Durante muchos siglos la cerveza fue un asunto de mujeres. En la prehistoria, mientras los hombres cazaban, ellas se encargaban de fermentar este precioso líquido que era parte de la dieta de sus familias. Sin embargo, cuando la revolución industrial alcanzó a la cerveza, este poder fue arrebatado de las manos femeninas y cedido a las máquinas. Y la bebida se convirtió en un producto hecho por hombres y para hombres... las mujeres fungían sólo como un ardid publicitario más.
Aún se oye poco sobre las mujeres cerveceras; pero eso está cambiando. Estas cinco mujeres nos cuentan cómo ha sido crecer en una industria aún dominada por la testosterona.
Elizabeth Rosas González
¿Ha sido difícil tu trabajo por ser mujer? Es difícil para una mujer ser empresaria en general, no importa el giro y no sólo en México, sino en muchos países. Apenas se está abriendo el camino en la última generación y empiezas a encontrar mujeres en todas las áreas. Para mí, si ha sido difícil porque es una industria y un producto enfocado 100 por ciento a los hombres. No estoy al frente de la producción, pero sí estoy involucrada en todos los procesos. Y me he encontrado con muchos clientes que les sorprende encontrar a una mujer apasionada y que sabe de cerveza.
¿Qué contestas cuando te dicen que las mujeres no toman cerveza? Para mí es un producto muy noble y universal. No es un producto de género, sólo de edades. Mis hijos se mueren por tener 18 años y poder probarla.
¿La cerveza te hace engordar? No, la que engorda es uno. Más bien depende de los hábitos alimenticios que tengas. Creo que tener cuidado con la botana, de ahí surgió el mito de la panza chelera.
Una mujer a la que admires A Marie Curie. También a Rosalind Franklin, gracias a sus notas Watson y Cricket pudieron publicar su investigación sobre la estructura del ADN. Me da mucha tristeza porque trabajó muchísimo y la publicación salió a nombre de los hombres que estaban al frente del laboratorio. En casi todas la áreas pasa lo mismo: el hombre es quien da la cara.
Entonces, ¿detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer? Ese es un cliché que hay que romper. En mi caso yo trabajo a la par, no detrás de él.
María Antonieta Carrión
¿Ha sido difícil tu trabajo por ser mujer? El trabajo diario es muy físico y obviamente como mujer tengo limitantes, por ejemplo para cargar barriles. Aunque no quiera, tengo que aceptar que necesito ayuda en esa parte.
He tenido algo de problema con los trabajadores y algunos proveedores. Cuándo van a cotizar una instalación eléctrica, por ejemplo, siempre me quieren ver la cara, porque me ven mujer y joven.
Entre los cerveceros sí hay cierta sorpresa cuando me conocen, pero en general es una positiva. Me divierte. A la gente siempre le intriga cómo llegué aquí. Aunque sí de alguna manera, dentro del grupo de cerveceros te tienes que convertir en uno más del grupo.
¿A qué sabe el primer trago de cerveza? A libertad.
Una mujer a la que admires ¿Además de mi mamá? A mi abuela. Ella es la madrina. Es una mujer que tuvo que hacerse cargo de 12 hijos. Se divorció en su época, lo cual no era nada común ni fácil. Logró sacar a todos sus hijos adelante. Y es una mujer que a sus 92 años sigue totalmente lúcida y con ganas de hacer cosas. Ella también toma chela y tequila, creo que ese es el secreto de su juventud.
Guillermina Gutiérrez Morales
¿Ha sido difícil tu trabajo por ser mujer? Dentro del mundo cervecero no he tenido problemas. Hay algunos productores que sí me ofrecen su cerveza más ligera como cerveza para mujeres, yo siempre los cuestiono al respecto, pues esta idea de "necesito crear una cerveza dulce o de frutas y color de rosa para que la tomen las mujeres", me parece ilógica.
¿Qué contestas cuando te dicen que las mujeres no toman cerveza? No es cierto. Creo que el gusto y el disfrute de varios placeres de la vida, de todos, no es una cuestión de género. Me parece ilógico pensar que no nos gusta la cerveza. Me ha pasado que salgo con alguien y él pide una cerveza light y yo pido una cerveza un poquito más compleja, y el mesero me sirve la light a mí.
¿Alguna vez has llorado por una cerveza? Recuerdo que cuando empezaba a probar cervezas me gustaban mucho las red ale y también estaba adquiriendo el gusto por las IPA, las cuales son mucho más amargas y complejas. De pronto me dieron a probar una Red IPA y ese primer sorbo casi me hace llorar.
Una mujer a la que admires Ginger Johnson, fundadora de Women Enjoying Beer, una plataforma de promoción a la cerveza artesanal en los Estados Unidos.
Rebeca Dovalí Galván
Cervecería Primus Parte integral de la cerveza Primus desde su origen. Hiperactiva. Se encarga las labores de ventas, marketing, promoción y relaciones públicas. Tiene 26 años. |
¿Ha sido difícil tu trabajo por ser mujer? Realmente sí se nota que es una industria dominada por hombres, pero he encontrado a muchas mujeres muy apasionadas y con mucho conocimiento. Yo realmente no estoy enfocada en la parte técnica de la cerveza, pero lo que hago es el gran propulsor para que la empresa y el producto puedan surgir.
¿Qué contestas cuando te dicen que las mujeres no toman cerveza? Es un cliché. En EUA hicieron un estudio en el que distintas parejas fueron a un restaurante. Las chicas pidieron cerveza y los hombres un coctel, pero se los sirvieron al revés. Eso pasa todo el tiempo, pero he observado que las mujeres tienen más interés en probar cervezas diferentes y con mayor graduación.
¿La cerveza te hace engordar? Esos son mitos que tenemos que romper. Hay muchos factores que intervienen. La cerveza da hambre. Muchas veces no es la cerveza la que te engorda sino la bolsa de papitas que te comiste mientras bebías.
Una mujer a la que admires Frida Kahlo. No me gusta su arte, me gusta su personalidad, un poco controversial y radical. Me gusta mucho que llevara la contraria constantemente.
Paz Austin
Paz es la directora general de la Asociación de Cerveceros de la República Mexicana (ACERMEX). Su trabajo es impulsar la industria de la cerveza artesanal. Tiene 34 años. |
En México todavía no existe una categoría que reconozca a la cerveza artesanal como tal. La industria es muy nueva, por lo que no hay impuestos, regulaciones o usos de suelo adecuados para los cerveceros artesanales. Entonces estamos tocando muchas puertas para abrir los temas de competencia e impuestos en México. La asociación representa a mucha gente joven, apasionada y generadora de empleos. Estoy trabajando por generar un cambio y ayudar a que esta industria surja. Es un reto muy grande, pero ser parte de esta evolución me da una gran satisfacción. Creo que ese será mi legado.
¿Ha sido difícil tu trabajo por ser mujer? La industria tiene fama de ser una industria de hombres. Pero yo me he sentido siempre bien recibida. Creo que hacen falta más mujeres al frente de las cervecerías, me quiero acercar con el Instituto Nacional de las Mujeres para buscar algunas becas para mujeres cerveceras. Creo que sería una gran manera de profesionalizar la industria, a través de las mujeres.
¿Qué contestas cuando te dicen que las mujeres no toman cerveza? Creo que es algo muy cultural y también está muy ligado a la imagen de las cervezas industriales. Me acuerdo mucho de una de mis tías que se quejaba porque un día salió en una cita, pidió una cerveza y el chico con el que salió no le volvió a hablar porque la mujer que tomaba cerveza se consideraba vulgar.
¿La cerveza te hace engordar? Prefiero mil veces tomarme una cerveza a comerme un pan. No me da miedo tomarme una cerveza y engordar. Si engordo, pues ni modo. Todo en esta vida tiene consecuencias, así que siempre voy a escoger la chela.
Una mujer a la que admires A mi abuela, porque es una mujer muy trabajadora, en su momento, también le tocó luchar en una industria de hombres. Ella era fabricante de muebles y se la rifó. Le tocó dirigir fábricas y a obreros, con 5 hijos y siendo mamá soltera. Tuvo que traer su pistola para ahuyentar a uno que otro obrero borracho que al verla tan joven y sola quisieron aprovecharse. A la fecha tiene 85 años y sigue trabajando en su fábrica de muebles.
Dentro del mundo cervecero admiro a muchas mujeres por ejemplo a Elizabeth que lleva gran parte del trabajo de Calavera, además de ser una mamá admirable. O por ejemplo a Rebeca, no sabes cuántas veces he oído decir a los cerveceros "Necesito un Rebeco", pues la labor que hace en Tempus es importantísima, es una gran negociante.
Platico mucho con Guille acerca de su labor con las Mujeres Catadoras y si hace falta que más mujeres conozcan esta industria, porque una vez que la conoces es muy fácil enamorarte de ella.
30, Agosto, 2017