El término Session (en castellano “Sesión“) se origina a principios del Siglo XX (coincidiendo en el tiempo con la Primera Guerra Mundial) con los periodos “para beber” impuestos por el gobierno británico a los trabajadores durante aquella época. Estos permisos eran de cuatro horas y se necesitaba una cerveza de baja graduación que hiciera que la gente no volviera a sus puestos literalmente arrastrándose ni se pusiera en peligro el orden público. Hubo por tanto una necesidad social de crear un tipo de cerveza que se pudiera beber (rondaba habitualmente el 4% de volumen de alcohol) sin terminar tropezando con farolas y paredes.
Con el paso de los años, la esencia de aquellas restricciones impuestas por las autoridades británicas ha dado lugar, más que a un estilo, a un modo de elaborar ciertas birras manteniendo aquel espíritu, es decir, “Sesiones Cerveceras” en las que un grupo de amigos pueda compartir una tarde de cerveceo sin que necesariamente haya que terminar haciendo la “croqueta” con solo probar tres o cuatro marcas.
Pero ¿dónde está el límite de alcohol para clasificar o no una cerveza como sesionable? Pues aquí no todo el mundo se pone de acuerdo. Diferentes asociaciones británicas, americanas, etc… imponen unos criterios con algún que otro matiz, pero básicamente en lo que todo el mundo está de acuerdo es en que debe tener entre 4 y 5% de alcohol y entre 10 y 30 IBU de amargor.
Las cervezas Lager suelen tener un estándar está entre 4 y 6% y no son sessions
Una Session es lo que vamos a ver a continuación: una American IPA con todo el aroma y sabor del estilo (cuyo volumen de alcohol suele llegar hasta el 7 y 8 %) pero con solo 5,5%.