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Cómo tomar ‘baijiu’, el licor más fuerte del mundo


Este aguardiente chino tiene entre 40 y 60 grados de alcohol

El ‘baijiu’ (traducido como licor blanco) es un aguardiente tradicional hecho a partir de la destilación de distintos granos, que pueden ser de arroz, sorgo e incluso mijo o soja, según las distintas zonas de elaboración.

Según el estadounidense Derek Sandhaus, autor del libro sobre ese licor, su mala fama fuera de China no se debe tanto a su alta graduación (entre un 40 y un 60%) sino a su extraño sabor. A pesar de ello, de las 14.000 destilerías que los elaboran salen muchos y muy diversos licores, todos distintos.


Los occidentales que se ven obligados a tomarlo por cortesía en sus negocios no suelen tener tiempo de tomar “los 300 tragos necesarios”, según ese autor, para que no les sepa a fruta podrida o algo peor. Prácticamente desconocido en Occidente, representa la tercera parte de los aguardientes que se venden en el mundo, unos 5.500 millones de litros el año pasado.

Curioso dato si se tiene en cuenta que apenas se toma fuera de China, pero justificable si lo que se valora es la enorme población de un país que lo tiene como bebida nacional y lo toma en las comidas. Un brindis con ‘baijiu’ sella un negocio, un acuerdo político, felicita el año nuevo o celebra un matrimonio. Ofrecerlo es una forma de respecto y sirve para dar la bienvenida a un extranjero.


Pero de acogimiento no es la sensación que vive el neófito al llevárselo a la boca. “El primer sorbo, con regusto dulzón no te parece tan malo”, explican en una guía sobre el alcohol chino. Pero al momento “te invade el pánico y buscas desesperadamente en tu memoria algo que te pueda ayudar a expulsar el licor de tu cuerpo”.

El problema es que nunca se toma a sorbitos, sino de una vez, imprescindible en el ritual del brindis. El vaso, tamaño chupito, se llena a rebosar, luego se choca sujetándolo con las dos manos y colocándolo lo más abajo posible en señal de humildad.


Antes de tomarlo se dice “ganbei” (seca el vaso) y luego se muestra éste al oponente o se le da la vuelta para constatar que no queda ni una gota. Si un extranjero llega a acostumbrarse al ‘baijiu’, dicen, es que ha pasado demasiado tiempo en China y es hora de volver. Pese a ello, empieza a haber bares especializados en ese licor fuera del país.

En Nueva York está desde hace algunos años en Lumos (90 W Houston Street), pero existe una moda incipiente que se va extendiendo en Europa (hay un bar en Liverpool) y Nueva Zelanda. También en China empieza a cambiar la apreciación de su bebida por excelencia y los nuevos y sofisticados bares de Pekín o Shanghai lo sirven en cócteles, algo impensable hasta ahora.
El problema es que nunca se toma a sorbitos, sino de una vez, imprescindible en el ritual del brindis”