La unión entre el Estado y la empresa privada colombiana continuará en el siglo XX, cuando el gobierno colombiano emprende su famosa campaña para erradicar definitivamente el consumo de la chicha en Colombia, que se había iniciado en tiempos coloniales. El primer Ministro de Higiene de Colombia, el médico liberal del Valle del Cauca, Jorge Bejarano, logra aprobar en el Congreso de la República una Ley que intenta acabar en solo seis meses con el consumo de chicha, ley que prohíbe, desde 1949, el expendio de bebidas alcohólicas o fermentadas, que no estén embotelladas, cuyo grado alcohólico excediera el 4% en volumen. Se prohíbe además con la ley el ingreso de menores de edad a las chicherías y la venta de chicha en los restaurantes, la chicha viajaba por la ciudad en carrotanques.
El ministro de Higiene, para justificar la medida, insiste en el protagónico papel de los enchichados en los actos violentos sucedidos durante el Bogotazo, el 9 de abril de 1948. El ministro Jorge Bejarano ve en el chichismo: "el más grande problema médico higiénico que ha afectado durante siglos a campesinos y obreros de Boyacá, Cundinamarca y Nariño (…) una población no menor de dos millones de gentes entregadas al más nefasto vicio". Con la persecución oficial del consumo de la chicha, crece inmediatamente el consumo de cerveza en el país y las ganancias de las cervecerías suben como la espuma: el empresario alemán Leo Siegfried Kopp, propietario de la Cervecería Bavaria, impulsaba a la cerveza como un producto elaborado con tecnología alemana y con mayor higiene. Kopp hará imprimir el slogan "No más Chicha" en todas sus botellas.