ya que cada estilo de cerveza en función de sus atributos, tiene asociado un tipo de copa cuyo diseño y forma está concebido para el disfrute máximo de las cualidades de la cerveza. Así por ejemplo, las cervezas complejas y aromáticas como la ales añejadas en barrica o las barley wine, requieren una copa de tipo “sniffer” que permite retener los aromas durante mayor tiempo, o las ales trapenses, requieren una copa con forma de caliz, con la boca abierta, que permite evaporar el alcohol, para que no interfiera con el resto de matices que aportan estas complejas cervezas.
Caliz
Son copas anchas y grandes con pareces gruesas muy adecuadas para servir cervezas espesas como las ales belgas y las bock alemanas.
Estan pensados para soportar una espuma de 2cms por encima del borde y así poder mantener la cerveza una corriente eterna de burbujas y permiten apreciar todas las cualidades de la cerveza.
Por su formato, el aroma se despliega por la superficie, apreciar su bouquet, y se exaltan los colores del líquido. Estas copas resultan adecuadas para las cervezas de sabor más intenso.
Ventajas: Buena retención de la espuma y permite saborear con profundos sorbos.
- Belga IPA
- Belga fuerte Dark Ale
- Dubbel
- Quadrupel
- Tripel
Oversized o Copa Abierta
Copa abierta empleada para servir una cerveza trapense o incluso de abadia.
¿Cristaleria de vino para la cerveza? Sí, una enorme copa de vino de 22oz será la más conveniente para servir la mayoría de la Ales belga.
Su tamaño le deja lugar libre a la espuma, mientras que su cuerpo abierto crea un espacio para jugar con los aroma. Muchos de los bares mas elegantes de cerveza están sirviendo su Ales belga en estas copas.
Estas copas cortas y anchas son bastantes confortables ayudan a apreciar los colores de las cervezas mantienen una buena capa de espuma y resaltan los aromas..
- American Double / Imperial IPA
- American Double / Imperial Stout
- Wild American Ale
- Dark Ale belga
- Belga IPA
- Belga Pale Ale
- Belga fuerte Dark Ale Bière de Grade
- Braggot
- Eisbock
- Inglés Barleywine
- Old Ale
- Saison / Ale Hacienda
- Vino Trigo
Globo, Balon o Snifter
Se utiliza para brandy o coñac. Se popularizo en el siglo XX. Estas copas de gran bola y boca estrecha son perfectos para capturar los aromas fuertes de las cervezas inglesas. Gran volúmen dejando espacio para agitar en remolino. Es excelente para cervezas como Barley Wines e Imperial Stout.
Ventajas: Captura y realze de aromas volátiles.
Su fondo redondo fue diseñado para facilitar el traspaso de calor desde la mano hacia el contenido, la boca serrada ayuda a retener los aromas. (para cervezas de más de 8% de alcohol).
Tulipa
Copa adecuada para servir cualquier tipo de ale belga, cerveza de frutas o una Biere de Garde, es especial para cervezas de sabores fuertes con mucha malta, ya que ayuda a atrapar los sabores dulces mientras conserva la espuma.
Por el estrechamiento que este vaso tiene en el cuello, el líquido demora en calentarse y ayuda a retener los aromas. Además, favorece la formación de burbujas, la concentración de sabores y asegura que la capa superior de espuma sea más gruesa. Su boca ayuda el beber y eleva la experiencia del sabor.
Es ideal para las cervezas con cuerpo y espuma cremosa. Las Ales escocesa se sirve a menudo en un "vaso Thistle" que es un una copa tulipa modificada para asemejarla a la flor nacional de Escocia.
Ventajas: Facilita la retención y el realce de volátiles, mientras que mantiene espuma.
Stange o Tubo
Vaso alemán largo y estrecho, adecuado para una pilsen o cualquier otro tipo de cerveza lager.
Amplifica los matices de la malta y el lúpulo.
Los vasos altos, tipo tubo, son ideales para cervezas más delicadas ya que por su formato angosto permiten concentrar su sabor. El vaso tubo destaca el brillo, facilita la formación de espuma y es adecuado para degustar cervezas aromáticas.
Ventajas: Una concentración más apretada de volátiles.
Flauta
El mundo de la elegancia del champán se presta a ciertos tipos de cerveza. La forma, larga y estrecha, garantiza que no se disipe con demasiada rapidez la carbonatación, es el preferido para servir cervezas frutadas y gaseosas. Es un poco mas corto que el tradicional de champan.
Ventajas: Realza y ayuda a apreciar la carbonatación. Libera volátiles rápidamente para darnos un aroma más intenso.
Vaso Pilsen - Pilsner
Por su formato angosto en la base y el ensanchamiento en la parte superior, alto, delgado y cónico , en forma de trompeta, no deja escapar la carbonatación y se aprecian mejor la claridad y los colores de una Pilsen, manteniendo al mismo tiempo la retencion de su espuma.
El vaso pilsen es el indicado para apreciar la calidad, el brillo y la espuma de una buena cerveza, por lo que se recomienda utilizarlo para beber cervezas cristalinas.
Ventajas: Favorece la apreciación del color, la claridad y la carbonatación. Promueve la retención principal. Realza la percepción de volátiles, el diseño del vaso permite que los aromas se dirijan a la nariz mientras se bebe.
Pokal
Un Pokal es un vaso de European Pilsner con pie. En el siglo XIX estos fueron asociados con las cervezas bock y resalta los sabores dulces mientras mantiene la espuma de esta. Por lo general los vasos más pequeños son para cervezas más fuertes .
Vaso Weizen
Nada mejor que servir su Weizenbier (cerveza del trigo) en un auténtico vaso Babavian Weizen. Este vaso es el favorito de los estilos alemanes de trigo.
Con su longitud y sus finas paredes, permite apreciar el color de la cerveza, su forma ayuda a mostrar los aromas como clavo de olor y banana que tienen estos estilos. Su boca amplia y la forma del vaso le da además mucho espacio para mantener una buena mullida y atractiva espuma asociada al estilo.
La mayoría son 0.5L , con variaciones leves de tamaños. Es mucho más alto que el vaso de la pinta, muy estrecho en el fondo y levemente más ancho en la tapa. Debido a su forma alargada, atrapa fácilmente el aroma y es visualmente muy agradable.
Ventajas: Producido específicamente para darle volumen a la espuma, y poder disfrutar de los aromas a banana y fenólicos propios del estilo.
Jarra o Chopp
Este vaso es típicamente utilizado para los estilos Alemanes de cerveza está fabricado de un vidrio grueso, fuerte, robusto y grande el cual permite choques de vasos. Tiene la forma de una gran taza con asa que impide que el calor de la mano caliente la cerveza. Está concebido para cervezas suaves, refrescantes, livianas y con poco dejo de sabor.
Es ideal para cervezas "tiradas". Para añadirles dureza, El diseño es el más tradicional se moldean con una capa exterior de cristal a modo de mosaicos. Seidel es un Chopp aleman, mientras que un Stein es un Chopp de ceramica que suele tener tapa, pero no produce ningún beneficio a la cerveza, su uso se remonta a la peste negra para evitar que las moscas cayesen a ella, pero se ha mantenido como adorno hasta nuestros días.
Ventajas: Durabilidad . Fácil de beber debido a su ancha boca y mucho volumen
Stein: Son las jarras de cerámica, gres, porcelana o, incluso, estaño, plata y madera. Algunas de estas jarras tienen una tapa, que apareció durante la época de la peste negra y cuya utilidad era evitar que las moscas o pulgas cayeran dentro del recipiente. Hoy en día tienen mucha función decorativa.
Mass o Maß: Son jarras de aproximadamente 1 litro de capacidad. Grande, robusta y fuerte, es conocida por ser la que se usa en grandes festivales como el Oktoberfest de Munich.
Seidel: Tiene aproximadamente la mitad de la Mass. Está fabricada en vidrio liso y grueso que permite los "choques" o "brindis" entre ellas; además tiene una base muy robusta.
Mug: Hay de varias medidas, pero lo normal es la de aproximadamente 1/2 litro. Suele tener "hoyuelos" en todo el cuerpo. Un clásico americano.
Pinta Británica
Vaso cilindrico que fue adoptado por los bares cerca de 1960, con una ligera conicidad en la boca. Esta boca grande proporciona una buena capa de espuma y facilita el beber. Estos son los vasos cuyo formato es clasico;
Favorecen la formación de una espuma consistente y permiten apreciar las caracteristicas del líquido.
Becker, Nonic o Tumbler. El tumbler americano es la pinta mas comun ( 16 oz ) un poco mas altas y angostas y de 0.5l en general, Nonic el de 20 oz Imperial, 568ml, que tiene una ligera cresta en la parte superior, un tipo de agarre y ayuda para facilitar el apilamiento e impide que se deslice. Becker es el equivalente alemán.
Ventajas: Barato para hacer. Fácil almacenar. Fácil beber.
Pinta Irlandesa - Tulipa
Es un vaso similar, pero ligeramente diferente a la Pinta Imperial Británica. Vaso del siglo XX. Se caracteriza por la poca superficie que tiene para agarrarlo por lo que decrece el traspaso de calor, permitiendo que la cerveza conserve su temperatura por más tiempo. La boca grande proporciona una buena capa de espuma y facilita el beber. Vidrio fino, delicado, poco resistente. Es el típico vaso para Guinness (Irish Stout). También puede usarse para muchas cervezas Porter.
Pinta Americana
Este vaso es el que la mayoría de la gente conoce como el típico vaso para una pinta de cerveza. Se caracteriza por la poca superficie que tiene para agarrarlo por lo que decrece el traspaso de calor, permitiendo que la cerveza conserve su temperatura por más tiempo. La boca grande proporciona una buena capa de espuma y facilita el beber. Pero al ser largo y ancho, muchos aromas y sabores se pierden. Por lo general son de cristal grueso, resistente y facil de apilar y almacenar. Barato para hacer.
Normalmente se usa para ipas o ales americanas.
Tumbler - Vaso Frances de Jalea
Como su nombre lo indica este vaso fue utilizado en un principio para jaleas de frutas, cuando no eran utilizados para estos propósitos los granjeros los usaban para el beber. Este vaso es típicamente utilizado para cervezas blancas o claras. Es un vaso utilizado para la cerveza de trigo belga Hoegaarden.
Se utiliza para brandy o coñac. Se popularizo en el siglo XX. Estas copas de gran bola y boca estrecha son perfectos para capturar los aromas fuertes de las cervezas inglesas. Gran volúmen dejando espacio para agitar en remolino. Es excelente para cervezas como Barley Wines e Imperial Stout.
Ventajas: Captura y realze de aromas volátiles.
Su fondo redondo fue diseñado para facilitar el traspaso de calor desde la mano hacia el contenido, la boca serrada ayuda a retener los aromas. (para cervezas de más de 8% de alcohol).
- American Barleywine
- American Double / Imperial IPA
- American Double / Imperial Stout
- American Strong Ale
- Dark Ale belga
- Belga Pale Ale
- Belga fuerte Dark Ale
- Belga fuerte Pale Ale
- Braggot
- Eisbock
- Barleywine
- Flandes Oud Bruin
- Flandes Red Ale
- Exteriores / Export Stout
- Gueuze
- Lambic - Frutas
- Old Ale
- Quadrupel
- Rusia Imperial Stout
- Scotch Ale / Wee Heavy
- Tripel
- Vino Trigo
Tulipa
Copa adecuada para servir cualquier tipo de ale belga, cerveza de frutas o una Biere de Garde, es especial para cervezas de sabores fuertes con mucha malta, ya que ayuda a atrapar los sabores dulces mientras conserva la espuma.
Por el estrechamiento que este vaso tiene en el cuello, el líquido demora en calentarse y ayuda a retener los aromas. Además, favorece la formación de burbujas, la concentración de sabores y asegura que la capa superior de espuma sea más gruesa. Su boca ayuda el beber y eleva la experiencia del sabor.
Es ideal para las cervezas con cuerpo y espuma cremosa. Las Ales escocesa se sirve a menudo en un "vaso Thistle" que es un una copa tulipa modificada para asemejarla a la flor nacional de Escocia.
Ventajas: Facilita la retención y el realce de volátiles, mientras que mantiene espuma.
- American Double / Imperial IPA
- Wild American Ale
- Dark Ale belga
- Belga IPA
- Belga Pale Ale
- Belga fuerte Dark Ale
- Belga fuerte Pale Ale
- Bière de Grade
- Flandes Oud Bruin
- Flandes Red Ale
- Gueuze
- Lambic - Frutas
- Quadrupel
- Saison / Ale Hacienda
- Scotch Ale / Wee Heavy
Stange o Tubo
Vaso alemán largo y estrecho, adecuado para una pilsen o cualquier otro tipo de cerveza lager.
Amplifica los matices de la malta y el lúpulo.
Los vasos altos, tipo tubo, son ideales para cervezas más delicadas ya que por su formato angosto permiten concentrar su sabor. El vaso tubo destaca el brillo, facilita la formación de espuma y es adecuado para degustar cervezas aromáticas.
Ventajas: Una concentración más apretada de volátiles.
- Altbier
- Bock
- Checa Pilsener
- Faro
- Gose
- Gueuze
- Kölsch
- Lambic - Frutas
- Lambic-Gueuze Unblended
- Rauchbier
- Rye Beer
Flauta
El mundo de la elegancia del champán se presta a ciertos tipos de cerveza. La forma, larga y estrecha, garantiza que no se disipe con demasiada rapidez la carbonatación, es el preferido para servir cervezas frutadas y gaseosas. Es un poco mas corto que el tradicional de champan.
Ventajas: Realza y ayuda a apreciar la carbonatación. Libera volátiles rápidamente para darnos un aroma más intenso.
- Wild American Ale
- Bière de Champagne / Bière Brut
- Bock
- Checa Pilsener
- Doppelbock
- Dortmunder / exportación Lager
- Eisbock
- Euro fuerte Lager
- Faro
- Flandes Oud Bruin
- Flandes Red Ale
- Alemán Pilsener
- Gueuze
- Lambic - Frutas
- Lambic-Gueuze Unblended
- Maibock / Helles Bock
- Munich Dunkel Lager
- Munich Helles Lager
- Schwarzbier
- Viena Lager
- Weizenbock
Vaso Pilsen - Pilsner
Por su formato angosto en la base y el ensanchamiento en la parte superior, alto, delgado y cónico , en forma de trompeta, no deja escapar la carbonatación y se aprecian mejor la claridad y los colores de una Pilsen, manteniendo al mismo tiempo la retencion de su espuma.
El vaso pilsen es el indicado para apreciar la calidad, el brillo y la espuma de una buena cerveza, por lo que se recomienda utilizarlo para beber cervezas cristalinas.
Ventajas: Favorece la apreciación del color, la claridad y la carbonatación. Promueve la retención principal. Realza la percepción de volátiles, el diseño del vaso permite que los aromas se dirijan a la nariz mientras se bebe.
- All American Lager - malta
- American Amber / Red Lager
- American Double / Imperial Pilsner
- American Lager Macro
- American Malt Liquor
- Bock
- California Common / vapor cerveza
- Checa Pilsener
- Doppelbock
- Dortmunder / exportación Lager
- Euro Dark Lager
- Euro Pale Lager
- Euro fuerte Lager
- Alemán Pilsener
- Happoshu
- Arroz japonés Lager
- Light Lager
- Cerveza sin alcohol
- Maibock / Helles Bock
- Munich Dunkel Lager
- Munich Helles Lager
- Schwarzbier
- Viena Lager
- Witbier
Pokal
Un Pokal es un vaso de European Pilsner con pie. En el siglo XIX estos fueron asociados con las cervezas bock y resalta los sabores dulces mientras mantiene la espuma de esta. Por lo general los vasos más pequeños son para cervezas más fuertes .
- All American Lager - malta
- American Amber / Red Lager
- American Double / Imperial Pilsner
- American Lager Macro
- American Malt Liquor
- Bock
- California Common / vapor cerveza
- Checa Pilsener
- Doppelbock
- Dortmunder / exportación Lager
- Euro Dark Lager
- Euro Pale Lager
- Euro fuerte Lager
- Alemán Pilsener
- Happoshu
- Arroz japonés Lager
- Light Lager
- Maibock / Helles Bock
- Munich Dunkel Lager
- Munich Helles Lager
- Schwarzbier
- Viena Lager
- Witbier
Vaso Weizen
Nada mejor que servir su Weizenbier (cerveza del trigo) en un auténtico vaso Babavian Weizen. Este vaso es el favorito de los estilos alemanes de trigo.
Con su longitud y sus finas paredes, permite apreciar el color de la cerveza, su forma ayuda a mostrar los aromas como clavo de olor y banana que tienen estos estilos. Su boca amplia y la forma del vaso le da además mucho espacio para mantener una buena mullida y atractiva espuma asociada al estilo.
La mayoría son 0.5L , con variaciones leves de tamaños. Es mucho más alto que el vaso de la pinta, muy estrecho en el fondo y levemente más ancho en la tapa. Debido a su forma alargada, atrapa fácilmente el aroma y es visualmente muy agradable.
Ventajas: Producido específicamente para darle volumen a la espuma, y poder disfrutar de los aromas a banana y fenólicos propios del estilo.
- American trigo Dark Ale
- American Pale Ale trigo
- Dunkelweizen
- Gose
- Hefeweizen
- Kristalweizen
- Weizenbock
Jarra o Chopp
Este vaso es típicamente utilizado para los estilos Alemanes de cerveza está fabricado de un vidrio grueso, fuerte, robusto y grande el cual permite choques de vasos. Tiene la forma de una gran taza con asa que impide que el calor de la mano caliente la cerveza. Está concebido para cervezas suaves, refrescantes, livianas y con poco dejo de sabor.
Es ideal para cervezas "tiradas". Para añadirles dureza, El diseño es el más tradicional se moldean con una capa exterior de cristal a modo de mosaicos. Seidel es un Chopp aleman, mientras que un Stein es un Chopp de ceramica que suele tener tapa, pero no produce ningún beneficio a la cerveza, su uso se remonta a la peste negra para evitar que las moscas cayesen a ella, pero se ha mantenido como adorno hasta nuestros días.
Ventajas: Durabilidad . Fácil de beber debido a su ancha boca y mucho volumen
Stein: Son las jarras de cerámica, gres, porcelana o, incluso, estaño, plata y madera. Algunas de estas jarras tienen una tapa, que apareció durante la época de la peste negra y cuya utilidad era evitar que las moscas o pulgas cayeran dentro del recipiente. Hoy en día tienen mucha función decorativa.
Mass o Maß: Son jarras de aproximadamente 1 litro de capacidad. Grande, robusta y fuerte, es conocida por ser la que se usa en grandes festivales como el Oktoberfest de Munich.
Seidel: Tiene aproximadamente la mitad de la Mass. Está fabricada en vidrio liso y grueso que permite los "choques" o "brindis" entre ellas; además tiene una base muy robusta.
Mug: Hay de varias medidas, pero lo normal es la de aproximadamente 1/2 litro. Suele tener "hoyuelos" en todo el cuerpo. Un clásico americano.
- American Amber / Red Ale
- American Amber / Red Lager
- American Blonde Ale
- American Brown Ale
- American trigo Dark Ale
- American IPA
- American Malt Liquor
- American Pale Ale (APA)
- American Pale Ale trigo
- American Porter
- American Stout
- American Strong Ale
- Porter Báltico
- Tan y Negro
- Bock
- California Common / vapor cerveza
- Chile Beer
- Cream Ale
- Checa Pilsener
- Doppelbock
- Inglés Bitter
- Inglés Brown Ale
- Inglés Dark Mild Ale
- Inglés India Pale Ale (IPA)
- Inglés Porter
- Inglés Stout
- Inglés Strong Ale
- Euro Dark Lager
- Extra Especial / Strong Bitter (ESB)
- Fruit / Vegetable cerveza
- Alemán Pilsener
- Herbed / Spiced cerveza
- Irish Stout seca
- Irish Red Ale
- Keller Bier / ZWICKEL Bier
- Maibock / Helles Bock
- Leche / Sweet Stout
- Märzen / Oktoberfest
- Avena Stout
- Rauchbier
- Roggenbier
- Sahti
- Scottish Ale
- Scottish Gruit / Ancient Herbed Ale
- La cerveza ahumada
- Viena Lager
- Witbier
Pinta Británica
Vaso cilindrico que fue adoptado por los bares cerca de 1960, con una ligera conicidad en la boca. Esta boca grande proporciona una buena capa de espuma y facilita el beber. Estos son los vasos cuyo formato es clasico;
Favorecen la formación de una espuma consistente y permiten apreciar las caracteristicas del líquido.
Becker, Nonic o Tumbler. El tumbler americano es la pinta mas comun ( 16 oz ) un poco mas altas y angostas y de 0.5l en general, Nonic el de 20 oz Imperial, 568ml, que tiene una ligera cresta en la parte superior, un tipo de agarre y ayuda para facilitar el apilamiento e impide que se deslice. Becker es el equivalente alemán.
Ventajas: Barato para hacer. Fácil almacenar. Fácil beber.
- American Amber / Red Ale
- American Amber / Red Lager
- American Barleywine
- American Blonde Ale
- American Brown Ale
- American trigo Dark Ale
- American Double / Imperial Stout
- American IPA
- American Lager Macro
- American Malt Liquor
- American Pale Ale (APA)
- American Pale Ale trigo
- American Porter
- American Stout
- American Strong Ale
- Porter Báltico
- Berliner Weissbier
- Tan y Negro
- California Common / vapor cerveza
- Chile Beer
- Cream Ale
- Inglés Barleywine
- Inglés Bitter
- Inglés Brown Ale
- Inglés Dark Mild Ale
- Inglés India Pale Ale (IPA)
- Inglés Pale Ale
- Inglés leve Pale Ale
- Inglés Porter
- Inglés Stout
- Inglés Strong Ale
- Euro Dark Lager
- Extra Especial / Strong Bitter (ESB)
- Exteriores / Export Stout
- Fruit Beer
- Happoshu Herbed / Spiced cerveza
- Irish Stout seca
- Irish Red Ale
- Baja el alcohol
- Sweet Stout
- Märzen / Oktoberfest
- Avena Stout
- Old Ale
- Calabaza Ale
- Rusia Imperial Stout
- Rye Beer
- Sahti
- Saison / Ale Hacienda
- Scotch Ale / Wee Heavy
- Scottish Ale
- Scottish Gruit / Ancient Herbed Ale
- Cerveza ahumada
- Winter Warmer
- Witbier
Pinta Irlandesa - Tulipa
Es un vaso similar, pero ligeramente diferente a la Pinta Imperial Británica. Vaso del siglo XX. Se caracteriza por la poca superficie que tiene para agarrarlo por lo que decrece el traspaso de calor, permitiendo que la cerveza conserve su temperatura por más tiempo. La boca grande proporciona una buena capa de espuma y facilita el beber. Vidrio fino, delicado, poco resistente. Es el típico vaso para Guinness (Irish Stout). También puede usarse para muchas cervezas Porter.
- American Amber / Red Ale
- American Amber / Red Lager
- American Barleywine
- American Blonde Ale
- American Brown Ale
- American trigo Dark Ale
- American Double / Imperial Stout
- American IPA
- American Lager Macro
- American Malt Liquor
- American Pale Ale (APA)
- American Pale Ale trigo
- American Porter
- American Stout
- American Strong Ale
- Porter Báltico
- Berliner Weissbier
- Tan y Negro
- California Common / vapor cerveza
- Chile Beer
- Cream Ale
- Inglés Bitter
- Inglés Brown Ale
- Inglés Dark Mild Ale
- Inglés India Pale Ale (IPA)
- Inglés Pale Ale
- Inglés leve Pale Ale
- Inglés Porter
- Inglés Stout
- Inglés Strong Ale
- Euro Dark Lager
- Extra Especial / Strong Bitter (ESB)
- Exteriores / Export Stout
- Fruit / Vegetable cerveza
- Happoshu Herbed / Spiced cerveza
- Irish Stout seca
- Irish Red Ale
- Sweet Stout
- Märzen / Oktoberfest
- Avena Stout
- Old Ale
- Rye Beer
- Sahti
- Saison / Ale Hacienda
- Scotch Ale / Wee Heavy
- Scottish Ale
- Scottish Gruit / Ancient Herbed Ale
- Cerveza ahumada
- Winter Warmer
- Witbier
Pinta Americana
Este vaso es el que la mayoría de la gente conoce como el típico vaso para una pinta de cerveza. Se caracteriza por la poca superficie que tiene para agarrarlo por lo que decrece el traspaso de calor, permitiendo que la cerveza conserve su temperatura por más tiempo. La boca grande proporciona una buena capa de espuma y facilita el beber. Pero al ser largo y ancho, muchos aromas y sabores se pierden. Por lo general son de cristal grueso, resistente y facil de apilar y almacenar. Barato para hacer.
Normalmente se usa para ipas o ales americanas.
- Lager americanas
- American Pale Lager
- American Adjunct Lager
- Ale americanas
- Amber Ale
- Blonde Ale
- American Wheat Ale
- American IPA
Tumbler - Vaso Frances de Jalea
Como su nombre lo indica este vaso fue utilizado en un principio para jaleas de frutas, cuando no eran utilizados para estos propósitos los granjeros los usaban para el beber. Este vaso es típicamente utilizado para cervezas blancas o claras. Es un vaso utilizado para la cerveza de trigo belga Hoegaarden.
- Porter Báltica
- Berliner Weissbier
- Cream Ale
- Inglés Barleywine
- Inglés Bitter
- Inglés Dark Mild Ale
- Inglés India Pale Ale (IPA)
- Inglés Pale Ale
- Inglés leve Pale Ale
- Inglés Strong Ale
- Extra Especial / Strong Bitter (ESB)
- Fruit / Vegetable cerveza
- Happoshu Herbed / Spiced cerveza
- Märzen / Oktoberfest
- Avena Stout
- Old Ale
- Rye Beer
- Sahti
- Saison / Ale Hacienda
- Scotch Ale / Wee Heavy
- Scottish Ale
- Scottish Gruit / Ancient Herbed Ale
- Cerveza ahumada
- Winter Warmer
- Witbier
Cierran el pub en el que Marx y Engels discutían sus ideas entre cervezas
The Crescent ha cerrado hasta nuevo aviso. |
Por el momento, solo se sabe que The Crescent salió a la venta en 2010, y en 2016 fue vendido a un grupo de inversión chino por 325.000 libras.
"Es evidente que esos imbéciles se piensan que estamos fabricando dinamita cuando en realidad hablamos de whisky.", se habría reído Friedrich Engels de la policía inglesa que vigilaba su casa de Londres cuando en ella se reunían sus amigos para beber.
No es de extrañar, pues, que las discusiones que moldearon su amistad con Karl Marx, y en las que se forjaron las ideas que terminarían cuajado El manifiesto comunista, no se produjeran en el entorno aséptico y sobrio de una biblioteca sino entre cervezas en un pub.
Concretamente, se produjeron en The Red Dragon, ahora llamado The Crescent, un pub situado en Salford.
Engels llegó a Manchester en 1842, para trabajar como gerente de la empresa familiar. Su padre lo había mandado allí para enderezar tanto sus ideas políticas como para reconducir su vida disipada. Sin embargo, no consiguió ni lo uno ni lo otro, porque fue precisamente entre bebidas que la radicalidad de sus ideas encontraba un acomodo en la filosofía política de su amigo Karl Marx.
Este viajaba a menudo hasta Machester para encontrarse con Engels. Y aunque la vida del autor de La condición de la clase obrera en Inglaterra resulta escurridiza para los historiadores -vivió en muchos lugares distintos, y ahora todas sus casas fueron ya derruidas-, parece que era en The Red Dragon donde discutían las ideas que servirían de germen para el Manifiesto comunista.
Como explica el biógrafo de Engels, la relación entre los dos fue difícil. Engels "era más pragmático en la política. No era un gran filósofo político como Marx. Era consciente de que necesitas una maquinaria política para conseguir resultados. Siempre estaba presionando a Marx para que terminara los escritos con los que guiar al movimiento político."
Aunque su primer encuentro no funcionó muy bien, y hubo cierta hostilidad entre los dos, ahora es difícil imaginar la figura de Marx sin la influencia que Engels y la ciudad de Manchester ejercieron sobre él.
Si se ha de culpar un sitio por la creación del comunismo, ese sito es Manchester.
8 AUG 2017
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