La Hesperidina es una bebida tónica a base de corteza de naranjas amargas o agrias y dulces de frutos inmaduros que tiene propiedades medicinales. Es muy beneficiosa para las funciones digestivas y circulatorias. El nombre Hesperidina recuerda al Jardín de las Hespérides donde se encontraba mágicas naranjas doradas. Su principal componente es la sustancia “hesperidina”, un flavonoide que se encuentra en los cítricos y que produce efectos antioxidantes.
Un farmacéutico inglés
En 1862, Melville Sewell Bagley, oriundo de Boston en los EE.UU, llega en Argentina. Comienza a trabajar en la farmacia de “La Estrella”, en la esquina de Defensa y Alsina, en el barrio porteño de Monserrat. En 1864, Melville utiliza naranjas de una vieja quinta ubicada en Bernal y con éstas inventa la fórmula ingeniosa de una bebida que llegará a revolucionar la vida de los argentinos.
Un lanzamiento genial y el éxitoso
El lanzamiento de la marca resultó muy original y vanguardista para la época. Un día, los porteños comenzaron a ver las calles pintadas con enormes letreros con las palabras “Se viene la Hesperidina”. La curiosidad invade a los 140.000 porteños de la época y la gente empieza a preguntarse que era ese producto. Durante más de dos meses, nadie puede descifrar su significado. Por fin, el 24 de diciembre de 1864, en vísperas de Navidad, se devela la incógnita en “La Tribuna”, uno de los periódicos más importantes del país: “El mejor y más original aperitivo del mundo nacía en la Argentina y ya se podía comprar“.
Con una entrada más bien dulce, de a poco el sabor se equilibra en la boca para contener la cuota justa de amargor propia de un bitter. Debido al indiscutido éxito no tardaron en aparecer las primeras falsificaciones. Melville actuó rápidamente y consigue convercer al Presidente de la Nación, Nicolás Avellaneda, de la necesidad de crear un registro de marcas y patentes. El 27 de Octubre de 1876 el registro es creado y Hesperidina se convierte en la primer marca en ser patentada en Argentina. Para ajustar aún más los niveles de control “anti-piratería”, Melville imprimirá además las etiquetas de Hesperidina en la Bank Note Company de New York. Melville llegó también a registrar la forma de las botellas.
Entre 1864 y 1870, durante la Guerra de la Triple Alianza, la Hesperidina se convierte en la reina de las tiendas de campaña para “revitalizar a los heridos” y también en los hospitales públicos para tratar diversas dolencias. Luis Barcia, presidente de la Academia Argentina de Letras, señaló que “quien no conoce los hábitos del gauchaje, piensa que tomaban vino tinto recio. Nada de eso: bebían ginebra, caña y Hesperidina, como puede apreciarse en los inventarios de pulperias”.
Alguna de sus curas
úlceras varicosas, hemorroides, várices, hipertensión, excesivo colesterol, dolores e inflamaciones. También se recomendaba para reducir la actividad tumoral y para contrarrestas la pérdida ósea durante la menopausia.
Hoy se sigue produciendo en Argentina y se sigue pidiendo en las pulperías del país.
Puedes hacer también tu hesperidina casera.
Ingredientes:
- Cáscara de 2 naranjas amargas o toronjas
- 3/4 litros de agua
- 1/2 chaucha de vainilla
- 1/2 rama de canela
- 750 gr. de azúcar
- 1/2 litro de alcohol 96 grados
- 4 clavos de olor
- 1 cápsula de azafrán
Preparacion:
- Se mezcla todo y se deja macerar durante 20 días, luego se filtra y se envasa. Se puede tomar con agua tónica, soda, gaseosa de pomelo.