Una idea para elaborar cerveza picante es a través del uso de algún tipo de ají. Es complicado en primera instancia estimar la dosis justa para dar con un producto, si bien picante, aún tomable. La dificultad obedece a la gran cantidad de especies de ají que existen, el poder picante de cada una (escala Scoville), el grado de maduración de la planta, etc.
Se puede experimentar partiendo de una infusión del ají. Dicha infusión se puede preparar con 2 o 3 piezas de ají (Jalapeño, por ejemplo), cortar en rodajas y agregar unos 150 cc de agua. Se lleva a hervor por unos 5 a 10 minutos, y luego se dosifica en cada botella el líquido resultante antes de incorporar la cerveza y usando una jeringa estéril, o similar.
La técnica de incorporación en la etapa del embotellado también permite probar con pocas botellas, hasta encontrar la dosis justa.
En la última prueba que hice incorporé entre 4 y 10 cc de la infusión en cada botella de 500 cc. La base de cerveza fue Blonde Ale.
Luego hicimos la prueba sensorial y la conclusión fue que la medida de 6 cc fue la que mejor integró el sabor y el aporte picante. Se trata de un producto diferente y vale la pena la prueba.
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