La recirculación del mosto es un proceso de gran importancia para el aspecto que va a tener la cerveza. Hasta ahora ya hemos hecho la maceración, por ende nuestro mosto ya tiene los azúcares que necesitamos de la malta. Pero nuestro mosto es turbio ya que está mezclado con los granos y sus partículas.
El objetivo de la recirculación del mosto es aclarar el mosto filtrándolo con la cama de granos creada gracias al falso fondo.
¿En qué consiste la recirculación del mosto?
Este es un proceso sencillo pero importante y puede tomar algo de tiempo. En este artículo te explicaremos cómo se hace de manera casera. Las cervecerías tienen sistemas automatizados para realizar este proceso más rápida y efectivamente.
Después de la maceración la olla tiene el mosto con el ázucar de la cebada malteada. Todavía tenemos granos en el mosto. Debido al asentamiento, estos han creado una cama sobre el falso fondo. De esta manera, crean un filtro natural que nos ayudará a aclara el mosto.
Primero: extraer mosto desde abajo del falso fondo
Lo primero que tenemos que hacer es sacar mosto por debajo del falso fondo. Si estás usando nuestra olla, usamos el grifo para este propósito.
Vas a darte cuenta de que el mosto extraído es bastante turbio y con muchas partículas del grano. No vas a ver granos ni partes muy grandes ya que el falso fondo está conteniendo las partes más grandes. Pero las partículas más pequeñas sí han pasado a través del falso fondo.
Segundo: volver a verter el mosto extraído a la olla
Ya que sacaste algo del mosto por debajo de la cama de granos, vuélvelo a verter en la olla pero esta vez por encima de la cama de granos.
Lo que estamos haciendo acá es que las partículas pequeñas que hay debajo del falso fondo sean filtradas por la cama de granos. Así, si repetimos esto varias veces, la mayoría de partículas pequeñas serán filtradas y tendremos un mosto claro y de mejor aspecto.
Ten cuidado al verter el mosto de nuevo en la olla. Hazlo con mucha delicadeza, ya que no queremos que la cama de granos se revuelva. Necesitamos una cama de granos quieta y estable para que filtre efectivamente las partículas pequeñas del mosto.
Te recomendamos que utilices cualquier tipo de elemento que suavice la caída del mosto en la olla. Puedes usar una cuchara grande para que el mosto caiga suavemente de la cuchara al resto de líquido en la olla.
Repite este proceso hasta que el mosto esté claro.
Las primeras veces que saques mosto de la parte inferior de la olla verás que es turbio y lleno de partículas. A medida que vas repitiendo este proceso verás que cada vez el mosto es más claro.
Todas esas partículas pequeñas que estás sacando del fondo de la olla, están siendo retenidas por la cama de granos en la parte superior.
Se requiere paciencia en este proceso, ya que es común que se requieran muchas repeticiones. Por eso se llama recirculación del mosto; porque se tiene que hacer varias veces.
Cuando ya tengas un mosto claro, sabrás que este es el aspecto y color aproximado que tendrá tu cerveza al final.
Si estás haciendo una cerveza de color claro como una American Pale Ale o una Blonde Ale, podrás ver más fácilmente la claridad y transparencia de un mosto bien filtrado.
Por el contrario, si estás haciendo una cerveza oscura como una Porter o una Stout será más difícil ver si el mosto está ya claro. Aún así, cuando el mosto es turbio, las partículas grandes se ven fácilmente. Realiza la recirculación del mosto varias veces solo para estar seguro.
Finalmente…
Recuerda que existen distintas maneras de hacer estos procesos que hacen de ellos más fáciles o efectivos. Por ejemplo, en este caso puedes conseguir una bomba para recirculado. De esta manera, por medio de la bomba puedes hacer una recirculación continua. Esta se encargará de pasar el mosto desde el fondo hasta la parte superior por medio de una manguera.
El siguiente proceso en la elaboración de cerveza es el lavado de granos, que consiste en extraer todos los azúcares los granos aún contienen después de la maceración.