Julio 22, 2010
MF Dnes testeó 30 cervezas de elaboradores industriales de todos los tamaños, en 6 de ellas fue detectado un producto llamado "tetrahops".
Segun una empresa llamada Hop Union, que se especializa en proveer lúpulo para micro-cervecerías, se trata de un derivado de la hierba aromática.
Los "culpables" de utilizar este producto fueron Zlatopramen (Heineken), Staropramen, Janáček (K-Brewery) y Svijany.
Mientras que Heineken prefirio no comentar y Staropramen sólo emitió un corto comunicado escrito por un robot de Relaciones Públicas, K-Brewery negó categóricamente que alguna de sus cervecerías utilice este tipo de productos en la actualidad. Pero fue la gente de Svijany los que reaccionaron más vehementemente.
No negaron que las cervezas testeadas (desítka y máz) contengan Tetrahops, pero aclararon que sólo lo utilizan para hacer "cold hopping", agegando que se trata sólo de un extracto de lúpulo como los que hace ya varios años se vienen utilizando en el país y terminaron acusando al test de ser tendencioso.
Más allá de su naturaleza (o antinaturaleza), el Tetrahops no es un producto "no permitido". En la Rep. Checa no existe niguna Reinheitsgebot (por suerte). La única instancia para la cual su uso está vedado es para obtener la certificación para la DGP České Pivo, que es algo absolutamente opcional y a criterio de cada cervecería.
Por otro lado, Svijany sostiene que el Tetrahops no es un aditivo químico, como prueba presentan que el producto se encuentra en la misma cateogría aduanera que el lúpulo ya sea en forma de conos, pelets, extractos o aceites. La realidad es que no se trata de un extracto natural, de hecho, es el mismo producto utilizado por Corona y sus muchas copias en botellas claras para evitar que la cerveza sea afectada por la luz. Alguien me comentó que el problema acá es que a este producto todavía no le ha sido otorgado un código EXXX que identifica a los aditivos químicos utilizados en productos alimenticios en la UE (como el E300). Aun así, me cuesta mucho creer que alguien con la experiencia del maestro cervecero de Svijany no sepa que está usando un aditivo químico, más allá de cómo o para qué lo utilice.
Plzeňský Prazdroj decidió aprovechar la polémica y lanzó una de las campañas más apresuradas y torpes que he visto. Titulada "české pivo bez chemie“ (Cerveza Checa sin químicos), apareció apenas dos semanas luego de la publicación del test y duró lo que un pedo en una canasta. Menos de una semana más tarde el Český svaz pivovarů a sladoven (Asociación de Cervecerías y Malterías Checas) intimó a Prazdroj a poner fin a la campaña, ya que de otra manera serían explusados de la asociación, argumentando que esta le dañaba la imagen de la cerveza checa en su conjunto, ya que daba a entender que las únicas cervezas elaboradas sin químicos era las filial checa de SAB-Miller. Según la asociación, la campaña estaba en conflicto con el artículo 7 de estatuto societario que especifica que sus miembros deben abstenerse de llevar a cabo cualquier actividad que vaya en detrimento de los intereses de la asociación y de la industria cervecera checa".
Tal opinión fue compartida por la mayoría de las cerveceras, encabezadas, como no podría ser de otra manera, por Stanislav Bernard. Un directivo de otra cervecería, que prefirió mantenerse anónimo dijo, según el artículo publicado por iHned.cz, que Prazdroj a rehusado adoptar la denominación České Pivo y ahora acusa al resto de hacer cervezas de mala calidad, y que todo esto es porque ya no saben que hacer para frenar la baja en sus ventas.
Prazdoj, que la jugó de ingenuo, terminó quitando la campaña de circulación, pidió disuclpas a medias y evitó ser expulsado. Pero la cosa no terminó ahí, en protesta, ya siete cervecerías han abandonado la Asociación, Chodovar, Žatec y cinco de las siete propiedad de K-Brewery. Cuáles serán las consecuencias de ello, si habrá otros que sigan los pasos de las arriba mencionadas, es algo difícil de decir, pero que tengo muchas ganas de ver.