«En 2006 yo había viajado a la provincia de Córdoba y visité Villa General Belgrano, la mayor colonia alemana de Argentina. En 1940 fueron a radicarse allí los marinos que habían sobrevivido al hundimiento del Admiral Graf Spee. Crearon fábricas de cerveza artesanal, algunas de las cuales yo conocí, y me encantaron», recuerda Camacho, propietario de Mastra, una de las marcas pioneras en el país.
«Cuando regresé a Uruguay pensé que era una buena idea importar algunas de esas cervezas, porque aquí no había».
Al mismo tiempo decidió investigar sobre la elaboración de las cervezas y comprendió que el proceso no era demasiado complejo para alguien como él, ingeniero industrial. Decidió comenzar su empresa. Para ello fue hasta Buenos Aires a capacitarse y se asoció con un inversor. Y a fines de 2007 surgía en el mercado la primera cerveza artesanal uruguaya.
Ese fue el puntapié inicial local de una tendencia que había explotado a fines de la década de 1970 en Northampton, Inglaterra, y que a lo largo de estos 10 años siguió creciendo. Se estima que hoy hay cerca de 25 cervezas artesanales registradas en Uruguay, pero si se tienen en cuenta las producciones caseras que aún no están debidamente inscriptas, el número podría llegar a 40, dice Camacho, quien es uno de los voceros de la Cámara de Cervecerías Artesanales del Uruguay, recientemente fundada.
Producción.
Las cervezas industriales siguen liderando el mercado: en 2015 se consumieron 96 millones de litros, de acuerdo a los datos que maneja Richard Read, dirigente del gremio de la bebida.
«La cerveza sigue siendo la bebida alcohólica más consumida por los uruguayos. Le sigue el vino, con aproximadamente 67 millones de litros al año», aseguró el sindicalista.
A pesar de eso, las artesanales, de a poco, comienzan a ganar terreno. En 2015 se produjeron 500.000 litros, y en 2016 —a pesar de que aún no cuentan con un registro exacto— estiman que se elaboraron entre 600.000 y 700.000 litros. «Se prevé un crecimiento del 30% anual», estima Camacho.
El aumento se aprecia no solo en los volúmenes de producción, sino en las ventas.
«El primer año vendimos 12 mil litros y hoy las cifras se multiplicaron por 15», dijo el creador de Mastra.
Un crecimiento similar se constata en el caso de Cabesas Bier. «A fines de 2008, cuando comenzamos a comercializar la cerveza, teníamos una capacidad para producir 1.000 litros mensuales. Hoy podemos producir 40.000 litros», explicaron.
El negocio de la «birra» artesanal no se limita únicamente a Montevideo, sino que es un fenómeno que se puede observar en otros departamentos.
Además de las marcas capitalinas, entre ellas Montevideo Brew House, Birra Bizarra, Oso Pardo y Tremenda, están también las departamentales. ONeill, Buenas Costumbres u Oceánica en Maldonado; Volcánica en Canelones, Cien Doncellas y Chelas Brandon en San José, y Dharma en Río Negro, son algunas de ellas. Todas esas marcas del interior están reunidas en la Asociación de Microcervecerías Artesanales del Uruguay.
Dónde ir
Los locales comerciales y bares donde se vende este tipo de bebidas también crecieron, incluso hay algunos lugares que surgieron con el objetivo de vender exclusivamente cervezas artesanales.
Uno de los primeros en apostar totalmente a esta tendencia fue Montevideo Brew House (MBH). Abrió sus puertas en noviembre de 2013 en un local en Viejo Pancho y Libertad, y además de vender algunas de las cervezas artesanales locales como Davok, Cabesas o Birra Bizarra, ofrece a sus clientes ocho variedades de cerveza propia, que lleva el mismo nombre que el lugar. En cuanto a la comida, el énfasis también está en lo artesanal. «Quisimos que todo estuviera alineado con la idea original de la cerveza. La gente que viene acá quiere algo distinto y de calidad», explican desde MBH.
Otro ejemplo es el recientemente inaugurado Montevideo Beer Company. Se ubicaron en el corazón de Pocitos, en una casa en la esquina de Enrique Muñoz y Bulevar España, frente a la Universidad ORT. Allí el principal público son los universitarios, que llegan al lugar a todas horas, tanto para comer y aprovechar a estudiar como para tomar una de las tantas cervezas artesanales que ofrecen. El local tiene la mayor cantidad de choperas de la ciudad: 15. De ellas, 14 son uruguayas y artesanales. Además de las bebidas otro atractivo del lugar es su jardín cervecero, similar a los que se pueden ver en Europa.
En ese lugar amplio se ubican las mesas comunitarias, donde grupos de amigos que no se conocen se sientan a compartir el espacio.
Luego también están los pubs o bares que no solo ofrecen las cervezas artesanales, sino también las importadas y las industriales.
El Shannon Irish Pub —que surgió en 2001— fue uno de los primeros en ofrecer una carta variada de birras: actualmente tiene 65 distintas opciones, de las cuales siete son uruguayas. El local, ubicado en Bartolomé Mitre y Buenos Aires, emula el ambiente y la decoración típica de un bar irlandés. Hay también tragos, picadas, tablas y hamburguesas.
En 2013 surgió Gallaghers, también de estilo irlandés, que cuenta con más de 70 tipos de cerveza en su carta, entre artesanales, industriales, nacionales e importadas. También ofrece su propia cerveza artesanal fabricada por Mastra.
Está ubicado en Pagola y 26 de Marzo.
La lista es extensa. En Montevideo son cerca de 40 los bares que venden cervezas artesanales. Pero la movida de los bares especializados también se ha desarrollado en otros departamentos como Maldonado. Capi Bar, ubicado en la calle 27 cerca de Gorlero, abrió en 2015 y ofrece más de 25 marcas de cervezas artesanales, e incluso cuentan con una cerveza «de la casa», llamada Capitan Beer.
En 2014 la cerveza Volcánica no solo salió al mercado sino que ese mismo año inauguró dos bares: uno en La Pedrera y otro en Las Toscas. Mastra también cuenta con bar propio donde únicamente se comercializan sus birras. Son cinco y llevan por nombre La Chopería: tres están en Montevideo, uno en Salto y otro en Colonia.
Los jóvenes buscan cada vez más lo natural y lo local
Las cervezas artesanales suelen tener menos ingredientes y ser más naturales que las industriales, evitando el uso de conservantes. No hay grandes máquinas, ni procesos automatizados. «No hay conservantes, ni químicos, ni pasteurización, ni ingredientes difíciles de pronunciar», explican desde Mastra.
Lo que se utiliza para elaborar estas cervezas son cuatro ingredientes básicos: agua, malta, lúpulus y la levadura. En cuanto al aumento del consumo de este tipo de bebidas, el propietario de Mastra opinó que es algo cultural. «A nivel de los jóvenes, el consumo de la cerveza tradicional ha bajado. Las nuevas generaciones vienen eligiendo productos de otras características, buscan las cosas más naturales, productos que sean realizados en Uruguay, en definitiva productos más artesanales.
Es una situación similar a lo que está sucediendo en la gastronomía: las personas comienzan a buscar alimentos más naturales, gourmet y caseros», opinó el propietario de Mastra. Para aquellos que quieran probar algunas de ellas, los días 3 y 4 de marzo se llevará a cabo la Fiesta de la Cerveza Artesanal en Parque del Plata. Habrá degustación, baile y música en vivo.
En aumento.
Desde que comenzó a comercializarse la primera cerveza artesanal realizada en Uruguay en el año 2007, la tendencia ha ido en aumento. Hoy son cerca de 25 las marcas que se pueden encontrar en bares, pubs e incluso supermercados. Pero se estima que hay más de 40, ya que algunas de ellas aún no han sido registradas. Los lugares donde se venden este tipo de bebidas también han aumentado en todo el país. En 2015 el consumo fue de 500 mil litros. En 2016 fueron cerca de 700 mil. Se prevé que haya un crecimiento del 30% anual.
Febrero 19, 2017|