No se sabe que viandas o platos se sirvieron para la ocasión, pero sí que el vino causó un grata impresión en los asistentes, tanta que Ricardo se refirió a él como vino de reyes y el rey de los vinos. No era para menos, porque aquel vino llevaba produciéndose en la zona por lo menos desde hacía 1900 años.
Es más, se sigue produciendo actualmente y por ello está considerado el vino más antiguo del mundo producido de manera continuada (desde el año 800 a.C.) y bajo el mismo nombre (desde la Edad Media). Se llama Commandaria.Se trata de un vino dulce, de color ámbar, que se elabora en la región de Commandaria, al pie de las montañas Troodos en Chipre. Se hace con uvas secadas al sol de las variedades Xynisteri y Mavro, siguiendo el mismo método que en la Antigüedad: las uvas sobremaduradas se exponen al sol para aumentar la densidad del azúcar antes de que el vino envejezca en barricas de roble durante al menos tres años.
La región y el vino tomaron su nombre de los templarios, que se establecieron temporalmente en la isla a finales del siglo XII, y cuya fortaleza en Kolossi era denominada La Grande Commanderie. Pero antes de eso el poeta Hesíodo ya menciona un vino hecho con uvas secas, y Eurípides lo calificaba como el maná chipriota.Tanta fama alcanzó el vino Commandaria durante la Edad Media que cuando el rey de Francia Felipe Augusto organizó el primer concurso internacional de vinos en 1224, el vino chipriota se alzó con el primer premio. El poeta Henri d’Andéli cuenta la historia en su poema La batalla de los vinos.Cuando Orion y Sirio lleguen a la mitad del cielo y la Aurora de rosados dedos pueda ver a Arturo, ¡oh Perses!, entonces corta y lleva a casa todos los racimos; déjalos al sol diez días y diez noches y cinco a la sombra; al sexto, vierte en jarras los dones del muy risueño Dioniso
Hesiodo, Trabajos y días 608
En él se relata como unos 70 vinos procedentes de toda Europa y el Mediterráneo fueron juzgados por un sacerdote inglés, que iba degustándolos y clasificándolos como celebrados si le complacían, o excomulgados si no le gustaban. Al final un vino dulce chipriota (casi con total seguridad el Commandaria) se alzó con la victoria y recibió el título de Apóstol de los vinos.
En el famoso Banquete de los Cinco Reyes, que tuvo lugar en Londres en 1363 organizado por la Worshipful Company of Vintners (una especie de asociación de taberneros, que todavía está activa), y que reunió a Valdemar IV de Dinamarca, Pedro I de Chipre, David II de Escocia, Juan II de Francia y Eduardo III de Inglaterra, Commandaria fue el vino elegido para agasajar a los monarcas.Durante la ocupación otomana de Chipre la producción decayó, debido principalmente a los altos impuestos establecidos por los nuevos gobernantes. No obstante, el Commandaria siguió estando presente en las mejores mesas de Europa, y para cuando no era posible conseguirlo en Francia idearon una receta que lo imitaba.
Una leyenda dice que el origen de los famosos viñedos de la región del Marne en Francia, donde se produce el champán, está en esquejes de vid de Commandaria que una pareja chipriota regaló al conde Thibault de Champagne por haberles salvado la vida con ocasión de su visita a la isla. Y otra asegura que los portugueses también se llevaron esquejes en el siglo XIV, que luego plantaron en la isla de Madeira para dar lugar a sus apreciados viñedos.No es por casualidad que Shakespeare situase la acción de su Otelo en Chipre, y que la ópera de Verdi basada en la obra del bardo inglés comience con una tormenta, una pelea y bebiendo en una taberna (Roderigo, Beviam!).
Hoy el vino Commandaria se produce bajo Denominación de Origen protegida en 14 pueblos de la Región de Commandaria, en el distrito de Limasol.