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La chicha de yuca ya no se mastica, se amasa.

Su sabor es algo picante y, a quienes la prueban por primera vez, les recomienda que filtren con sus dientes los pedazos de yuca.
Esta bebida es considerada una gran fuente de energía. Antiguamente las mujeres masticaban la yuca y la depositaban en la batana (cacerola de madera) para hacer la chicha. En la actualidad se macera la yuca para hacer la bebida.
Su elaboración es compleja y, según se afirma, solo puede ser hecha por las mujeres.
Para producir esta bebida es necesario pelar la yuca y cocerla hasta que quede blanda, entonces se la machaca (en ciertos lugares aún se conserva la costumbre de masticar la yuca) hasta que quede con una contextura de masa.
Después se la mezcla con el agua en la que se la cocinó, a la que se añade camote rayado. Esta preparación debe dejarse fermentar al menos durante un día -es lo que da a la chicha su sabor típico-. Entonces está lista para tomar. Se debe procurar no dejarla fermentar más de cinco días porque el sabor se vuelve muy fuerte que puede emborrachar solo con el olor (!).
Los habitantes quichua de la comunidad Unión Mayuna, ubicada a 30 minutos en canoa por el río Napo, que pertenece al cantón Tena, al cual solo se llega por vía marítima, dicen que los hombres no salen al bosque o a sus faenas diarias sin tomar, en dos grandes “pilches” de casi un litro, su chicha de yuca. Con este único alimento, ellos conservan sus fuerzas y trabajan, caminan o cazan hasta el mediodía cuando la toman otra vez. Por la tarde la dosis se repite.