Es muy común observar que los reguladores y las uniones con las mangueras de los tubos de CO2 se congelen durante la etapa de gasificación forzada.
Hay tres variables principales a tener en cuenta. La presión del tubo, la temperatura ambiente y la velocidad de salida del gas.
Si la presión del tubo es muy alta, ya sea por la alta temperatura ambiente o por una sobrecarga de gas, y la velocidad de salida del gas también es muy alta, entonces se generará una significativa diferencia de presión entre la entrada y la salida del regulador que dará lugar a un descenso brusco de temperatura.
Este descenso de temperatura podría generar una condensación de la humedad ambiente en la parte exterior del regulador, las conexiones y mangueras, que es lo que muchas veces observamos en nuestros equipos.
Sin embargo, este efecto del congelamiento externo no sería tan grave.
Más grave es el potencial congelamiento del gas CO2 interno formando una especie de nieve (sólida).
Por los mismos motivos y en una situación extrema, estos sólidos podrían acumularse en los componentes internos del regulador y bloquear el paso del gas, incluso dañar los reguladores.
Por lo tanto, si bien el efecto del congelamiento exterior no sería un problema en sí mismo, podría ser una señal de que está ocurriendo el congelamiento interno, con el consecuente daño potencial al equipo.
Como conclusión no sobrecargar los tubos, ni exponerlos a altas temperaturas o al sol directo, y regular la presión de manera que no se genere el efecto.
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