Si bien el origen de la leyenda de Gambrinus es incierta, parece haberse originado en los Países Bajos de Europa Occidental durante la Edad Media (Siglo XIII).
Se ha propuesto principalmente a dos hombres como inspiradores principales de la aparación de Gambrinus. Jan Primus (Juan Primero), Duque de Brabante y Jean Sans Peur (Juan Sin Miedo), Duque de Borgoña.
Se han presentado varias teorías sobre la etimología latina del término Gambrinus. Podría considerarse como una evolución léxica de la conjunción del nombre Jan Primus en la inevitable fusión y evolución de sus componentes como una palabra compuesta: Cambrinus o Gambrinus.
También se destaca su posible origen en la palabra Cambarus (bodeguero), a su vez derivada del término céltico Camba (caldo para elaborar cerveza) o en la contracción de los vocablos de la expresión Ganeae Birrinus (que bebe en una taberna).
Jan Primus de Brabante
Uno de los orígenes más probables de la leyenda de Gambrinus se basa en la vida y obras de Jan Primus (1251-1294), Duque de Brabante, un personaje muy reconocido en sus dominios como bien parecido, amable, amante de las mujeres y gran benefactor debido principalmente a las medidas adoptadas para paliar el hambre en sus tierras a partir del cultivo de cebada.
Jan Primus efectivamente era bien conocido por su amor a la cerveza y llegó a ser miembro honorario del gremio de los cerveceros en Bruselas.
Brabante era un estado del imperio romano que abarcaba Bruselas, Alemania y Bélgica, muy prospero debido a la elaboración de cerveza. Fue en Bruselas justamente que Jan Primus sentó las bases para la industria cervecera europea permitiendo a los alcaldes de Bruselas conceder licencias para la elaboración y venta de cerveza.
Jan Primus es considerado también como quien introdujo la cerveza de malta en Europa Central y quien habría iniciado la costumbre social de la proposición del brindis.
El escritor belga Víctor Coremans ha destacado las similitudes entre el aspecto de Jan Primus en su tumba y los rostros de Gambrinus en algunas ilustraciones antiguas.
Jean Sans Peur de Borgoña
Más tarde, nacido casi 80 años después de la muerte de Jan Primus de Bravante, surge como heredero de la leyenda popular y cervecera de su predecesor, con el que llegará a confundirse, Jean I, Duque de Borgoña (1371-1419), más conocido como Jean Sans Peur (Juan Sin Miedo) en cuyo ducado, a corta distancia de Bravante, también se producía cerveza.
A Jean Sans Peure se le atribuye la introducción y legalización de lúpulo en el condado de Flandes, donde al igual que en muchos otros territorios europeos, se elaboraba cerveza con una mezcla de hierbas denominada Gruit.
El por qué Juan instituyó lúpulo en la cerveza flamenca no está documentado, pero vivió durante un tiempo en el que el lúpulo estaba legalizados en jurisdicciones cercanas. Se dice además que instituyó una orden de mérito llamada “Ordo Lupuli” (“Orden del Lúpulo”).
Gambrivius, la “teoría” alemana
En sus Anales Opus Magnum de Baviera, el historiador alemán Johannes Aventinus escribió que la leyenda de Gambrinus esta basada en un mítico rey germánico llamado Gambrivius, a quien los dioses habrían enseñado a elaborar cerveza.En la crónica de Aventinus, Gambrinus habría nacido en 1730 a.C. (a mitad de la dinastía XIII de Egipto) y habría sido amante de Isis, hermana de Osiris, quien según algunas leyendas más antiguas habría inventado la cerveza.
Es por esta asociación con los dioses que Gambrinus habría aprendido la ciencia de la elaboración de la cerveza.
Leyendas del folklore europeo
Según una de tantas leyendas populares que enmascaran su figura histórica, Gambrinus tuvo un enfrentamiento con el diablo y de aquella refriega acordaron un desafío en el que apostaron que Gambrinus no sería capaz de elaborar un vino sin uvas, lo que habría dado origen a la primera cerveza.
Se cuenta que Gambrinus vivió 300 años ingiriendo enormes cantidades de cerveza, como único sustento alimenticio y que antes de morir declaro: “si hubiera bebido más cerveza hubiera vivido más”.
Otra de las leyendas relata que en los albores del Siglo XII, los cerveceros de Bruselas deliberaban sobre qué hombre fuerte y valiente merecería el honor de ser su líder. De esta forma, organizaron una competición en la que se debía mover un gran barril de cerveza.
Entre todos quienes participaron de la competencia encontramos nuevamente al Duque de Brabante, Jan Primus, que era un hombre de gran fuerza y considerable intelecto que con evidente alegría, presenció los inútiles esfuerzos del resto de competidores de mover el barril de cerveza.
Cuando llegó su turno, ordenó a uno de sus sirvientes colocar un grifo en la boca del barril. Jan se tumbó bajo el barril, abrió la llave y bebió hasta que se acabó toda la cerveza. Una vez vacío, levantó el barril sin facilmente y lo llevó hasta la meta sin mayor esfuerzo.
Ante tan inteligente comportamiento, los cerveceros de Bruselas nombraron a Jan Primus como gobernante honorario de su gremio. Con los siglos, la leyenda continuó y transformó al avispado duque de Brabante en Gambrinus, conocido por su incondicional amor a una jarra de cerveza, que llegaba a beber cerveza por tres días seguidos, jarra tras jarra sin parar.
Según otra ficción medieval, se señala que tras la feroz batalla de Worringen (con la que anexo el ducado de Limburgo), Jan Primus invitó a todos sus nobles aliados para celebrar la victoria. Durante las celebraciones, Jan se acercó a un patio interior donde sus soldados y sus sirvientes montaban la fiesta y decidió hacer un discurso a aquellos jóvenes valientes.
Jan se subió a lo más alto de una montaña de barriles y se sentó a horcajadas sobre el más alto. Levantando su espumosa jarra, llamó la atención de los presentes y propuso un brindis por aquellas tierras y la salud de sus gentes. De esta forma se habría originado la costumbre social de la proposición del brindis en eventos importantes de celebración.