Con la levadura salvaje, vamos por sabores salvajes. Sin sulfatos, sin nada añadido también.
El procedimiento es el siguiente:
- Forrajea tus uvas y una vez en casa retira las bayas de los tallos. Puede limpiarlos brevemente en agua fría, pero generalmente no es necesario. No use agua caliente, la levadura está en la piel, mientras que la floración está compuesta de cera y levadura.
- Coloque las uvas en una licuadora, de velocidad baja a media hasta que termine con un líquido espeso.
- Transfiera el líquido a un tazón, cubra con una toalla limpia y déjelo allí durante al menos una hora y hasta un día. Aquí es donde la levadura salvaje presente en la piel se encuentra con el azúcar que estaba presente dentro de las bayas.
- Vierta el líquido espeso en un colador ... podría ser una toalla limpia, una malla fina, etc. y exprima con las manos limpias para extraer el jugo en otro recipiente.
- Transfiera ese jugo a una botella, coloque una esclusa de aire encima y olvídese de ese vino durante al menos un mes y preferiblemente muchos más ... Si lo desea, puede transferir el vino a una nueva botella para eliminar el sedimento en el inferior (trasiego) pero no es imprescindible.