La chonta es una palmera de unos 30 metros de altura, y los frutos se dan en la parte alta, por lo que los jóvenes deben trepar para poder cosecharla. Usan cuerdas para sostenerse y evitar caer al vacío.
Esta fruta tiene beneficios nutritivos, es rica en grasas y proteínas. Las civilizaciones precolombinas la tenían como parte de su dieta diaria y todavía es consumida con frecuencia en el Oriente.
Se pone hervir hojas de naranja y hierba luisa, que es utilizada para la elaboración de la chicha.
Se pela la fruta que tiene un tamaño similar al de una pelota de golf.
En el centro de la chonta está la semilla que es imposible desechar. Se la suele golpear para abrirla y comer el centro que es ligeramente parecida al coco.
Al tener unas 20 ya peladas y separadas de la semilla, se ponen en una batea y con un moledor se empieza a moler la chonta. Se hace con paciencia y lentitud, hay que asegurarse de que no queden grumos. De ser una fruta sólida pasó a ser harina.
Se vierte el agua caliente, se mezcla y luego se cierne, está lista para tomar, pero se puede añadir un poco de miel de abeja pura para endulzarla.
En Quito saben escupir la chicha. Cogen un poco de chonta, la tienen en la boca y escupen, después se reparte.
Aunque se puede tomar recién hecha la idea es fermentarla, y para lograrlo, se vierte la chicha en una vasija de barro. Ahí se dejo hasta el otro dia.
Extra:
- Mientras preparan la chonta para hacer chicha saben servir en una taza agua de guayusa (Ilex guayusa) bien dulce y caliente para comer. La fruta de la chonta es harinosa, al morder se deshace en la boca y luego se toma el agua de guayusa. “Es como café con agua”.
- La gayusa, nativa de la selva de la amazonia ecuatoriana, es uno de los tres acebos que contienen cafeína; las hojas de la planta de guayusa se secan y se elabora con ellas esta bebida con propiedades estimulantes.