J.C. Jacobsen fue un hombre innovador que aplicó modernas tecnologías en la producción de la cerveza. En 1875 fundó el Laboratorio Carlsberg por donde pasaron ilustres químicos y bioquímicos y con sus trabajos de investigación aislaron una variedad de levadura llamada Saccharomyces carlsbergensis (conocida también como S. pastorianus), que revolucionaron la industria cervecera.
El avance en la química de las proteínas o el mismo concepto de pH, nacieron en aquel laboratorio.
Empezaron a exportar en 1868 (un solo barril con destino a Edimburgo) y desde entonces, la empresa ha ido creciendo hasta cubrir la casi totalidad del globo. La vieja fábrica cesó su actividad en diciembre de 2008 permaneciendo abierta para las visitas. El viejo edificio que más que una fábrica parece la entrada a un museo.
La entrada principal es la llamada Puerta de los Elefantes ya que la estructura se apoya sobre cuatro enormes paquidermos tallados en granito de la isla danesa de Bornholm. Parece ser que Carl Jacobsen se inspiró en el obelisco de la Piazza Della Minerva, en Roma. Cada uno de los elefantes lleva la inicial de uno de sus hijos: Theodora, Paula, Helge y Vagn, mientras él mismo y su esposa Ottilia contemplan su obra.
Desde entonces, el elefante ha estado presente en Carlsberg y aun se fabrica una cerveza con la receta original cuya etiqueta lleva el dibujo de un elefante. Otro de los logotipos originales de la compañía es una cruz esvástica que empezó a utilizarse en 1881. Tiene su origen en la India, 3000 años antes de Cristo y representa la felicidad. Sin embargo, se abandonó en 1930 debido a la asociación de este símbolo con el nacionalsocialismo alemán. En la fachada interior, entre los dos elefantes se lee la inscripción: Laboremus pro Patria.
https://scandallos.wordpress.com/2015/09/16/la-cerveza-contaminada-que-aterroriza-europa/