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Así afecta la luz al vino
Vivimos de cara a la luz, que nos influye negativa o positivamente, que nos cambia la salud, el aspecto, el carácter… El vino es un ser vivo también y la luz, como a nosotros, le incide de muy diferentes maneras.
Como regla general, una exposición prolongada a la luz solar puede estropear el vino. Por eso, la forma más adecuada para conservar el vino es en las bodegas, lugares protegidos de la luz solar y con temperaturas estables, con una iluminación tenue o indirecta. A nivel doméstico, las vinotecas con puertas de cristal incluyen cristales polarizados, para que los rayos UV no penetren. La opción si no tenemos una bodega más segura es dejar las botellas en una zona fresca, sin olores y protegidas de la luz en el interior de la caja.
Porque la luz provoca una fotoxidación de los vinos. Por este motivo, los vinos de guarda se conservan en botellas más oscuras que las utilizadas para vinos de crianza o jóvenes, que se consumen con más velocidad.
El efecto de la luz es claro. En el caso de los tintos, le da toque pardos o incluso tejas. Con los blancos sucede algo similar, y hace aparecer tonos yodados y marrones. Como regla general, la luz afecta mucho más al vino blanco que al tinto. Y si las botellas son claras, mas todavía.
Al final todo es química y física, continúas reacciones que tenemos que prever o eliminar, para evitar lo que se llama huelga de luz, que puede traer hasta olores desagradables a los vinos. A este fenómeno, los franceses le llaman “goût de lumière”.
Dentro de los locales en los que se guarda y vende el vino, la luz se controla al máximo. Hay magnitudes diferentes, que se utilizan en cada caso y si te das una vuelta por nuestra tienda verás que en las zonas de vino de guarda la luz baja y la temperatura también!!
Existe en nuestro idioma incluso un vocabulario para describir, al igual que hacemos con el vino, la luz.
La candela: es la medida de intensidad luminosa. El lumen: como medida del flujo luminoso. Lux: medida de la iluminación….
Nunca se sabe. Quizá tengas ya tu propia bodega pero si ese momento todavía no ha llegado, puedes ir guardando tus botellas en casa, pero en condiciones óptimas, con alguna de estas vinobox, protegidas de la luz y esperando su momento hasta que tú las escojas y las abras, de noche o de día, para deleitar tu paladar.