Como base utilizaremos un vodka, que también es una bebida destilada a partir del grano de la cebada, al que aromatizaremos con bayas de enebro (aunque hilando fino, es una gálbula) y otras especies y hierbas que le proporcionaran su bouquet inconfundible. Incluso podremos variar las proporciones para personalizar la ginebra a nuestros gustos.
Ingredientes
Básicos
- 750 ml. de vodka y dos cucharadas soperas de bayas de enebro (un puñado)
- 1 cucharadita de semillas de cilantro,
- 3 granos de pimienta negro,
- 1 cucharadita de semillas de hinojo,
- 1 cucharadita de cardamomo verde,
- 1 hoja de laurel, la rallaadura de medio limón, la ralladura de media naranja,
- 1 rama de romero fresco,
- 1 rama de lavanda,
- 1 cucharadita de vainilla
- 1 botella de 1L,
- 1 botella de 750 ml.,
- coladores y filtros de café
- Una vez adquiridos los ingredientes, solo tenemos que verter el vodka (no hace falta que sea uno especialmente bueno) en una botella o recipiente que se pueda cerrar herméticamente, y añadir las bayas de eneldo y el resto de ingredientes, bien lavados y retirando las impurezas.
Recordad, que la botella o recipiente debe tener al menos un litro de volumen. Agitamos bien, cerramos y guardamos en un lugar seco, fresco y protegido de la luz solar --un armario, vamos-- durante al menos dos o tres semanas, aunque un poco más tampoco le sentará mal, todo depende de cómo de aromatizado lo queremos. - Transcurrido ese periodo de tiempo, lo que debemos hacer es colar y filtrar la ginebra iterativamente hasta que no quede ningún residuo sólido. Empezaremos usando un colador normal y después conviene emplear alguno con un filtro de café, para capturar las partículas más finas.
- Una vez realizado este paso, vertemos el contenido en una botella limpia con la ayuda de un embudo y ya tenemos nuestra ginebra casera lista para utilizar o regalar. Con el tiempo y la práctica podemos ir ajustando las cantidades de los ingredientes y conseguir la ginebra perfecta.