En 1967 la Vitis labrusca fue extraída del listado de uvas permitidas para la elaboración de vino. En 2003, gracias al trabajo de la cooperativa de la Costa, lograron el reconocimiento por parte del Instituto Nacional de Vinicultura como vino regional. Desde entonces, tuvieron que soportar agresiones desde los sectores monopólicos de Cuyo, que no reconocían las historias que había detrás y que no consideran al Vino de Berisso, un auténtico vino argentino.