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¿Que los consumidores salven a los productores?

Pedimos a los consumidores que apoyen a los productores locales, pero al hacer esto, en algún punto estamos volcando la responsabilidad de nuestra supervivencia empresarial sobre los hombros -o bolsillos- de los clientes. Si no producimos barato el consumidor paga mas y, como si esto fuese poco, le decimos que lo debe hacer para poder salvar nuestra actividad. En cierta forma, suena abusivo.
¿Que podemos ofrecer como productores?. Deberíamos buscar formas de ser productivos y competitivos, de esa manera podemos ofrecer mejores pecios y el consumidor aceptara poner su esfuerzo como cliente -entiéndase, gastar- para consumir nuestros productos. El cliente no esta obligado a comprarnos solo porque somos productores locales, por la simple razón de que nada le obliga a pagar mas por algo que puede conseguir a menor precio; salvo claro, que podamos ofrecerle un mejor sueldo para que su libertad de elegir cosas mas caras pueda ser parte de sus posibilidades fácticas.
Muchos cerveceros no lo son por amor al arte, quieren tener su negocio, su micro-cerveceria y trabajan individualmente compitiendo unos con otros. Ese afán empresarial conlleva la necesidad de afrontar las formas necesarias para poder ser productivos y competitivos; si no logras tener ingresos suficientes como para soportar tus gastos, estas sonado. Esa realidad no es culpa del consumidor, en cierta forma es responsabilidad del comerciante y es parte de los problemas del mercado, del capitalismo. Si vivís del mercado interno y ese ámbito no te sirve; estas en problemas. Tenes que ofrecer buenos precios, reducir costos, producir mas. Si no logras esto no puedes culpar al consumidor, simplemente no sos competitivo ni productivos; los clientes no tienen la culpa.
Las crisis económicas no son solo para los productores, son también para los consumidores, que a su vez suelen ser empleados en empresas donde por razones de la misma crisis y por las razones básicas del capitalismo, no les suben los salarios o les despiden. Es una cadena.
De por sí, el Estado sustenta a las empresas eligiendo no ver que hay ciento de miles de empleados en negro (de esta manera, el empresario ahorra mucho dinero), subvencionando las facturas de consumo eléctrico, etc, etc y toda esa obligación asumida por un Estado con una economía quebrada lleva a que mas temprano que tarde se necesite ajustar,  subir impuestos, etc, etc, es decir, se manifiesta de forma visible la crisis subyacente. El cliente, entonces, no nos puede salvar solo porque se lo pedimos; como nosotros, ellos también eligen precios día a día para todas sus necesidades; ¿Nosotros compramos donde nos cobran mas caro o buscamos precios?, ellos -los clientes- también lo hacen y si deben bajar la calidad de lo que consumen o limitar su consumo, lo hacen forzadamente les guste o no.
Muchas veces los gobiernos gravan con fuertes impuestos a las importaciones a fin de promover el mercado local, ora para recaudar mas. Si en el país, producir es caro, lo que se hace es encarecer las importaciones a fin de que lo importado no pueda ofrecerse mucho mas barato que algo fabricando en el país, esto encarece el bolsillo del cliente porque teniendo la posibilidad de pagar menos termina pagando mas gracias a esa medida que se pretende proteccionista.
Ademas hay que considerar también otro factor y es que el precio lo pone o fija e propio mercado y si yo importo muy barato pero mi competencia es la producción local que es básicamente cara, yo pudo poner precios de productos que igualen o se aproximen al de mi competencia local, es decir, mas caro de lo que realmente podría ponerlo en función del costo que yo tengo en traer el producto desde fuera; al hacer esto que también es una forma de encarecer el bolsillo del consumidor, gano un extra, tengo una ganancia residual que surge de esa diferencia entre el costo que tiene un productor local y lo que me cuesta a mi importar el producto, diferencia que no se ve reflejada necesariamente en los precios a publico. Yo como importador puedo poner mi producto al mismo precio que el producto local, sin haber tenido yo todos los costos que obligan al productor local a vender a ese precio, asi, cuanto mas barato me salga importar o a mejor precio encuentre yo el producto en el mercado global, mas diferencia haré con el costo del producto local y mas ganare por razón de esa diferencia, mejores promociones u ofertas podre hacer, si es que lo deseo. Como sea, esas diferencias las paga el cliente consumidor.
Ahora bien, para gastar tenes que tener dinero y si no es así te ves en la necesidad de reducir gastos y evitar aquellos que son innecesarios para priorizar las necesidades básicas. Por otro lado, los impuestos a las importaciones, según como estén dispuestos, pueden encarecer también la obtención de lo necesario para poder producir, sean materias primas o maquinarias. Resulta ser que la industria nacional también puede producir las maquinas que podríamos comprar en el mercado internacional, pero mucho mas caro y sin embargo, como ellos también merecen ser protegidos, entonces estamos obligados a comprarles sus fabricaciones nacionales, por caras que estas sean. Un ultimo recurso en esta maraña de problemas es explotar a los empleados, no subirles los salarios y si es posible reducir sus derechos laborales; ¿les suena?; mano de obra barata.
Así y todo, en países como la Argentina, todo esto no alcanza.
Se suele pedir al consumidor que apoye la producción local asumiendo -en ese acto- la propia dificultad para sobrevivir en el mercado nacional pero, quizás, ignorando la dificultad de aquellos a los que se les pide que sean el salvavidas de la actividad; se pretende que el cliente sea una suerte de superhéroe patrio, uno que logre todo aquello que nosotros mismos, los productores no podemos, no queremos o no sabemos lograr por nuestros propios medios.
Entonces, ¿Que podemos hacer?. Quizás en primer lugar debamos replantearnos nuestras reales posibilidades, volver a hacer números y entender que no podemos pretender ganar 150 en lugar de 100 y mas aun si apenas nos da como para un 70 real (o menos).
Si no podemos producir 5 variedades distintas, entonces quizás debamos tener menos variedades asegurándonos de encontrar aquellas que mas salidas poseen y que sean esas nuestros caballitos de batalla. Si el mercado en el que estamos insertos nos permite, quizás podamos apostar a producciones especificas.
Hay que aprovechar todas las posibilidades posibles, en países como Argentina se puede servir (cerveza) en la misma fabrica. Hay que llegar a los clientes y cada uno de ellos tiene necesidades distintas, un bar requerirá barriles o gran cantidad de botellas; los particulares demandaran distintas formas de provisión según requieran para un consumo básico personal o para consumo en reuniones familiares o de amigos y responder a estos diferentes tipos de requerimientos específicos de manera eficiente y económica es importante.
Las cerveceras industriales no son culpables de poder producir en cantidades y ser competitivos, de hecho es lo que todo el mundo desea ser por una razón básica, eso permite mantenerse en el mercado que dejo de ser local hace mucho tiempo, hoy el mercado es global. Podemos criticar practicas empresarias y de fabricación como la cantidad de adjuntos, los extractos, el uso de saborizantes, etc, etc, pero nada de eso niega que en el mercado debes ser productivo y poder competir.
El mayor sector del mercado interno no puede costear un producto caro, no va a comprar una simple copa para tomar cerveza y pagar por ella una fortuna solo porque viene con la inscripción de la afamada "Cachito's Beer". El consumidor llano va a "Chango Mas"  y compra dos cajones de cerveza "Palermo" para celebrar el día del amigo, un cumpleaños o navidad, entonces si vas a apuntar a ese publico que paga 2 mil pesos argentos por 6 latas de cerveza tenes que saber que ese es un target pequeño aun en el momento de mayor auge de la movida artesana (craft, para el esnobismo angloparlante) y que, una vez que se llego a la meseta de esa linea de crecimiento acelerado vas a tener que pensar como afrontar la inevitable caída que va a llegar, porque sea por una economía muerta como la de países como Argentina o por el crecimiento de la competencia, tarde o temprano vas a tener que demostrar las razones por las cuales mereces estar ahí y no desaparecer. Si no lo logras, por rica que sea tu birra, te vas a caer de la cima de esa montaña a la que subiste con tanto esmero y entusiasmo.
La cerveza artesana o de micro-cerveceria es solo el 3% del mercado cerveceril (y pongamos que ese numero este errado y sea algo mas, no llega a dos cifras); es mucha gente pero no es nada frente al 97% restante y ademas las grandes cerveceras industriales tienen un pie dentro de la artesanal con algunas lineas de cervezas mas cuidadas orientadas a ese publico mas exigente en calidad y variedad.
Por otro lado, mas allá de discutir los mecanismos y formas de expendio, habría que analizar las formas de trabajar; podemos pensar en fusionar con otros productores, juntar fuerzas y recursos (económicos, materiales y humano) o buscar mecanismos conjuntos para facilitar las labores individuales.
En la localidad en la que vivo hay varios productores locales y muchos tienen sus espacios en redes sociales donde promocionan sus productos, también hay productores con mayores capacidades que otros pero, sin embargo, no hay aquí negocios de aprovisionamiento de insumos básicos y todo debe ser traído de otras localidades afrontando, cada uno, esos costos. No hay un solo lugar donde poder comprar lo mas mínimo y necesario como para salir del paso ya sea para las necesidades de un fabricante con capacidad productiva considerable ni para la circunstancia de un artesano casero que no compra en cantidades grandes y al que, un proveedor local con buenos precios, pudiera favorecerle. En todo caso debemos recurrir a localidades cercanas que han logrado establecer algún comercio de provisiones pero que, no llegan a ser el punto de compra habitual porque tampoco logran ofrecer precios competitivos.
Esta situación, ademas, se corona con el hecho de que aquellos grandes productores locales no poseen el interés de hacer las veces de proveedores para los pequeños productores y artesanos caseros y, estos últimos, tampoco son capaces de hacer compras conjuntas y organizadas de insumos; tampoco de compartir equipos en cocciones grupales, trabajo conjunto para reproducción de levaduras, etc. Cada quien atiende su juego, solo coinciden en la voluntad de publicar pedidos a sus clientes para que les apoyen (obviamente lo hacen por separado) y, eventualmente y si se da el caso llegan a comer un asado y probar sus cervezas.
Cuando se llevo a cabo el evento denominado algo asi como "La noche de las cervecerías", lo que primo fueron los locales de expendio -entiéndase bares- y no esos lugares donde se produce la cerveza. Fue la noche de los bares, pub's y afines que venden cervezas artesanas mayormente elaboradas en otras localidades. A los pequeños productores y artesanos caseros no se les dio lugar pero ellos tampoco forman un grupo que pueda presentarse en un evento similar ni hacer su evento propio, mas allá de las explicaciones tendientes a demostrar la burocracia asfixiante a la que puedan verse sometidos desde los estamentos del gobierno local.
Es verdad que muchos, al parecer, buscan establecer ciertas alianzas con algún que otro comercio de la ciudad, sean vinerias o licorerías como también casas de comida pero, estos comercios, no solo ofrecen lo que se produce locamente que de hecho es muy probable que esas producciones locales sean la minia parte de lo que esos comercios ofrecen. Si, sencillamente estos comercios hacen lo mismo que los clientes, buscan aquello que mas le conviene y si en ese sentido les conviene mas ofrecer Antares o Brahama, pues lo hacen. Pese a ejemplos como este, solemos pedirle al cliente que nos compre a nosotros y a los comercios locales no les decimos nada por el hecho de que el mayor numero de los productos que frecen son producidos en otras localidades, en otras provincias y otras veces son de origen industrial en lugar de artesanal. Es decir, nuevamente la carga de sacar las papas del fuego va hacia el cliente. A simple vista se expone que es mucho pedir.
¿Sera posible conversar sobre esto?