- La copa elegida para el servicio.
- La temperatura a la que se sirve la cerveza.
- La técnica a la hora de servir
La temperatura de Servicio
Las cervezas de Tipo Ale (de alta fermentación), cervezas con más matices que las cervezas de Tipo Lager (de baja fermentación) y que, si se sirven frías, pierden varias de sus propiedades organolépticas, siendo recomendable su temperatura de servicio a partir de los 7ºC.
Hay cervezas que están pensadas para refrescar aparte de ofrecer un atractivo sabor, como las premium lager, las pilsen o las weizen de trigo, mientras que otras cervezas están elaboradas pensando en un consumo más pausado, para poder apreciar toda su complejidad sensorial. Las cervezas del primer grupo han de servirse a temperaturas frías o frescas precisamente para preservar una de sus características, la capacidad de refrescar. Las cervezas del segundo grupo han de servirse sin embargo a temperaturas más elevadas, superando en algunos casos los 12ºC y 14ºC, ya que el frío es el principal enemigo a la hora de captar la riqueza de matices que ofrecen muchas cervezas, al anular en gran medida los aromas y sabores.
De forma general se puede establecer una relación entre la graduación alcohólica de la cerveza y su temperatura de servicio, de modo que las cerveza de alta graduación, por lo general más complejas, deben servirse a una temperatura más elevada, mientras que las cervezas más ligeras y con menor contenido alcohólico, han de servirse a temperaturas más bajas.
Mas alcohol, mas calientes; menos alcohol mas frias. |
Las lagers industriales de consumo masivo y las llamadas cervezas light tienen la función sólo de refrescar y nunca de exaltar nuestros sentidos, así que lo usual es beberlas ‘al polo’.
Tener en cuenta que las temperaturas indicadas corresponden a las botellas.
- De 3°C a 7°C: muchos dirán que la temperatura inicial es 4°C, pero la temperatura inicial recomendada por la Brewers Association es 38°F y eso equivale a 3.33°C, no a 4°C. Aquí están las cervezas refrescantes y/o efervescentes como las de estilo Pale Lager, Pilsner, Kölsch, Blonde Ale, Weißbier, American Wheat, Belgian Pale Ale y Witbier. Siendo estos dos últimos estilos de origen belga, lo recomendable es entre 5°C y 6°C. Retirar la cerveza del refrigerador y servirla en un vaso limpio sin refrigerar nos ayudará a lograr la temperatura adecuada pues el servicio en cristalería subirá la temperatura de la cerveza en al menos 2°C.
- De 7°C a 9°C: aquí tenemos ya a las cervezas que nos deben brindar una sensación fresca y que además deben entregarnos esos ansiados aromas de malta. Tenemos aquí los estilos American Pale Ale, Amber and Red Ale, Amber Lager, California Common, Bock, Dopplebock, Brown Ale, Maibock, Märze, Oktoberfest, Sour Ale, IPA y Double IPA. Los dos últimos estilos, nuevamente, corresponden a las temperaturas más altas de este rango. Se recomienda retirar la cerveza de la refrigeradora 15 minutos antes de abrirla.
- De 9°C a 11°C: en este rango de temperatura se encuentran la mayoría de estilos belgas (Belgian Strong Golden Ale, Tripel, Dubbel, Winter Seasonal Beer) y los estilos Stout y Porter en sus versiones básicas. Nótese que el color y la carga alcohólica van subiendo de intensidad al mismo tiempo que la temperatura de servicio va subiendo. Estas cervezas merecen que ustedes tengan la paciencia necesaria para sacarlas del refrigerador media hora antes de servirla.
- De 11°C a 13°C: y llegamos a la tan famosa ‘temperatura de cava’ o temperatura ambiente en algunas zonas del globo dependiendo de la estación y la latitud geográfica. En este rango de temperatura serviremos las cervezas de estilo British Bitter (las del ya mencionado pub inglés), Barley Wine, Imperial Stout y Belgian Dark Strong Ale. Aquí se recomienda realizar todo el ritual: retirar la botella del frío 45 minutos antes de destaparla, ir en busca de la cristalería adecuada, revisar que ésta se encuentre escrupulosamente limpia, darle un último enjuague para asegurarnos, disponer adecuadamente el espacio donde se va a beber, ir en busca de la persona que nos acompañará en el placer de beber la cerveza (de preferencia ya debe estar en casa), destapar la botella, servir, contemplar, sujetar la copa con ambas manos abrigando la cerveza y comenzar ahora sí el disfrute.