Bebida artesanal ideada por innovadores empresarios chilenos es íntegramente elaborada en la ínsula.El arquitecto Fernando Undurraga asegura que es tan conmovedor ver en la isla de Pascua la luna llena asomándose por el horizonte bañado por las aguas del océano Pacífico, que no fue difícil bautizar como Mahina –como se conoce en la polinesia al satélite natural de la Tierra- la única cerveza artesanal íntegramente elaborada en Rapa Nui y que se prepara para lanzar durante septiembre.
El joven profesional estuvo a principios de la década en la ínsula ubicada cuatro mil kilómetros mar adentro, como jefe de proyecto del exclusivo hotel Explora, donde también hizo buenas migas con Mike Rapu, un empresario pascuense que cedió a la firma las casi 10 hectáreas donde se emplazó el complejo turístico.
“Estando ahí, me di cuenta de la cantidad de posibilidades de negocios que se pueden materializar en la isla, las ganas de hacer cosas, de darle mayor potencia y denominación de origen a los productos. Y la idea de la cerveza me pereció interesante, sobre todo luego de escuchar las intenciones de elaborar allí productos alcohólicos”, cuenta.
Pero la concreción de la empresa no fue inmediata. Pasaron años para que Undurraga terminara de sintonizar con su contraparte rapanui –cuyo abuelo ya se había aventurado tímidamente en la elaboración de un licor basado en maíz a mediados del siglo XX- y otro buen colaborador, Andrés Martínez, cuya experiencia en Santiago con la cerveza artesanal Quimera fue clave en la iniciativa.
Martínez recuerda que su socio, pese a sus conocimientos como arquitecto y estudios de gastronomía, poco y nada sabía sobre la fermentación de cebada. “Me contactó a través de otro amigo y me contó del proyecto. Luego fue a conocer la planta, lo invitamos a ver cuando cocinábamos y conversamos sobre el negocio. En resumen, generamos una amistad de ayuda”, cuenta.
Actualmente, Mahina es elaborada en una planta de 190 metros cuadrados, equipada para producir 2.700 litros mensuales, aunque la buena acogida que ha tenido tanto en la isla como en Tahiti (gracias a la distribución de otro empresario insular), obligó a la firma a invertir en fermentadores que le permiten poner hoy cuatro mil litros tanto en restaurantes, hoteles y el comercio minorista pascuense.
Proyección internacional
Undurraga y Martínez esperan que el éxito de su producto les permita duplicar la capacidad a fines de 2010, con envíos a Santiago, Estados Unidos y Europa.
“Por un lado, tenemos la pale ale, una rubia de 4,8 grados, refrescante, liviana, suave, cuyo carácter artesanal le permite ofrecer notas frutales y un retrogusto de miel que no se reconocen en las industriales. Por otro, la stout, una negra de 6,8 grados, una variedad más fuerte, con gusto a chocolate y café, pero no por eso menos amistosa, que crea un maridaje muy rico con especies endémicas que se comen en la isla, como el atún”, relatan.
La fabricación de las variedades fue celosamente estudiada. La variedad negra fue ideada en base a las tendencias mundiales actuales del consumo de cerveza. En cambio, la pale ale es fácilmente identificable con el clima tropical – las temperaturas promedian los 18 grados- y el ambiente propiamente playero de Rapa Nui.
El logo de los envases también está asociada a la isla y específicamente a los moáis, las célebres y colosales estatuas de piedra que fueron talladas entre los siglos XII y XVII y que se ubican en distintos lugares de la isla.
Otra simbólica y especial dualidad atribuyen sus creadores a Mahina, que evoca en las personas paisajes exóticos y los transporta a un lugar lejano como Pascua, mientras que en los rapanui despierta el arraigado sentimiento de orgullo y la convicción de que la isla es mucho más que una postal de la playa de Anakena.
MARTES 08 DE SEPTIEMBRE DE 2009