Buscar este blog

Sugerencias

Mira este sitio en su versión web; los dispositivos móviles ocultan material útil y dificultan la navegación. Utiliza las etiquetas de navegación de la barra lateral; presiona CRTL + F y busca una palabra clave, por ejemplo: "Recetas", o "Argentina" y podrás acceder mas fácilmente a diferentes temas y contenidos
Mostrando las entradas con la etiqueta España. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta España. Mostrar todas las entradas


Cerveza de París, receta de 1860


La receta fue publicada en un ejemplar del «Diario de Menorca» en 1860.
«Se ponen al fuego doce azumbres de agua y siete libras de cebada, y se hace hervir dos horas y media añadiéndose seis onzas de lúpulo, una de cilantro y media pata de ternera, y se continúa haciéndolo hervir por una hora más teniendo cuidado de menear el fondo de la caldera cada diez minutos con un cucharón de madera; enseguida se pasa por un tamiz de cerda, se echa en una cubeta y se añade media libra de melaza dejándolo enfriar durante una hora y después pueden echarse en un barril diez azumbres de cerveza que es el producto de la operación.

Para hacerla fermentar se echa cuatro onzas de levadura de cerveza que se deslíen en un poco de cerveza del barril y se añaden luego a la totalidad.

A las 24 horas se baja la cerveza a la cueva, se le echan tres claras de huevo batidas y un poco de sal, y cuando ya está clara se embotella».
El azumbre es una antigua unidad de medida para el volumen de líquidos, utilizado comúnmente y casi en exclusividad para el vino. Su equivalencia variaba de una región a otra:
  • En San Sebastián, un azumbre = 2,52 litros.
  • En el resto del País Vasco, un azumbre = 2,06 litros.
  • En Castilla, un azumbre = 2,05 litros.
  • En Valencia un azumbre = 2,06 litros.
  • El azumbre estaba dividido en cuatro cuartillos o dieciséis copas. Ocho azumbres formaban una cántara o arroba mayor, y dos azumbres una cuartilla.
Considerando que la cercanía de Valencia con Menorca podemos suponer que el azumbre mencionado en la receta equivaldría a 2,06 litros.
Esta receta posee alguna característica curiosa como el hecho de que se mencione entre los ingredientes, media pata de ternera.

Ingredientes
  • 24,72 litros de agua 
  • 3,17 kilos de cebada
  • 170 gramos de lúpulo
  • 28,35 gramos de cilantro
  • 1/2  pata de ternera
  • 227 gramos de melaza 
  • 113,4 gramos de levadura de cerveza
  • 3 claras de huevo batidas
  • Sal
Preparación
  1. Se ponen al fuego los casi 25 litros de agua y 3,17 kilos de cebada, y se hace hervir dos horas y media añadiéndose 170 gramos de lúpulo, 28,35 gramos de cilantro y media pata de ternera, y se continúa haciéndolo hervir por una hora más teniendo cuidado de menear el fondo de la caldera cada diez minutos con un cucharón de madera.
  2. Enseguida se pasa por un tamiz de cerda, se echa en una cubeta y se añade 227 gramos de melaza dejándolo enfriar durante una hora y después pueden echarse en un barril 20,6 litros de cerveza que es el producto de la operación.
  3. Para hacerla fermentar se echa 113,4 gramos de levadura de cerveza que se deslíen en un poco de cerveza del barril y se añaden luego a la totalidad.
  4. A las 24 horas se baja la cerveza a la cueva, se le echan tres claras de huevo batidas y un poco de sal, y cuando ya está clara se embotella.




El desconocido chacolí de Chile

La controversia en torno a los propósitos de elaborar un llamado “chacolí de Burgos”, y las consiguientes protestas formulados por los Consejos Reguladores del Txakolí de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa, han descubierto a muchas personas que en Chile hay un vino llamado “chacolí”. Incluso para los propios chilenos resulta un vino invisible, pues son pocos los que actualmente saben de su existencia.

En la última década del pasado siglo, visité asiduamente, por motivos profesionales, diferentes lugares de Chile y aunque me interesé por sus vinos, visitando incluso la bodega de Cousiño Macul, próxima a Santiago, nadie me habló del chacolí criollo. Más tarde, indagando el origen del mismo, no he logrado datos concluyentes que relacionen su “llegada” a Chile, y posterior permanencia en el país.

Un poco de historia

Las primeras uvas que llegaron a Chile son conocidas como País, (en California Misión), Criolla, etc. Alonso Ovalle (1603-1651), influyente jesuita autor de «Histórica relación del Reyno de Chile», cita, además, las Moscatel, Torrontés, Albillo, Común Negra, y la Mollar, pertenecientes a la viticultura española del siglo XVI, según el libro de Agricultura General, publicado en 1513 por Gabriel Alonso de Herrera por encargo del Cardenal Cisneros.

El vino llega a Chile con los conquistadores: a Pedro de Valdivia y Diego de Almagro se les atribuye la introducción de la viticultura, aunque otras fuentes asignan a don Diego de Oro la creación de viñedos en Concepción (1550), y a don Diego García de Cáceres en Santiago (1554), pues siendo uno de los capitanes fieles a Valdivia, fue nombrado regidor perpetuo de Santiago y gobernador de la ciudad de Valdivia en 1558. Pertenecen también a los primeros tiempos los cultivos emprendidos por Francisco de Aguirre —capitán con Valdivia en la conquista de Chile—, en la zona de las actuales Copiacó y La Serena, donde todavía se conserva una viña1 con el nombre del preclaro iniciador.

Y del chacolí de Chile, ¿qué se puede decir? Históricamente no hay mucho para escribir, pues quizás nuestro vino se fue muy joven para “hacer las Américas”, en una nao de hinchadas velas, y hasta se podría asegurar que de polizón. Y ni siquiera sabemos si lo que emigró a Chile fueron los sarmientos, el vino o tan solo el nombre: Chacoli. ¿Y quién fue el porteador anónimo que no registró su nombre ni siquiera en la pequeña historia de los vinos sencillos y populares?

La lista de bodegas —viñas— modernas conserva nombres que podrían relacionarse con el chacolí, siquiera en sus comienzos: Aresti, Viña Echevarría, Viña Errázuriz, Viña Francisco de Aguirre, Viña Los Vascos, Viña Tarapacá Ex-Zavala, Viña Undurraga, Vinícola de Aguirre. Relación extensiva a Viña Cousiño-Macul, fundada por Matías Cousiño, en 1856, en la hacienda otorgada en Macul, en 1564, por Felipe II al conquistador español Juan Jufré. Fallecido don Modesto en 1863, sus muchas propiedades pasaron a su único hijo Luis, fallecido a la edad de 38 años, tomando entonces el timón de los negocios, bodega incluida, su viuda doña Isidora Goyenechea.

Algunas de las citadas, son bodegas de añeja estirpe, y otras más recientes, pero aún las primeras no son anteriores a 1850, y a medida que adquirieron renombre, plantaron sus viñas con variedades francesas principalmente, algunas italianas, otras tantas alemanas, y conservaron unas pocas de la época colonial.

El difícil rastro del chacolí

Por algún tiempo se achacó a los indios araucanos la destrucción de viñedos, en sus ataques a los asentamientos, y aunque algunos casos se dieron, los araucanos preferían llevarse las uvas y hacer lo que comúnmente se conoce hoy en Chile como chicha. Y así, el chacolí en Chile tiene una larga historia, unido a la chicha que tomaban los indios antes de la llegada de los conquistadores. Ampliando estos datos, Juan Ricardo Couyoumdjian, Profesor del Instituto de Historia de la Universidad Católica de Chile, declara que las otras bebidas producidas de la vid eran las chichas y el chacolí.

La chicha obtenida a partir del maíz, la describen los primeros conquistadores como bebida alcohólica, resultante de fermentar en agua, cebada, maíz tostado, piña y panocha (panoja), y añadiendo especias y azúcar. Su sabor era el de una sidra de inferior calidad. Los promaucaes y los araucanos, preparaban la chicha con frutos de ciertos árboles o arbustos, tales como el huinguin2, molle3, maqui4, diferentes especies de mirto5 y sobre todo el mirto uñi o murtilla.

La chicha de uva —bebida popular, de escasa calidad—, hizo su entrada, y cuentan las crónicas que su consumo adquirió gran fuerza frente al vino, es decir, lo anduvo derrotando en el favor popular. El prestigio como trago nacional de la chichita, así llamada en sus primeros tiempos, es muy merecido y de gran antigüedad. Pasado el tiempo la chicha y el chacolí unieron sus destinos, al calor popular del pueblo llano, participando en fiestas y parrandas, alcanzando el honor de figurar en letrillas de canciones primero, ingresando después en relatos literarios de escritores y poetas.

Por la falta de azúcar y taninos, el chacolí se deterioraba al cabo de cinco o seis meses. Sin embargo, su calidad podía ser excelente como era el que elaboraba Joaquín Tocornal en su viñedo cerca de Ñuñoa6 y que producía 5.300 arrobas con 25.00 plantas.

El profesor Hernán F. Cortés Olivares, en un artículo sobre el tema escribe que: «Pese a que algunos venerables poetas han bautizado nuestra tierra, como “la tierra del vino”; del vino o del aguardiente, del pisco o las alojas, de las mistelas o los pajaretes, de la chicha o el chacolí, de la grapa o el anís, poco o casi nada se ha recuperado de la memoria colectiva.» En el mismo trabajo define «Las uvas de las parras y viñas que ingresaron al país antes de 1548 crecieron en el clima seco del Norte semiárido, que junto a la alta luminosidad ambiental climática las maduraba con una elevada concentración de azúcar produciendo un vino licoroso, con un sabor dulce apasado y con una graduación alcohólica que superaba al espíritu del vino que se producía entre Santiago y Concepción. Nuevas tierras, nuevo sol: un nuevo producto. La permanencia hasta nuestros días de dos bebidas alcohólicas de origen español, una denominada Pajarete, producida en el valle del río Huasco y valle del río Elqui y, la otra, el chacolí, producto genuino del valle de Copiapó y del valle del Choapa, es un testimonio histórico de la adaptación y reproducción de ciertos productos europeos para recrear la vida cotidiana de sus orígenes culturales y telúricos.»

El presente del chacolí chileno

Aunque se produce chacolí en varios lugares de Chile, el más conocido es el de Doñihue, donde con muestras de la artesanía local, en particular vistosas y coloristas chamantas, y música folklórica, se celebra cada año la “Fiesta del Chacolí”, evento que reúne a muchas personas de la región y con el cual se celebra el aniversario de la fundación de la comuna.

La Fiesta del Chacolí data de 1975. Originalmente, se visitaba a las personas que fabricaban el chacolí, cuyas casas estaban rodeadas de jardines y bodegas, característica que hacía más atractiva la visita a esos lugares. En cada casa, las autoridades eran atendidas en las mismas bodegas y se les servía chacolí (no navegado) en mates grandes, mistelas, tragos caseros en general, sopaipillas, picarones, empanadas, etc.

No está agotado el tema, pero sí el espacio. Queda abierta la posibilidad de volver más adelante con aportaciones sobre el particular.

Bibliografía

  • - Anglicismos en el español de Chile. Leopoldo Sáez Garay. Universidad de Santiago de Chile, Santiago, Chile; Sociedad Chilena de Lingüística, Santiago. Chile.
  • - Cariño Botado. Geografía del mito y leyendas chilenas. Versión de Oreste Plath.
  • - Una bebida moderna: la cerveza en Chile en el siglo XIX. Juan Ricardo Couyoumdjian. Profesor del Instituto de Historia de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
  • - El vino, señor del espíritu. Karen P. Müller Turina. Universidad de Chile.
  • - Era una vez, en un supermercado muy lejano. Darío Oses.
  • - Evolución de los precios en el siglo XIX. Luis A. Riveros. Magister en Economía, Escolatina, Universidad de Chile; M. A. y Ph. D., Universidad de California, Berkeley.
  • - Índice de precios al por mayor, Chile 1897-1929! Mario Matus G. Candidato a Doctor en Historia Económica. U. de Barcelona-U. Autónoma de Barcelona. Prof. Universidad de Chile.
  • - Los inmigrantes franceses y la viticultura en Chile. El caso de René F. Le Feuvre. Félix Briones Quiroz. Doctor en Historia Social, Universidad de Sao Paulo, Brasil. Profesor de la Escuela de Historia y Geografía de la Universidad del Bío-Bío, Chillán.
  • - Ramadas y empanadas: La comida como metáfora identitaria en el 18 de septiembre. Elizabeth Holahan. Programa Magíster en Estudios Latinoamericanos. Universidad de Chile.
  • - Tradiciones-Licores artesanos. Extensión de la asignatura Tecnología de Alimentos hacia la Enología. 1910.
  • - Diversiones rurales y sociabilidad popular en Chile Central: 1850 – 1880. Jaime Valenzuela Márquez.
  • - Vinos en Chile desde la independencia hasta el fin de la Belle Époque. Juan Ricardo Couyoumdjian. Profesor del Instituto de Historia de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Referencias

1 Nombre que se da en Chile a lo que en España se denomina Bodega, en su sentido de entidad, o establecimiento en el que se elaboran los vinos.

2 En Chile piune, arbolillo de propiedades medicinales.

3 Del quechua molle. Árbol de Chile llamado por los botánicos sinus trifolius, cuyos frutos se emplean para una especie de chicha.

4 Voz araucana. Arbusto liliáceo chileno (aristotelia maqui) de unos tres metros de altura, que produce un fruto comestible redondo y morado.

5 Género de plantas mirtáceas , matas o flores de arbustos solitarias o agrupadas en racimos y fruto abayado con varias semillas. Entre sus especies, unas 60, propias de los países cálidos del Globo, se encuentra el arrayán y la luma de Chile.

6 La comuna de Ñuñoa pertenece actualmente a la provincia de Santiago, en la Región Metropolitana del mismo nombre. En realidad está integrada dentro del Gran Santiago (1891); sus habitantes disfrutan de una gran calidad de vida, y en su equipamiento cuenta con una gran zona cultural tanto a nivel nacional como capital. Posee gran cantidad de áreas verdes, deportivas y variados centros culturales.

https://www.euskonews.eus/0573zbk/kosmo57301es.html





Chacolí: el vino tradicional del País Vasco

En el norte de España (específicamente en el País Vasco) se produce un vino muy especial desde hace más de 500 años. El chacolí -o txakolí en euskera- es ácido, fresco y muy bueno para maridarlo con comida del mar por sus notas de salinidad. Te contamos de él.

La producción se regresa a los antiguos caseríos vascos, esos lugares en la mitad del campo donde la gente vive bajo sistemas alimentarios autosostenibles. 

Era una bebida que antiguamente se elaboraba con las vides de los traspatios y sus características actuales se deben a la falta de especialización en enología. Pronto, los defectos se convirtieron en cualidades y hoy el chacolí es una de las joyas con denominación de origen de Euskadi.

CHACOLÍ, LA IDENTIDAD DE LOS CASERÍOS VASCOS

Al probarlo se perciben sabores y aromas cítricos como el limón amarillo y verde. Por la cercanía de los viñedos al mar, el chacolí tendrá siempre unas notas de salinidad y frescura.

Por todo esto, es un vino que va perfectamente bien con sardinas, anchoas o pescados en conserva.

Una de las formas más comunes de consumirlo es junto a una gilda, el pintxo más tradicional de San Sebastián que consta de bonito en aceite, guindillas y aceitunas.

Tradicionalmente se sirve en un vaso sidrero, no en una copa. Es una bebida que debe escancearse, es decir, el que lo sirve, con mucha habilidad y puntería, levanta la botella lejos del vaso con la intención de que, al caer el líquido, se creen burbujas que lo oxigenen.

EL CHACOLÍ, UN VINO QUE MARIDA CON LA HISTORIA

Hablar de chacolí siempre va a remontar a los tiempos antiguos del País Vasco. Esta comunidad -bastante diferente en costumbres al resto de España- tiene una relación muy especial con la naturaleza.

En los caseríos, la gente desarrolla diversas actividades que sirven para el autosustento y mucho del patrimonio gastronómico se gestó ahí.

Txakolí significa justamente “hecho en casa” y como buen producto de familias vascas, se ha compartido al mundo por ser muy especial.

Es común encontrar excelente ganado que produce chuletones de vaca vieja. Los productos del mar son de los mejores del mundo -hablando por ejemplo de las anchoas– y el clima lluvioso da hortalizas en abundancia como alcachofas, pimientos y lechugas.

El chacolí no se escapa a esta tradición gastronómica. En la zona de Getaria específicamente, las personas de estos caseríos comenzaron a fermentar uvas y crear su propio vino.

LA ELABORACIÓN DEL VINO MÁS ESPECIAL DE EUSKADI

La fermentación sucede en tinas o tanques de acero. Posteriormente tiene una segunda fermentación muy leve en la botella que hace que desarrolle un ligero burbujeo que le da identidad.

Tiene una acidez tan marcada pues el clima influye directamente en las propiedades organolépticas de la uva y de su evolución al fermentar. Será un vino afrutado y refrescante, ideal para un día de calor.

Hoy en día existen tres denominaciones de origen que protegen el chacolí. La primera está en Getaria, la segunda en Vizcaya y la tercera en Álava.

Aunque tienen algunos puntos de diferencia, las tres buscan lo mismo: cuidar que la tradición familiar y elaboración de producirlo perdure con el tiempo y de la misma forma, enseñarlo al mundo como una de las joyas más preciadas de la cultura vasca.

https://www.animalgourmet.com/2019/08/23/vino-chacoli-pais-vasco/





Proceso de elaboración del txakoli Olatu


En Akarregi Txiki la elaboración del txakoli se realiza de manera exclusivamente manual para no perder la esencia de la tradición. Si bien es cierto que la innovación tiene presencia en algunas partes del proceso de elaboración del txakoli, hay en otras que todo se realiza de manera artesanal.

Vendimia

La vendimia, recogida de uvas, se realiza a finales de septiembre y primeros de octubre. No se puede determinar con exactitud la fecha. La recogida se ve determinada por el tiempo que haya hecho durante el año y en función de la madurez de las uvas. La recogida dura aproximadamente 12 días

Prensado

El proceso de elaboración del txakoli comienza cuando las uvas llegan a la bodega. El prensado supone la obtención del mosto de la uva. En Akarregi Txiki se realizan 2 y 3 prensados al día con 8.000 kg de uva cada uno. Tras cada prensado se anota toda la información relativa al peso, viñedo…

Decantado (maceración)

El zumo obtenido tras el prensado pasa a los tanques para que se repose el mosto durante 24 horas. Una vez reposado se separa lo más denso de lo más líquido y aquí es donde se da la primera pérdida de la producción

Fermentación

El proceso de fermentación es cuando el azúcar pasa a convertirse en alcohol. Durante 10-15 días el zumo se mantiene a 10ºC aproximadamente. En función del dulzor que se desee obtener se tendrá más o menos días fermentando.

Cuando ya se haya fermentado se cierran las tapas de los tanques y se gradúa el caldo a 0ºC con el objetivo de que la temperatura del txakoli baje a 2-3ºC y así se mantiene 10 días

Cambio de cuba

En el momento de cambiar de cuba ocurre la segunda pérdida de la producción. Se seleccionan las mejores lías (las más blancas) y se mezclan durante 18-20 días. Posteriormente se hace el batonnage, la mezcla de las lías con el txakoli fermentado, durante dos días removiendo todo dos veces cada hora.

Decantado

El proceso de decantado dura unos 3-4 meses y con este se trata de oxigenar el vino y remover sus sedimentos. En conjunto, el proceso de las lías dura 5 meses y termina al embotellar el txakoli.

Filtrado

El filtrado es el momento en el que se obtiene el producto terminado, limpio y brillante. Se filtra y se embotella a 0ºC para no perder el carbónico. Lo recomendable es que el txakoli este el menor tiempo posible en botella, por ese motivo se embotella en función de las ventas previstas, el resto se queda en la cuba.

http://www.txakoliolatu.com/proceso-elaboracion-del-txakoli-olatu/#:~:text=El%20proceso%20de%20elaboraci%C3%B3n%20del,informaci%C3%B3n%20relativa%20al%20peso%2C%20vi%C3%B1edo%E2%80%A6





Chacolí

El chacolí (txakolin​ en euskera) es un vino, normalmente blanco, que se produce principalmente en el País Vasco, y en menor medida en Cantabria, Burgos y en algunos lugares de Chile. El Diccionario de la lengua española lo define como un «vino ligero algo agrio que se hace en el País Vasco, en Cantabria y en Chile»,​ mientras que el diccionario de la lengua vasca lo define como un «vino ligero y bastante ácido elaborado sobre todo en la costa del País Vasco».​ Hoy en día, ninguna de esas definiciones son totalmente ciertas, puesto que además de elaborarse en zonas de interior, hay numerosos chacolís que carecen de la acidez de los chacolís tradicionales, reuniendo las características habituales de otros vinos. No obstante, por definición, el chacolí es un vino con cierta acidez, que lo diferencia del resto de vinos.

El chacolí se elabora a partir de uvas de la variedad Courbu, denominadas en España como hondarrabi zuri (blanca) y hondarrabi beltza (tinta; esta última mucho menos extendida). Esta variedad de difícil cultivo tiene la característica de dar un vino ácido, siendo un vino fresco y fácil de beber. El chacolí tradicional es ligeramente carbonatado y con una graduación alcohólica algo inferior a los vinos tradicionales; sin embargo muchos de los chacolís actuales, en los que se utilizan también otras uvas, carecen de carbónico y contienen una graduación alcohólica similar a otros vinos. La mayor producción se centra en las bodegas de las localidades costeras vascas de Guetaria, Zarauz y Aya, pertenecientes a la Denominación de Origen Getariako Txakolina.

Antaño el chacolí era producido en caseríos o casas de campo de manera artesanal. Fue objeto de comercio, al menos desde principios del siglo XVI en Guipúzcoa, de cuando data el primer documento histórico en el que se hace referencia al chacolí como tal. ​Hacia el siglo XVII ya hay también referencias en Vizcaya acerca del chacolí. ​A principios del siglo XIX, si no antes, se pagaban diezmos del chacolí desde Vizcaya al Conde de Montijo, dando lugar a varios pleitos. Entrado el siglo XIX también se tienen noticias del comercio de chacolí entre Vizcaya y poblaciones de Cantabria como Colindres.

La producción es principalmente de vino blanco, aunque en menor cantidad también se producen rosados y tintos. El color del vino blanco es amarillo pálido; en nariz denota intensos aromas a cítricos, hierbas y flores; en boca es fresco, ligeramente ácido y fácil de beber. Tiene que servirse fresco

Antes de consumirlo se escanciaba, como se hace con la sidra natural actualmente. Esto es debido a que antiguamente no se filtraba ni clarificaba. En los últimos años varias bodegas han empezado a estudiar y mejorar su elaboración para conseguir mejor gusto y aromas, obteniendo vinos con un sabor muy satisfactorio.

En noviembre de 2010 el Gobierno Vasco decidió comenzar a tramitar la solicitud al Gobierno español para que se protegiera el chacolí como vino con denominación exclusiva del País Vasco.​

Finalmente la Oficina de Armonización del Mercado Interior y el Tribunal General de la Unión Europea fallaron que los términos chacolí, txakolina o txakoli únicamente indican una característica de los vinos y un tipo de producción de vino de carácter tradicional, no pudiendo usarse como una marca comercial con exclusividad de uso por una determinada zona geográfica.​ No obstante, la misma sentencia del tribunal de la UE reconoce que dichos términos solo pueden ser usados bajo el amparo de las denominaciones de origen reconocidas para ese tipo de vino, no admitiendose el uso de dichos términos como denominación comercial por vinos sin denominación de origen.

A día de hoy existen las siguientes Denominaciones de Origen:

  • Arabako Txakolina: denominación de origen de Álava, concretamente en la Tierra de Ayala, el Valle de Arrastaria y el Valle de Llodio.
  • Bizkaiako Txakolina: denominación de origen de Vizcaya, sobre todo en Baquio y Valmaseda.
  • Getariako Txakolina: denominación de origen de Guetaria (Guipúzcoa). Producido principalmente en Guetaria, Zarauz y Aya aunque actualmente se extiende a toda Guipúzcoa.

El chacolí fue hasta finales del siglo XIX un producto generalizado en la vertiente cantábrica. En Cantabria, entre los siglos XVIII y XIX hubo grandes producciones de chacolí extendidas por gran parte del territorio para cosumo y exportación. Las principales zonas de producción de chacolí y plantación de viñas fueron la comarca de Trasmiera con pueblos como Colindres, Arnuero, Meruelo, Argoños y Noja, e incluso zonas circundantes de la capital Santander, como Cueto.

El norte de la provincia de Burgos, en Castilla y León, es también una zona productora de chacolí. Se tienen noticias de plantaciones de vides en esta zona desde la época romana. Teniendo constancia del cultivo de chacolí en los últimos siglos, en toda la mitad norte de La Bureba, en el Valle de Tobalina, en Las Caderechas, en el Valle de Mena y en Miranda y su alfoz.

En Miranda de Ebro la producción de chacolí fue muy común hasta la segunda mitad del siglo XX,​ e incluso una calle de su barrio de Bardauri esta bautizada en honor de esta bebida históricamente tradicional​ en la localidad.

Las bodegas y tabernas de esta ciudad donde se producía y vendía tomaban en sí mismas el nombre de chacolís, en lugar de bares o tabernas. Hasta la década de los años 1990, y aunque ya sin esa función, pervivían en la ciudad varios locales que todavía los mirandeses recuerdan:​ Chacolí Limaco, Chacolí Chamorro,​ etc. En la vendimia de 2010 se recogieron en el entorno de Miranda de Ebro mil kilos de uva para la producción de estos vinos. En 1987 el Instituto Municipal de la Historia de la ciudad publicó un libro sobre el tema con el título "Viñedos y vino chacolí en la historia de Miranda de Ebro" (ISBN 84-404-0190-6), escrito por Ramón Ojeda San Miguel y Jesús Alberto Ruiz Larrad.

En el Valle de Mena se produce chacolí desde hace siglos,​ pero sin denominación de origen. En 2010, la Diputación Provincial de Burgos aprobó un proyecto de impulso a la producción de chacolí en la zona.

En 2015 la Junta de Castilla y León certificó como Vino de la Tierra de Castilla y León (una Indicación Geográfica Protegida, IGP) al producido por una bodega de Miranda de Ebro, si bien se comercializa bajo la denominación de Ch, ya que al no ser una Denominación de Origen, no pueden comercializarlo como chacolí.

En Chile se elabora desde hace décadas un vino denominado chacolí: «La permanencia hasta nuestros días de dos bebidas alcohólicas de origen español, una denominada Pajarete, producida en el valle del río Huasco y valle del río Elqui y, la otra, el chacolí, producto genuino del valle de Copiapó y del valle del Choapa, es un testimonio histórico de la adaptación y reproducción de ciertos productos europeos para recrear la vida cotidiana de sus orígenes culturales y telúricos.»30​ Se trata de un vino distinto al producido en el País Vasco pero posee el mismo nombre. Hay referencias históricas de la producción del vino Chacolí de Chile desde el comienzo del siglo XIX.

En la localidad de Doñihue en el Valle de Cachapoal se celebra anualmente la "Fiesta del Chacolí".

Su producción no es muy amplia y es consumido principalmente en el País Vasco, La Rioja, Navarra, Cantabria y norte de la provincia de Burgos, extendiéndose poco a poco a otras zonas gracias a la restauración.


“El Chacolí de Doñihue es un producto típico de la Región del Libertador General Bernardo O´Higgins, parte importante del Patrimonio Alimentario de Chile, particularmente, del Patrimonio Vitivinícola. Heredero de la cultura chacolinera vasca. Es así que Doñihue se sumó a la vocación chacolicera en el último tercio del siglo XIX. A partir de entonces, los viñateros de Doñihue volcaron todo su talento para plantar la vid, elaborar Chacolí y otros productos.

El siglo XIX fue la centuria del desarrollo del Chacolí chileno, así como también de su apogeo. Un hecho trascendental para la historia del chacolí chileno llegó al poco tiempo de su nacimiento, cuando agasajó a los vencedores de la batalla de Chacabuco en 1817, particularmente, a los generales O´Higgins y San Martín. Allí vigorizó su valor simbólico. Finalizada y ganada la contienda, e inmediatamente después de investir a Bernardo O´Higgins como Director Supremo, las hijas y los yernos del desterrado Juan Enrique Rosales ofrecieron un banquete de celebración a los héroes patrios. En ese entorno relumbró el Chacolí de Santiago, junto a los mejores productos típicos agroalimentarios de la época, como el queso de Chanco, el jamón de Chiloé y el vino asoleado de Concepción.

En la segunda mitad de esta centuria, entre 1861 y 1890, la producción de Chacolí en Chile alcanzó su punto más alto, representando un tercio de la industria vitivinícola del país. De igual manera, participó de algunas ferias agrícolas, como la Exposición Nacional de Agricultura de Valparaíso de 1869 y la Exposición Departamental de Los Andes de 1886.

El siglo XX, por aposición a la centuria anterior, representó el ocaso del chacolí chileno. Su producción descendió hasta llegar al borde de la extinción. De todas formas, esto fue un proceso gradual, que se acentuó en la segunda mitad del siglo. No obstante, en el año 1956, fue destacado como uno de los mejores chacolíes de Chile por el folklorista Oreste Plath, junto al de Malloa y el de Pelequén. Finalmente, en 1975, coronó su importancia social con la fiesta del Chacolí, celebrada cada año en la comuna de Doñihue.

Hoy, el Chacolí de Doñihue representa el último bastión de la extinta tradición chacolicera de la Región de O´Higgins y uno de los pocos puntos de producción del país. Así, su paisaje cultural, en cuanto material e inmaterial, aún permanece vivo, resguardado celosamente por los chacoliceros de Doñihue, los verdaderos guardianes del Chacolí.”

El Chacolí se define como una bebida alcohólica, joven, caracterizada por su estructura ligera, con perfil afrutado, ligeramente ácido y fácil de beber. Se destaca en boca su sensación de pequeñas burbujas dadas por su fermentación incompleta. Se presenta en tonalidades Blanca, Tinta y Rosada, otorgadas por el origen de su materia prima. Tradicionalmente se elaboran a partir de cepas de uva como País, Torontel, Moscatel, Oro Campo, San Francisco, entre otras. Dado a su perfil de fermentación, esta bebida alcanza menor graduación alcohólica que un vino.

Las variedades de cepas utilizadas son diversas, entre ellas País (predominante), Frutilla, Pastilla, San Francisco, Torontel, Moscatel blanca y tinta, Oro Campo, Mollar, Italia, Coco gallo, Carnera, Cuyana, Pinot noir y Burdeo. Estas variedades, producidas en parronales centenarios muchas veces, son utilizadas por los chacoliceros por separado o realizando mezclas de cepas, lo que genera una variedad variopinta de tipos de Chacolí, cada una particular, cada una con características únicas y con una carga patrimonial singular.



https://es.wikipedia.org/wiki/Chacol%C3%AD

https://chacoli.cl/





Cerveza de Rodolfo Rubio

Agua Maceración: 21 litros

Fermentables:

  • 2 kg de Pale Ale
  • 2 Kg de Munich

Lúpulo:

  • 50 gr de Cascade

Extras:

  • 5 gr de Cardamomo
  • 5 gr de Cilantro
  • 5 gr de Piel de Naranja Dulce

Clarificante:

  • 10 gr de Irish Moss

Maceración:

Malta + 12 litros de agua

  • 66°C a 90 minutos
  • 78°C a 2 minutos

Ebullición:

Tiempo, 60 minutos

  • Añadir 30 gramos de Cascade a 10 minutos de iniciada la ebullición
  • Añadir 20 gramos de Cascade a 10 minutos de la adición anterior
  • Añadir Irish Moss los últimos 20 minutos de la ebullición
  • Añadir Cilantro, Cardamomo y Piel de Naranja a los últimos 5 minutos de ebullición

Levadura

  • US-05

Fermentación:

  • Temperatura óptima: 20 a 25°C

Carbonatación:

  • 7 gramos por litro

https://www.facebook.com/groups/1324421441025700/permalink/2113609335440236/





Ratafía

La ratafía es un licor dulce, elaborado a partir de la maceración de distintos frutos​ (nuez verde, cáscara de limón, guindas, clavel rojo), hierbas (menta) y especias (clavos de olor, nuez moscada, canela, rama de zarza) en un alcohol de base, generalmente aguardiente. Según el método y costumbres de la zona geográfica donde se elabore, la composición varía considerablemente.

El nombre, según la mayoría de las fuentes, procedería de la expresión latina hay que entregar (así sea), enunciada con el vaso de licor en alto para ratificar un acuerdo verbal.

Se encuentra en distintas regiones del Mediterráneo, especialmente en España, Italia, y Francia, con nombres semejantes: ratafià, ratafia, rataffia, retacía, etc.

En las zonas del norte de Cataluña la tradición de la ratafía está muy arraigada e incluso se sigue elaborando de forma casera según recetas transmitidas de padres a hijos, y se celebran ferias para degustar y conocer esta bebida, entre las que se pueden destacar la Feria de Besalú que se hace durante el Puente de la Purísima en diciembre, la Feria de la Ratafia que se hace desde 1981 en Santa Coloma de Farnés durante el mes de octubre o la fiesta de la ratafía de Centellas que se suele hacer el primer fin de semana de junio.

En Aragón también se prepara tradicionalmente al menos desde el siglo XVIII, pero bajo el nombre de "retacía". Perdura sobre todo en las comarcas de Campo de Daroca (Zaragoza) y de Jiloca (Teruel). Allí se prepara sobre todo con guindas, aguardiente, canela, nuez, rama de zarza y flor de clavel rojo, con distintas variaciones según la localidad. La tradición perdura especialmente en la localidad de Calamocha.

En Italia las denominaciones ratafià (Piamonte), ratafia y rataffia (Abruzzo) están legalmente protegidas como PAT (Prodotti Agroalimentari Tradizionali Italiani).

En Francia están reconocidas las denominaciones ratafia en distintas regiones, siendo especialmente conocidas las de Borgoña y Champaña.


Ingredientes

  • 9 nueces verdes cogidas el día de S. Juan.
  • 1 l. de alcohol de 86º.

Especias

  • 1 nuez moscada.
  • 1 rama de canela.
  • 4 clavos de olor.
  • 1 cucharada de cilantro.
  • 1 cucharada de matalafuga.
  • 1 cucharada de anís estrellado.

Hierbas aromáticas

  • manzanilla.
  • marialuisa.
  • tomillo.
  • romero.
  • hinojo.
  • poleo menta.
  • 12 hojas de albahaca.
  • 10 flores de lavanda.

Para el almíbar

  • 2 l. de agua mineral.
  • 1.800 gr. de azúcar.

Preparación

  1. Aplastaremos o cortaremos en cuartos las nueces verdes (las cogeremos el día de S. Juan, en esa época las nueces están verdes y se pueden cortar con el cuchillo) y las introduciremos en una garrafa de vidrio.
  2. Incorporaremos las especias y las hierbas aromáticas.
  3. Añadiremos el alcohol de 86º.
  4. Taparemos la garrafa y la dejaremos a sol y serena (en la intemperie), durante 40 días, zarandeando la garrafa, de vez en cuando.
  5. Transcurrido ese tiempo, elaboraremos en un cazo al fuego, el almíbar con el agua mineral y el azúcar, hasta que éste se haya diluido.
  6. Lo dejaremos enfriar y lo agregaremos a la garrafa, tapándola de nuevo y dejándola reposar, durante 6 meses, en lugar oscuro.
  7. Pasados los 6 meses, la colaremos y luego la filtraremos, envasándola en botellas bonitas, dejándola reposar 1 semana más.
  8. Aunque empleamos alcohol de 86º, al añadirle el almíbar que empleamos, esta graduación caerá a los 25º aproximadamente. Hay recetas que llegan a emplear hasta 16 tipos de hierbas aromáticas.





Vino de refresco de cola (BeerCola) de "Purogamer"

PuroGamer fermenta primero la bebida gaseosa y luego agrega azúcar, que continuará fermentando generando alcohol y co2. Él lo prueba apenas fermentada la bebida y ver que de sabor noes bueno, por tanto decide ver si puede corregirlo agregando azúcar y lo hace en la misma proporción de lo que trae la lata. Si la bebida tiene 44 kilocalorías por 100 gramos, serian 11 gramos de azúcar y siendo que la lata es de 330 ml, serian 37 gramos de azúcar para adicionar.

Para hacerlo necesitareis 

  • refresco de cola (330ml),
  • azúcar (37 gramos) y 
  • levadura fresca (no indica cantidad pero era algo así como 7 gramos de un pancito de 25 gramos de leva fresca).

Para la preparación

  1. El primer paso consiste en fermentar el refresco de cola en un ambiente anaeróbico. Colocamos la gaseosa junto con el azúcar en un frasco, mezclamos bien  colocamos un globo pinchado a modo de exclusa.
  2. Cuando hemos fermentado totalmente el azúcar la fermentación alcohólica parara. Filtramos la bebida fermentada pasándola a otro recipiente y usando un filtro de café.

https://www.youtube.com/watch?v=H0c0tJ4ueRI





Candiel

Durante buena parte del siglo XX, en muchos lugares de Cádiz los niños tomaban un combinado a base de vino de Jerez, azúcar y yema de huevo. Los padres se lo proporcionaban para espabilarlos o abrirles el apetito. 

El candiel o candié fue una bebida tonificante que tomaron muchos niños gaditanos de mediados del siglo XX. Solo tenía un pequeño problema: llevaba alcohol. En una época de alacenas casi vacías y chiquillos enclenques, los padres y madres de entonces preparaban a sus hijos un combinado a base de vino de Jerez —oloroso o dulce, generalmente—, yema de huevo y azúcar para darles un chute de vitalidad. No era raro, por tanto, ver por las calles a críos de 10 u 11 años con más energía que un parque eólico, después de unos buenos lingotazos a aquel líquido de color anaranjado.

"Recuerdo que me lo preparaba mi madre con moscatel para que me viniera arriba o para abrirme el apetito. Tendría yo unos 12 añillos o así", comenta Pepi Morales, vecina de 58 años de Trebujena, una localidad muy cercana a Jerez de la Frontera. Al igual que ella, Mariángeles Jiménez, sanluqueña nacida en 1951, también se acuerda de su primera experiencia alcohólica: "Dos de mis tíos trabajaban en bodegas, y cuando venían de clarificar los vinos traían un montón de yemas de huevo sobrantes. Con ellas hacían candié, que me daban como revitalizante cuando tenía cinco o siete años". Como evidencian estos testimonios, en aquellos tiempos los Tribunales de Menores andarían muy liados con otras cosas.

Una bebida centenaria

Los orígenes del candiel se remontan, como poco, al siglo XVIII. En el segundo tomo del Diccionario de Autoridades, publicado en 1729, se definía como "espécie de caldillo o mojo, que se hace con vino blanco, hiemas de huevo, azúcar y otras espécies, y sirve para sazonar y guisar pollas, gallinas y otras aves cocidas. Es mui apetitoso y usado freqüentemente en Andalucia y otras partes [sic]". De esta entrada se deduce que en un principio se usaba para condimentar guisos de carne, y que el léxico fálico no era tan amplio como ahora. Ya en 1783 desaparece del diccionario de la Real Academia esa referencia como combinado sazonador, y en la acepción de candiel se lee: "Manjar delicado que se hace con vino blanco, yemas de huevo, azúcar y otras especies. Úsase freqüentemente en Andalucía y otras partes”.

"Es una bebida inglesa que no sé si en un principio elaboraban con jerez. Es de suponer que candiel provenga de la adaptación de las palabras candy (golosina, dulce) y egg (huevo)", afirma Beltrán Domecq, presidente del Consejo Regulador de las Denominaciones de Origen Jerez-Xérès-Sherry y Manzanilla de Sanlúcar. Una teoría con bastante fundamento, pues tal y como afirma Beltrán, "la presencia de ingleses en las bodegas de Jerez fue muy importante". "Mi familia materna es de origen inglés, y de hecho mi bisabuelo fundó Williams & Humbert". Además, la entrada británica en los vinos jerezanos coincide temporalmente con la aparición del combinado en el diccionario, ya que, según recoge la web del Consejo Regulador, ingleses, irlandeses y escoceses "se establecen en la zona durante los siglos XVII y XVIII".

Una muestra del arraigo que tenía este cóctel vigorizante en la sociedad británica está en los libros de Charles Dickens. Concretamente en el capítulo XXIII de su obra Dombey e hijo, publicada en la década de 1840, en el que un personaje le aconseja a Paul Dombey hijo que, si sufre de debilidad corporal, se tome “la yema de un huevo, batida con azúcar y nuez moscada, en un vaso de jerez”. Paul era menor, así que no era algo exclusivo de España eso de darle un copazo al crío para que se activara.

El peligro de que lo tomaran niños

Esta bebida nació hace siglos y en tierras británicas, pero no olvidemos que en España el consumo infantil del candiel llegó hasta los años setenta del XX. Bien a modo de elixir fortificante, o también como remedio para que el niño accediera a comer lo que se hubiese cocinado.

"Es posible que esta bebida abriera el apetito de los niños, porque el consumo de alcohol se relaciona con un incremento en el hambre a través de distintos factores", explica Beatriz Robles, dietista-nutricionista y tecnóloga de alimentos. Según cuenta, la ingesta alcohólica dificulta la transformación de glucógeno a glucosa por parte del hígado, "lo que reduce el nivel de glucosa en sangre y puede aumentar las ganas de comer". En cuanto a su supuesto poder tonificante, esta tecnóloga de alimentos opina que "probablemente lo que se conseguía era cierta desinhibición provocada por el alcohol, sin ningún matiz positivo".

Lo que sí está claro es la aberración que esto suponía: "Los efectos del alcohol en niños son más acusados que en adultos. Puede afectar al desarrollo de órganos vitales e interferir con los procesos hormonales, además de afectar a su desarrollo cognitivo", apunta Beatriz Robles. Y como con el candiel la oferta de peque-bebercio se quedaba corta, durante esta época también se puso de moda administrar a los chiquillos vinos quinados. El despiporre absoluto.

La quina, otro copazo infantil

Los vinos quinados, al igual que el candiel, se enmarcan dentro de esas bebidas alcohólicas "medicinales" que tanto se extendieron en España en el XIX y el XX, tal y como recogió el líder comidista Mikel López Iturriaga en este post. Ya en los setenta se empezó a tomar conciencia de los efectos nocivos que el alcohol tenía en los más pequeños, pero hasta entonces el desconocimiento general les dejó ciscarse sus copichuelas.

"La quina se hace mezclando vino con esencia del árbol de la quina, de donde se extrae la quinina. Además a esto se le añade almíbar o miel, dependiendo de si se usa vino dulce o seco, para contrarrestar el amargor de la quina", ilustra el bodeguero Antonio Barbadillo, que el año pasado sacó al mercado el vino K de Quina bajo su marca Sacristía AB. "Se les daba como tonificante a los niños débiles o para que les entrara hambre. Recuerdo que cuando de pequeño me daban quina me comía el almuerzo de un león", bromea este enólogo sanluqueño.

Aunque tradicionalmente se usa la corteza del árbol de la quina con ese fin, Beatriz Robles asegura que  "no hay evidencia científica que lo pruebe". "Así que, como en el caso anterior, es muy probable que el efecto sobre el apetito se deba a la presencia de alcohol", concluye esta nutricionista. En definitiva, era el componente etílico lo que hacía que los niños tuvieran hambre o se activaran. Lo mismo que le ocurre a muchos que, al salir de la discoteca, se comen un kebab del tamaño de un camión cisterna.

La quina aún se sigue comercializando bajo distintas marcas, como la Kina San Clemente de las bodegas Málaga Virgen. Por su parte, el candiel quedó como un recuerdo más que contar para una generación que creció dándole tragos. Mis padres pertenecen a ella y, aunque quizá no exista una relación causal, lo cierto es que en mi casa no falta la Cruzcampo. Maldito candié.

https://elcomidista.elpais.com/elcomidista/2020/06/16/articulo/1592293291_720292.html





Porter chocolatástica

Maltas/Granos

  • 1,50 Kg (51,2%) de malta base Pilsen (Grannaria) (3,9 EBC)
  • 0,70 Kg (23,9%) de malta Maris Otter (Crisp) (5,0 EBC)
  • 0,33 Kg (11,3%) de malta Biscuit (50,0 EBC)
  • 0,15 Kg (5,1%) de malta chocolate (900,0 EBC)
  • 0,10 Kg (3,4%) de cebada en copos (Thomas Fawcet) (3,0 EBC)

Lúpulos

  • 10,00 g de Chinook (13,00% AA) en flor (hervido 75 minutos, 31,5 IBUs)
  • 10,00 g de Northern Brewer (11,20% AA) en flor (hervido 15 minutos, 12,9 IBUs)

Adjuntos/Otros

  • 102,00 g de tableta de cacao elaborada a partir de granos de cacao crudo (hervido 15 minutos)
  • 150,00 g de lactosa (hervido 15 minutos)
  • 1 rama de canela (al embotellar tras macerar 1 semana en vodka)
  • 2 vainas de vainilla (al embotellar tras macerar 1 semana en vodka)

Levadura

  • Safale US-05 (1 sobre previamente rehidratado)

Datos

Volumen: 10,5 L     DO: 1,057     DF: 1,017     %Alc: 5,3%     IBUs: 44,4     Color: 49,1 EBC     BU/GU: 0,774     Eficiencia: 65,00%

Perfil de Agua

Ca: 109 ppm; Mg: 3 ppm; Na: 7 ppm; SO4: 14 ppm; Cl: 141 ppm

Macerado

  • 67,0ºC durante 60 minutos, mash out 75ºC 10 minutos

Hervido

  • 75 minutos

Tableta de cacao a partir de granos de cacao crudos

Esparcí 400 g de granos de cacao crudos sobre una bandeja de horno, de forma que se distribuyeran uniformemente. Previamente había precalentado el horno a unos 120ºC-125ºC. Una vez que el horno había alcanzado dicha temperatura metí la bandeja con los granos en el horno y la dejé a dicha temperatura durante una hora, dando la vuelta a los granos a la media hora para intentar que se tostasen de forma uniforme.

Una vez tostados, hay que pelar los granos uno a uno, para lo que tendréis que armaros de paciencia, ya que os llevará su tiempo. Aquí si que me arrepentí de haberlo hecho solo sin la ayuda de nadie. Algunos de los granos se pelaban fácil porque la cáscara estaba quebradiza, pero con otros había que arrancarla con más trabajo. Posiblemente algo más de tiempo o temperatura habrían venido muy bien para tostar algo más los granos y hacer que la cáscara fuera más fácil de quitar. Sin embargo, al ser la primera vez, pensé que lo mejor era ser conservador en cuanto a tiempos y temperaturas para no pasarse.

Precisamente una de las supuestas ventajas de este método para añadir cacao es la versatilidad que ofrece el poder jugar con temperaturas y tiempos de tostado para conseguir aromas y sabores lo más cercanos a nuestras preferencias. Para la próxima vez seguramente mantenga el tiempo, pero subiré unos grados la temperatura.

A pesar de todo, el aroma a cacao que invadía la cocina era increíble y, probando alguno de los granos pelados, el sabor era bastante potente. El siguiente paso era pasar los granos tostados ya pelados (la mayoría como podéis ver más arriba partidos en múltiples fragmentos) por un molino para formar una pasta que sea manejable para poder darle forma. Para ello eché mano del indestructible molino corona que usábamos hace tiempo para moler el grano antes de hacernos con el molino de rodillos que tenemos ahora. Hay que tener en cuenta que este paso hay que hacerlo de seguido, es decir, con los granos todavía a cierta temperatura para que sea más sencillo formar la pasta, ya que si se enfrían demasiado se endurecerán y la fuerza que habrá que hacer será mayor. Para conseguir la textura adecuada, pasé la pasta tres veces por el molino de forma que al final quedó una pasta muy moldeable.

Una vez obtenida la pasta, la pasé a un recipiente cuadrado que hizo las veces de molde y la dejé hasta el día siguiente en la nevera para que se endureciera. En la foto de arriba podéis ver el resultado final. Comentar también que, de los 400 g de cacao iniciales, en la tableta final el peso fue de casi 300 g, con lo que si algún día os decidís a hacer algo similar, contad con aproximadamente un 25% de pérdida de peso durante el proceso





Porter Tangerina

Maltas/Granos

  • 1,00 Kg (76,9%) de malta Maris Otter (Crisp) (5,0 EBC)
  • 0,10 Kg (7,7%) de Golden Naked Oats (Simpsons) (18,0 EBC)
  • 0,10 Kg (7,7%) de malta Biscuit (50,0 EBC)
  • 0,05 Kg (3,8%) de malta chocolate (900,0 EBC)
  • 0,05 Kg (3,8%) de Crystal T50 (Simpsons) (133,0 EBC)

Lúpulos

  • 5,00 g de Chinook (13,00% AA) en flor (hervido 60 minutos, 32,6 IBUs)
  • 20,00 g de Cascade (6,20% AA) en pellets (whirlpool 10 minutos, 12,4 IBUs)

Adjuntos/Otros

  • 57,00 g de tableta de cacao elaborada a partir de granos de cacao crudo (hervido 15 minutos)
  • 1 litro aproximadamente de zumo de mandarinas (en secundario después de terminar la fermentación inicial)
  • Piel de 2 mandarinas (al embotellar tras macerar 2 semanas en vodka)

Levadura

  • Safale S-04 (1 sobre previamente rehidratado)

Datos

Volumen: 5,25 L     DO: 1,050     DF: 1,012     %Alc: 5,0%     IBUs: 45,0     Color: 43,7 EBC     BU/GU: 0,907     Eficiencia: 65,00%

Perfil de Agua

Ca: 37 ppm; Mg: 3 ppm; Na: 7 ppm; SO4: 14 ppm; Cl: 14 ppm

Macerado

  • 66,0ºC durante 60 minutos, mash out 72ºC 10 minutos

Hervido

  • 60 minutos





Galaxia amarilla

Maltas/Granos

  • 2,60 Kg (50,0%) de malta base Pilsen (Grannaria) (5,0 EBC)
  • 2,60 Kg (50,0%) de avena sin cáscara malteada (Crisp) (3,0 EBC)

Lúpulos

  • 60,00 g de Fuggles (4,50% AA) en pellets (hervido 30 minutos a 80ºC, 27,6 IBUs)
  • 50,00 g de Amarillo (7,90% AA) en pellets (whirpool 15 minutos a 80ºC, 5,9 IBUs)
  • 50,00 g de Galaxy (15,60% AA) en pellets (whirlpool 15 minutos a 80ºC, 11,6 IBUs)
  • 50,00 g de Galaxy (7,90% AA) en pellets (dry hop, 8 días después de inocular levadura, durante 3 días)

Levadura

  • Vermont Ale (The Yeast Bay)  (1 vial inoculado directamente sin starter)

Datos

Volumen: 21,00 L     DO: 1,044   DF: 1,010     %Alc: 4,4%     IBUs: 45,0     Color: 7,6 EBC     BU/GU: 1,034     Eficiencia: 65,00%

Perfil de Agua

Ca: 114 ppm; Mg: 3 ppm; Na: 7 ppm; SO4: 143 ppm; Cl: 147 ppm

Macerado

  • 69,0ºC durante 60 minutos

Hervido

  • 60 minutos





EspaLa

Estos son  los trofeos para el primer premio de cada categoría del Concurso del IPADay de la Asociación de Cerveceros Caseros Españoles (ACCE) que se celebro el jueves 17 de septiembre de 2020 en Burgos.
Los ha realizado Cristino Díez, artista local reconocido internacionalmente. Fusiona la mítica Tizona del Cid con una pala cervecera. Cada EspaLa pesa la nada desdeñable cifra de 2.200g. 


https://www.instagram.com/p/CFSepWHJ1D6/
https://www.instagram.com/p/CFVO5A7JT5b/





Gose (básica)

Ingredientes

Datos Numericos

Volumen: 15,50 L     DO: 1,041     DF: 1,009     %Alc: 4,3%     IBUs: 8,1     Color: 6,5 EBC     BU/GU: 0,195     Eficiencia: 65,00%

Perfil de Agua

Ca: 111 pm; Mg: 3  ppm; Na: 7 ppm; SO4: 132 ppm; Cl: 140 ppm

Semillas de cilantro y sal
Maltas/Granos

  • 1,80 Kg (57,1%) de malta de trigo (Weyermann) (3,0 EBC)
  • 1,35 Kg (42,9%) de malta Pilsen (Grannaria) (5,0 EBC)

 Lúpulos

  • 8,00 g de Hallertauer Tradition (6,70% AA) en flor (hervido 55 minutos, 8,1 IBUs)

Adjuntos

  • 3,00 g de sal (cloruro sódico) y 
  • 3,00 g de semillas de cilantro (hervido 10 minutos) + 
  • 6,00 g de sal directamente al fermentador después de añadir la la levadura Safale K-97

Sour Ptich y Safale K-97,
el tandem para fermentar la gose
Bacterias / Levadura

  • Sour Pitch (Lactobacillus Plantarum) (3,3 g dispersados en un poco del mosto). Previamente el mosto se hirvió durante 10-15 minutos para esterilizarlo, se enfrío hasta unos 40ºC y se pre-acidificó con ácido láctico hasta un pH de 4,5 aproximadamente. Fermentación durante 24 horas a 37,5ºC y otras 24 horas a 30ºC. Tras las 48 horas totales el pH se quedó en 3,30.
  • Safale K-97  (1 sobre previamente rehidratado). Fermentación después de hervir y enfriar tras la fermentación con Lactobacillus. Temperatura de fermentación sobre 19-20ºC.

Macerado

  • 66ºC durante 60 minutos.

Hervido

  • 55 minutos

Malta de trigo y malta pilsen
listas para moler
Preparación

  1. El día de la elaboración lo comenzamos a la mañana hirviendo el agua necesaria para eliminar el cloro. Ya a la tarde, para obtener un pH alrededor de 5,35 (según Bru’n Water) en el macerado y conseguir el perfil de minerales buscado y mostrado más arriba,  añadimos al agua (23,85 litros) 58,8 mL de ácido sulfúrico y 4,7 g de cloruro cálcico. 
  2. Después de añadir el grano cuando el agua había alcanzado 68,7ºC, programamos el PID del nuevo equipo para mantener el macerado en unos 66ºC durante una hora. Todo el tiempo mantuvimos en marcha la bomba para ir recirculando el mosto. Tras ese tiempo, la densidad prehervido quedó en 1,035 (frente  a 1,031 teórico). 
  3. Quitamos la bolsa con el grano y hervimos unos 15 minutos para esterilizar el mosto antes de inocular el lactobacillus. Era nuestra primera experiencia con el Sour Pitch de Lallemand y seguimos más o menos sus instrucciones. Enfriamos con serpentín de cobre a unos 40ºC y añadimos ácido láctico para preacidificar el mosto a un pH de aproximadamente 4,4, esto también para evitar el crecimiento de ciertos microogranismos que podrían echar a perder la elaboración. 

    Macerando la gose

  4. Añadimos 3,3 g del Sour Pitch (recomiendan 10 g/100 L) para unos 16 litros, rehidratados en un poco del propio mosto, y programamos el PID a 37,5ºC para la fermentación del Lactobacillus. El resto del contenido del sobre (son sobres de 10 g) lo guardamos bien cerrado en la nevera para una próxima elaboración.
  5. A las 24 horas el pH había bajado bastante, estando en 3,55. Como parece que la cosa iba rápido, bajamos algo la temperatura del PID hasta 30ºC. A las 48 horas el pH se había ido hasta 3,30, más que suficiente para lo que buscábamos. 

    Mosto después de acidificar con Lactobacillus

  6. Para cortar la acidificación y eliminar el Lactobacillus, hervimos 55 minutos, añadiendo 8 g de Hallertau Tradition al inicio del hervido (para 8,1 IBUs). 
  7. A falta de 10 minutos para teminar de hervir, añadimos las semillas de cilantro recién molidas y la sal (como he comentado antes menos cantidad de la debida según nuestra receta anterior), así como una pizca de nutrientes para levadura para ayudarla a trabajar en un pH que no es el idóneo. 
  8. A continuación enfriamos hasta unos 20ºC con el serpentín de cobre mientras rehidratábamos la levadura Safale K-97 que iba a terminar de rematar el trabajo de fermentación. 

    Fermentación final con Safale K-97

  9. Después de haber enfriado y pasado todo a un BrewBucket para fermentar añadimos la levadura rehidratada. Es aquí cuando me di cuenta que las cantidades de cilantro y sal eran un tercio de lo que deberían. Con el cilantro no toqué nada, pero con la sal pesé otros 6 g y los eché directamente al fermentador. No era día bueno para la memoria, también olvidamos medir la densidad en este punto.
  10. Con la temperatura de la cámara de fermentación programada a 18ºC, la cerveza mantuvo una temperatura de 19ºC-20ºC durante la parte más activa de la fermentación. 
  11. Tras 3-4 días la temperatura de la cerveza comenzó a bajar y pasados 6 días desde la inoculación de la levadura es un buen momento si desean trabajar con adición de frutas, si deciden hacer algo así, pueden dividir el batch según cuantas variantes deseen hacer y mezclar cada uno de esos lotes con las frutas correspondientes, permitir por lo menos unos 5 días de fermentación y finalmente ver la posibilidad de embotellar.
Fermentando Gose con Frutas (con Piña, Moras y Granada)

https://cervezaloschicos.wordpress.com/2019/03/18/gose-con-fruta-parte-1-2-cerveza-base/
https://cervezaloschicos.wordpress.com/2019/03/19/gose-con-frutas-parte-2-2-anadiendo-las-frutas/
https://cervezaloschicos.wordpress.com/2018/03/24/nuestra-primera-cerveza-acida-una-gose-con-albaricoques/





Pros y contras de ser gypsy brewer según elaboradores

Para abordar el tema, el blog Lúpulo Adicto, ha consultado a cinco cerveceros que empezaron elaborando en instalaciones de otros y que en algunos casos con el tiempo han decidido montar su propia fábrica: Alberto de Sesma Brewing (Navarra), Aran de La Pirata (Catalunya), Ernesto de Cervezas Yria (Toledo), Isaac de Reptilian (Catalunya) y Jacobo y Juan de La Quince (Madrid).

¿Qué tal vuestra experiencia de elaborar en instalaciones de otras cerveceras?

Alberto (Sesma). Bueno, aunque lo parezca no es una pregunta fácil. Hubo experiencias buenas y otras no tan buenas. Yendo mas al fondo de la pregunta he de decir que si no tienes una fábrica muy a mano de donde estés situado geográficamente (hablo de la empresa propia), la falta de control te puede jugar malas pasadas. En resumidas cuentas, si quieres que tu producto salga bien, no hay nada como hacerlo tu mismo.

Aran (La Pirata). Es una experiencia educativa muy importante. Cada equipo es un mundo y cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes, cosa que te hace aprender mucho. Además de usar el equipo de otras cerveceras, también intercambias y aprendes mucho con los cerveceros de esas cerveceras.

Ernesto (Yria). Pues siempre muy positiva, para nosotros es fundamental el uso de diferentes equipos en el proceso de aprendizaje. Además, a veces utilizamos equipos que nunca podríamos pagar jejeje!

Isaac (Reptilian). En resumen diría que es una experiencia buena, con la que aprendes de otros productores y que te sirve para diseñarte tu equipo gracias al hecho de haber trabajado con maquinaria muy diferente entre sí. De todas formas ir siempre de aquí a allá es una vida muy dura...

Jacobo y Juan (La Quince). Muy gratificante en todos los sentidos. Para nosotros la cerveza es nuestra pasión y disfrutamos a tope en cada elaboración.

¿Por qué elaborar en instalaciones de otra gente en lugar de lanzaros con un equipo propio? ¿Cuáles son las principales razones y las ventajas?

Alberto (Sesma). Generalmente, casi todos los que somos o hemos sido "Cuckoo Brewers", partimos de la experiencia anterior como homebrewers, es decir, si tuviéramos al alcance la fuente de donde sale el dinero, seguramente todos trabajaríamos con instalaciones propias.

Aran (La Pirata). En mi caso el principal aliciente fue la necesidad de probar el mercado, de tomarle el pulso y ver si nuestra marca tenía lugar. Además, y como factor importantísimo, un equipo propio cuesta mucho dinero. Las ventajas son varias: 1) baja inversión para salir al mercado, 2) tiempo focalizado a la producción (aliviando limpiezas, por ejemplo) y al posicionamiento de la marca. Es decir, que no tienes que dedicar tanto tiempo a tareas que no son estrictamente de la birra (gestión, papeleo, etc, etc.)

Ernesto (Yria). Bueno, la respuesta es fácil. Cuando empezamos a trabajar mediante este sistema, y creo que fuimos de los primeros en España, simplemente lo hicimos pensando como poder profesionalizarnos y vender cerveza de forma legal sin tener el dinero para construir unas instalaciones propias. Además el hecho de fabricar en casa de otros ofrece la ventaja de poder contar con la ayuda de los titulares de la fábrica. Hemos aprendido mucho de Fernando de Domus, de Bob en Sagra, de los Milana, de Tyris, de la gente de Guineu... además te exige menos dedicación (limpiezas, burocracias. etc.) lo cual es imprescindible para quienes como nosotros se empeñan en ser hombres orquesta.

Isaac (Reptilian). La experiencia de elaborar en casa de otros tiene sus pros y sus contras. La principal ventaja al seguir este camino es poder empezar sin un riesgo excesivamente alto en cuestiones de inversión económica. Se puede decir que es una manera de “explorar” el mercado, y si las cosas no van del todo bien, poder rendirse sin acabar arruinado. También te sirve mucho para aprender técnicas y formas de trabajar de los otros productores (de los propietarios de la brewery en cuestión, me refiero) Yo he trabajado en 8 cervecerías distintas, y siempre aprendes algo nuevo. También he de decir que algunos equipos donde he trabajado no son los idóneos para según que estilo, y según cual cerveza quieras hacer, puedes optar por hacer un lote de 500 litros, o de 2000 (por ejemplo).

Jacobo y Juan (La Quince). Nos parece lo más sensato teniendo en cuenta que tenemos otros trabajos de los cuales vivimos. Ambos trabajamos en el sector financiero y tenemos los números muy claros. Nuestra fábrica idílica no baja del millón de euros y para amortizar ese coste habría que vender muchos litros... Elaborar en diferentes micros nos permite conocer diferentes maquinarias, métodos, técnicas, estilos y seguir aprendiendo con los mejores brewers.

E imagino que también habrá desventajas…

Alberto (Sesma). El único problema que yo veo es el económico.

Aran (La Pirata). Como desventajas: 1) el precio deja poco margen, 2) no tienes el control al 100% del proceso ni del producto final, por mucho que uno mismo elabore la cerveza. Limitaciones de proveedores, formas de funcionar de cada cervecera, etc. 3) roturas de stock continuas: fabricas cuando las cerveceras quieren y si no les cuadra, te esperas.

Ernesto (Yria). Desventajas hay, claro. La primera y más clara la económica, puesto que todas la ventajas tienen que pagarse, lo cual te hace menos competitivo en el mercado. Algunos nómadas optan por bajar el precio para estar en la línea (normalmente los que pretenden seguir con la marca en sus instalaciones más tarde) y otros son necesariamente más caros. Esto último puede ser también una estrategia, si quieres vender algo de exclusividad. Por otra parte tienes que confiar mucho en la cervecera que te hospeda, porque a fin de cuentas no vas a poder estar cada día vigilando la cerveza. Nosotros hemos tenido suerte con esto pero se han dado casos de cervezas estropeadas por negligencias, o simplemente desinterés.

Isaac (Reptilian). Las principales desventajas, según mi experiencia, es el coste extra que tiene la cerveza en sí misma. Al fin y al cabo cuando elaboras en casa de terceros, en el coste de producción hay que pagar el sueldo del propietario de las instalaciones, que para algo se las ha montado... Otra desventaja es todo el dolor de cabeza en desplazamientos para elaborar, embotellar, recoger el producto,... (gasoil y tiempo gastado) Si quieres ahorrarte ese trabajo, se refleja en la factura... Y, obviamente, no eres tu el que controla día a día el estado del producto. Por mucha confianza que tengas en el anfitrión, no es lo mismo que estar en tu propia fábrica y hacerlo tú. Otro problema es que tampoco puedes controlar la agenda de producción. Te tienes que adaptar a la de los demás.

Jacobo y Juan (La Quince). Lógicamente tiene las desventajas del coste. Pierdes parte del margen de producción que lógicamente se queda la propia fábrica y hay que adaptarse al calendario de elaboración. También conlleva costes logísticos de transporte y almacenaje añadidos.

¿Has dado el paso a elaborar con un equipo propio? ¿Por qué?

Aran (La Pirata). En la actualidad, en La Pirata estamos construyendo nuestra propia fábrica. Va a ser un obrador de 1800 litros y fermentadores isobáricos de 36hl. Como decía más arriba, el margen que deja la forma de funcionar gypsy es pequeño y las roturas de stock hacen que pedidos importantes no se puedan servir por falta de algunas variedades. Aunque lo más importante creo, es la libertad de hacer la cerveza que uno quiera, cuando quiera y como quiera...

Ernesto (Yria). Pues el caso es que sí, tenemos nuestro propio equipo en Noblejas desde hace unos meses. Aunque seguimos fabricando casi todo de forma nómada. Ahora mismo nosotros no vivimos de hacer cerveza, sino más bien de la distribución. Hemos encontrado estupendas fábricas donde elaborar y podemos sacrificar algo de margen de beneficio a cambio de las ventajas de este tipo de elaboración. Noblejas es una fábrica muy pequeña que nos permite jugar, aunque tenemos el proyecto de fabricar en cuantas más fábricas diferentes mejor, sobre todo para aprender.

Isaac (Reptilian). Pues si, estoy ultimando mis propias instalaciones, con capacidad de cocción de 1.500 litros. Llevo 3 años trabajando en el local, y han sido 3 años muy duros. Pero el esfuerzo valdrá la pena.

En vuestro caso (La Quince) no habéis dado el paso a equipo propio. ¿Os va bien seguir así u os gustaría dar el paso antes o después?

Jacobo y Juan (La Quince). Nos va bien ya que en los 3 primeros meses del año hemos elaborado los mismo litros que el primer año pero ni de lejos da para poder vivir de ello. A día de hoy no contemplamos tener nuestra propia micro. Cada vez aparecen más marcas y la oferta es muy superior a la demanda. La cual aumenta despacio (en España no llega al 1% sobre el consumo total de cerveza). Faltan nuevos consumidores, más puntos de venta y que los hosteleros cambien su mentalidad sobre la cerveza heredada de la cerveza industrial. Es importante que vean la cerveza artesana como un producto diferenciador, cultural y gastronómico.

¿Elaborando en instalaciones de otra gente, cómo podía conocer el consumidor dónde elaborabais vuestra cerveza más allá del nº de registro sanitario?

Alberto (Sesma). Generalmente en las páginas de rateo como Ratebeer o Untappd suele aparecer donde esta hecha cada cerveza, aun así, los cerveceros, por lo general, no tenemos ningún inconveniente en decir donde están producidas.

Aran (La Pirata). En nuestro caso, en algunas ocasiones se menciona en la etiqueta ("Cerveza elaborada por La Pirata en las instalaciones de..."), aunque no en todas las variedades lo pone.

Ernesto (Yria). En nuestras etiquetas viene indicado claramente donde están fabricadas. Al Cesar lo que es del Cesar.

Isaac (Reptilian). Yo pongo el nº RGS y el nombre de la fábrica donde elaboro, aunque legalmente con el RGS ya habría suficiente.

Jacobo y Juan (La Quince). En nuestras etiquetas y campañas de publicidad siempre nombramos las fábricas que nos abren sus puertas. Para nosotros es un orgullo elaborar en GUINEU (Cataluña), Bidassoa Basque Brewery (País Vasco), Dougall's (Cantabria) y Keltius (Galicia).

¿Qué le recomendaríais a alguien que quiera empezar y montar su propia cervecera? ¿Elaborar con equipo de otro, con un equipo propio o primero lo uno y luego lo otro?

Alberto (Sesma). Lo que tenga mas a mano. Aunque si quiere sentir la experiencia previa de la elaboración, recomendaría hacer un lote en una fábrica que tenga un equipo similar al que estás pensando instalar en tu fábrica. Además, si no lo tienes claro, posiblemente la experiencia de elaborar te acabe de decidir si realmente quieres que esa sea tu vida. Elaborar cerveza no es un camino de rosas, es satisfactorio por supuesto, pero las jornadas son largas y duras, y las manos se van ajando poco a poco ;-).

Aran (La Pirata). Que trate de hacer algún tipo de contrato con la fábrica para asegurar-se unos lotes para evitar quedar-se sin birra y poder negociar un mejor precio. Y que no tenga miedo a los km. A veces la mejor fábrica para hacer una birra en concreto no queda al lado de casa. Esos km de más lo agradecerá la cerveza! Yo siempre he dicho que comenzar elaborando con equipos de otros ayuda mucho a ver si tu cerveza va a tener salida en el mercado. No basta con que le guste a tus amigos y a tu novia, le tiene que gustar a mucha gente más y antes de embarcar-te en un proyecto de varios miles de euros, es muy importante que ya te conozcan.

Ernesto (Yria). No sabría que decir, depende mucho del proyecto, del dinero y de la mentalidad. Aunque hacer alguna cocción fuera ayuda sin duda a aclarar muchas cosas que, a lo mejor, no están tan claras cuando ves los proyectos solamente en papel.

Isaac (Reptilian). A alguien que empieza lo primero es hacer cerveza en casa, experimentar, aprender, tomárselo con calma, pues no es algo que se aprende en cuatro cocciones. Luego puede arriesgarse en coger su mejor receta y hacer algún lote en fábrica ajena. Si ve que funciona, que puede encontrar su hueco en el mercado, haciendo un buen estudio de mercado y plan de empresa, siempre puede arriesgar su capital (o el del banco) en montar fábrica propia. Pero claro, todo esto último depende de las posibilidades de cada uno, de sus aspiraciones o sus necesidades.

Jacobo y Juan (La Quince). Antes de elaborar absolutamente nada es fundamental ir a las tiendas de cervezas artesanas y probar todas las cervezas tanto nacionales como internacionales. Una vez bebidas todas ya se puede empezar a estudiar sobre el proceso de elaboración, acudir a cursos de elaboración, formación reglada, cursos de detección de defectos & contaminaciones y practicar con la mejor tecnología de homebrewing que este a tu alcance. Leer, leer y leer. Elaborar infinitas pruebas (de diferentes estilos BJCP), participar en concursos de Homebrew y dar a probar al mayor número de cerveceros posibles. Despues tienes que tener en cuenta los costes administrativos de empresa, logística y distribución.

Y por último, ¿algo que queráis añadir sobre el tema?

Alberto (Sesma). A pesar de las jornadas laborales me encanta mi vida de ahora… No la cambiaba por nada. La satisfacción de los feedbacks buenos, y las ganas de mejorar que te dan los no tan buenos hace que cada día sea diferente… Es una sensación plena.

Aran (La Pirata). Añadiría dos cosas: 1)  creo que hay que diferenciar entre contract beers y gypsy brewers. No es lo mismo que te la hagan que hacerla. Y mucho menos que te hagan hasta la receta. 2) El gypsy está muy desvalorado e incluso ninguneado por algunas vacas sagradas e incluso por asociaciones de cerveceros (léase GECAN). Debemos entender que todos estamos en el mismo barco y que debemos luchar por, poco a poco, conseguir más cuota de mercado frente a la cerveza industrial. 

Ernesto (Yria). Bueno, remarcar que, además de ser un buen sistema para gente sin muchos recursos, la fabricación nómada se ha convertido en la forma de hacer viables muchos proyectos de instalaciones propias. Excepto un par de casos, toda cervecera de tamaño medio necesita la fabricación de terceros para rentabilizar sus costes fijos, ampliar el volumen de compra de materia prima etc con lo cual me gustaría poner en el acento en que este sistema tiene más de "sinérgico" de lo que pudiera pensarse en un primer momento.

Jacobo y Juan (La Quince). Animamos a los consumidores que solo son de una determinada marca que prueben diferentes estilos & marcas de cervezas artesana y por otro lado, aquellos que les gusta probar cada día una que repitan aquellas que les más les gusten ya que de lo contrario desaparecerán.


http://lupuloadicto.blogspot.com/2015/03/pros-y-contras-de-ser-gypsy-brewer.html



Etiquetas Tematicas

@CervezalBlog (31) AB InBev (1) ACERCA DE... (1) ACHT (12) Adicion de Especias (6) Adicion de Frutas (6) Adicion de Lupulos (28) Aditivos (14) Adjuntos (30) Adriana Paonessa (1) Affen (1) Africa (11) Albania (2) Alcalinidad (2) Aldona Udriene (4) Alemania (77) Alewife o Brewster - ¿Brujas? (8) Aloja (11) Amilasas (14) Amstel (1) Anchor Steam Beer (6) Andes Origen (8) Angel Share (1) Angela y Georg Berg (1) Anheuser-Busch (2) Antarctica (1) Antares (4) Anton Dreher (1) Anton van Leeuwenhoek (1) Antonella Sotera (1) Antonio Mastroianni - BarbaRoja (1) Anwandter (6) Aportes de la gente (65) Argentina (659) Armenia (8) Aro Rojo (4) Arte y Publicidad (83) Asia (2) Aspergillus oryzae (6) AstorBirra (7) Atenuacion (4) Australia (7) Austria (7) Auto-Sifon (1) Azucar Invertido (2) Barm (4) Barrido de CO2 (1) Barriles-Barricas de Madera (4) Bebida No Fermentada (5) Bebidas Carcelarias (3) Belgica (37) Bieckert (10) Bielorusia (10) Biotransformación (5) Birrapedia (11) BJCP (3) Blest (11) Bolivia (17) Bors (5) Bosnia-Herzegovina (2) Botellas de gres (4) Brahma (1) Brasil (48) Brettanomyces (22) Brewers Association (5) Brewgrass Homebrew Supply (30) Brígida Mena (1) Brunnen (1) Bulgaria (2) Butch Krill (2) Calculos (104) Camerun (1) CAMRA (9) Canabis (6) Canada (8) Candy Sugar (6) Carbonatacion (26) carce (1) Carlos Sexauer - Cerveceria Sexauer (3) Carlsberg (13) CCU (59) Cerex (2) Cervecería Argentina (6) Cervecería La Posada del Taique (1) Cerveceria Neumeyer (1) Cerveceria Rothenburger (1) Cerveceria Schlau (4) Cerveceria Strasser (1) Cerveceria Vyatich (1) Cerveceria Weiss & Michatt (1) Cerveceros Artesanales de Villa General Belgrano (5) Cerveja Facil (4) Cervesaurio Cerveza Artesanal (1) Cerveza Abdij Deleuze (14) Cerveza Artesanal Colomb's (5) Cerveza Artesanal El Bolsón (4) Cerveza Cruda (37) Cerveza Ebner (1) Cerveza Raiz - Root Beer (2) Cerveza Santa Fe (7) Cerveza y Sociedad (11) Cervezapedia (1) Cervezas de Pergamino (7) Charlie Papazian (18) Chicha (125) Chile (167) Chilebruers (4) China (15) Chipre (2) Chopp Cassaro (1) Chuico - Damajuana (2) Ciudad del Vaticano (1) Clarificantes (10) Cold Steeping - Cold Mash (4) Colombia (27) Color de la Cerveza (7) Colorado (2) Comarca Andina (2) CondorLAB (5) Connor's (1) Coopers (1) Corona Extra (4) Costa Rica (4) Crabtree (5) Croacia (1) CRUDO Clases de Cocina (3) Cruzcampo (2) Cuba (30) Curazao (1) Daniel Schavelzon (5) Daniela Reina (1) Danstar (1) De Libros... (75) Decoccion (6) Defectos (27) Degustacion-Cata (4) Destilaciones (75) Diacetilo (13) Diageo (1) Diccionario (2) Diego Felipe Bruno (1) Diego Libkind (34) Dinamarca (30) Dinant (1) Dioses - Diosas - Duendes y Hadas (30) DIY Homebrewers (1) Doble Malta (2) Dogfish head (18) Ecuador (15) Eduardo Deleuze (18) Eficiencia (1) Egipto (26) El Salvador (3) Envases (12) Enzimas (16) Equipos (38) Escandinavia (9) Escocia (12) Eslovaquia (7) Eslovenia (2) España (119) Espuma (6) Estados Unidos (211) Esteres y Fenoles (2) Estilos (78) Estonia (14) Estrella de 6 puntas (3) Estrella Galicia (4) Etiopia (4) Euby® (1) Extractos de Lupulo (CO2 - ISO - Tetra) (3) fer (1) ferment (1) Fermentacion en general (16) Fermentacion y Madurado - Cerveza (29) Fermentaciones Varias (406) Fermentar Azucar (5) Fermentis (3) Filipinas (2) Filtrado (3) Finlandia (40) Foeder (5) Fotoxidacion (5) Francia (15) Free Beer (14) Fritz Maytag (3) Gabriel Sedlmayer (1) Gabriel Vivanco (3) Game Of Brews (7) Garrett Oliver (3) Gelatinizacion (13) George Hodgson (4) Georgia (4) Gerard Mir Oliveras (3) Ghana (2) Giga Yeast (1) Gingerbeer (7) Gorila (1) Gotland (4) Grados Brix (2) Grecia (27) Gruit (16) Guadalupe (1) Guatemala (4) Guia Cervezal (219) Guillermo Ysusi (1) Guinness (11) Gushing (2) Gypsy - Fantasma (3) H2OPS - Paul Tucker (1) Haiti (1) Hard Seltzer (3) Hartog Elion (2) Heady Topper (3) Heineken (18) Hernan Castellani (1) Hidromieles (43) Hildegarda de Bingen (8) Hillbilly/Redneck Wine - Vino de Frutas (67) Honduras (14) Hong Kong (2) Hongos y Bacterias (4) Hop Creep (1) Hop Water - Agua de Lúpulo (1) Huevos de Concreto-Hormigon (2) Hungría (1) IBU's (11) Imperial (10) Imperial Yeast (1) Inaf-Laiken - Sergio Velez (12) India (8) Interbrew (1) Interlaken (1) Irak (13) Iran (4) Irlanda (16) Isenbeck (6) Islandia (2) Islas Cook (1) Israel (12) Italia (22) Japon (21) Javier Carvajal (3) JC Jacobson (1) Jereme Zimmerman (2) Jodoco Ricke (3) Jordania - Cisjordania (1) Jose Paulo Sampaio (11) Josef Groll (1) Josef Sepp Neuber (1) Juan Carlos Bahlaj (4) Judit Cartex (3) Juegos (3) Juguetes Perdidos (23) Julio Silva (1) Katie Williamson (5) Kazajistán (1) Kbac-Kvass (52) Kefir (Bulgaros-Pajarito) (6) Kefires (22) Kettle-Sour (10) Kim Sturdavant (1) Kirguistán (1) Kombucha (1) Korea (2) korea del Norte (2) Krausening (1) Kristoffer Krogerus (6) Kroᥒomᥱthᥱr (2) Krueger's Beer (5) Kunstmann (6) Kvasar (3) Kveik (17) La Bru (3) La cerveza de mi País 2021 (5) La Maquina de Cerveza Monkey Beer (1) La Pinta De La Paz y La Pinta Desleal (6) Laos (2) Lars Marius Garshol (38) Lavado (14) Letonia (13) Levadura de Pan (67) Levadura Kahm (4) Levaduras (175) Ley de pureza de 1516 - Reinheitsgebot (3) Libano (1) Líbano (1) Licores / Aperitivos / Vinos / Blends / Ponches (296) Limache-CCU (28) Lindenberg (3) Liso (5) Lituania (31) Logia Cervecera (3) Los Chicos (5) Lotte Vinge (2) Low Cost - Marca Blanca (6) Ludwig Narziss (1) Luis Cuellar (12) Luis Di Motta (5) Lupulos (57) Lupulos Argentina (6) Macedonia (2) Macerado (60) Madera (2) Mahina (2) Mak Bier (1) Maltas (46) Maltodextrinas (2) Mapuche (12) Marcel Besnard (1) Marcelo Cerdan (4) Marcelo Scotta (10) Maria Rosa Giraudo (4) Mariano Balbarrey (1) mart (1) Martinica (1) Martyn Cornell (7) Mary Anne Gruber (1) Mash Out (1) Matias Jurisich (1) Medir Densidad (4) MENÚ GENERAL (1) Merryn & Graham Dineley (1) Mesta Nostra (7) Método BLUMBEŸ (3) Mexico (84) Michael Jackson (21) Michael Peter Fritz Kempe (1) Michael Tonsmeire - TheMadFermentationist (5) Mika Laitinen (12) Misceláneos (91) Mistelas (9) Mongolia (1) Monica Huerta Alpaca (2) Montenegro (2) Moonshine (2) Moretti (1) Mujeres (117) Muntons (1) Natalí Ledesma (2) Nepal (1) Nick Bower (2) Nigeria (2) No-Chill - Sin Enfriamiento (3) Nodulos Tibicos (20) Noruega (43) Notas (1747) Nucleated Beer Glass (3) Nueva Zelanda (2) NuevoOrigen (9) Nutrientes (2) Olga Hansen (2) Omega Yeast (1) Omnipollo (12) Ona Giriuniene (4) Orestes Esteves (3) Osmosis Inversa (1) Otras Recetas (113) Otro Mundo (1) Otto Bemberg (4) Otto Tipp (2) Otto y Emma Koehler (1) Oxidacion (2) Oxigenacion (2) Pablo Fazio (2) Paises Bajos (37) Palestina (4) Palos Magicos - Anillos de Levadura (8) Panamá (2) Parada de Sacarificacion (2) Parada Proteica (3) Paraguay (4) Parti-Gyle (10) Pascal Baudar (21) Paso a Paso (32) Pasteurizado (4) Patagonia (27) Paul Ehrlich (1) Pausas o Paradas (8) Pearl Brewery (1) Pediococcus (2) Pedro Biehrman (14) Pellicle (3) Peñón del Aguila Cerveza (2) Perfiles de Agua Objetivo (5) Perinola Cervezal (1) Peroni (1) Peru (56) PH y Manejo del Agua (29) Piedras Calientes (5) Pierre Celis (3) Pivovary Staropramen (1) Placas (416) Playmobil (2) Playmoguardian (1) Poder diastásico (7) Polonia (14) Poly-gyle (2) Porter/Stout (8) Puerto Rico (2) Quemadores (1) Quilmes (58) Quilmes y Peron el Caso Bemberg (3) Rabieta (1) Ralph Harwood (1) Rastal (2) Raúl Falcón (1) Raw Ale (37) Real Ale (11) Receta Cerveza (449) Receta Cerveza Levadura de Pan (14) Receta Cerveza Marihuana / Cannabis (1) Receta de Licores-mistelas y ponches (82) Receta Gruit (2) Receta Hard Seltzer (3) Receta Hop Water (1) Recetas (868) Recetas Carcelarias (6) Recetas Chicha (57) Recetas de Aloja (8) Recetas de cerveza de la Casa Blanca (2) Recetas de comidas vinculadas (40) Recetas de la gente (236) Recetas Destilados (12) Recetas Hidromieles (36) Recetas Vinos (77) Reino Unido (144) Reiterated Mash (1) Renato “Tato” Giovannoni (1) Rendimiento (4) República Checa (10) República de El Bolsón (2) República Dominicana (3) Ricardo “Semilla” Aftyka (19) Ricardo Andres Satulovsky (8) Ricardo Muhape (1) Richard Preiss (1) Roel Mulder (25) Royal Guard (1) Rudi Loistl (1) Rumania (8) Rusia (117) SABMiller (3) Saccharomyces bayanus (2) Saccharomyces eubayanus (32) Sales de Burton (1) Samogon Lab (1) SAMoVAR TV (1) Samuel Adams (8) Samuel Smith’s (1) San Patricio - Saint Patrick Day (3) Sanitizado (10) Schneider (5) Sebastian Oddone (124) Sensorytrip (12) Serbia (2) Servicio y Cristaleria (36) Servomyces (3) Session Beer (2) Setomaa (1) Shower Beers (2) Sidra (10) Sierra Nevada (1) Sin Alcohol (8) Sin Gluten (44) Singapur (1) Siria (4) Socialismo y Cerveza (6) SOFTWARE (8) Sol Cravello (1) Sour (20) Spiegelau (7) St. Wendeler. (3) Stella Artois (1) Steve Huxley (4) Sudafrica (6) Suecia (22) Suiza (2) Sumerios (11) Svetlana Vasilyevna (1) Tailandia (1) Tanzania (1) Tayikistán (1) Termovinificacion (1) Tetrahops (3) The Alchemist (4) The American Can Company - ACCO (4) The Beer Hunter (11) Tibet (1) Tired Hands Brewing Company (2) Tres Jotas Beer Club (9) Turbidez en frío o Chill Haze (4) Turkmenistán (1) Turquia (11) Ucrania (9) Un1ca (2) URSS (24) Uruguay (35) Uzbekistán (1) Venezuela (10) Vicky Di Paula (1) Videos (48) Viejo Munich (1) Vores Øl (2) Walter Vogrig (2) Warsteiner (5) Wayfinder Beer (Kevin Davey) (1) WhiteLabs (1) Willem van Waesberghe (4) William Shakespeare (1) Zero IBU IPA (2) Zimbabwe (2) Zoigl (7) Zoya Nikonova (1)

Síguenos en Facebook

Síguenos en Facebook
Te esperamos

Entradas populares

Destacados

Chicha Tradicional de Maiz y Cerveza

Jack Hornady Chicha es el nombre que reciben diversas variedades de bebidas alcohólicas derivadas principalmente de la fermentación no d...