El vino de pasas o vino de paja es un vino hecho de uva que se ha secado previamente para concentrar su zumo. El resultado es parecido al vino de hielo, salvo porque puede elaborarse en climas más cálidos. El método clásico consiste en secar racimos de uva sobre esteras de paja al sol, pero en algunos lugares se secan bajo techo, colgando a veces los racimos, y la paja puede reemplazarse por estantes modernos. La técnica es anterior a la época romana, y la mayoría de la producción de este tipo de vino se da en el norte de Italia y los Alpes franceses.
Los vinos de pasas suelen ser blancos dulces a muy dulces, parecidos en densidad y dulzor al Sauternes y con una buena vida. El bajo rendimiento y mucho trabajo de su método de producción hace que sean bastante caros. En los alrededores de Verona se secan uvas tintas, que luego se fermentan de dos formas distintas para obtener un tinto seco (Amarone) y otro dulce (Recioto della Valpolicella).
Hay referencias a vinos dorados dulces en el Mediterráneo durante la época fenicia. Un vino de pasas conocido como «maná chipriota» fue descrito en el 800 a. C. por el poeta griego Hesíodo.
La primera descripción de la producción de un vino de paja la da Columela en el siglo I d. C., al escribir sobre el passum elaborado en la antigua Cartago. El nombre italiano moderno para estos vinos, passito, es un eco de esta antigua palabra. Quizá el vino actual más parecido al passum sea el Moscato Passito di Pantelleria de Zibibbo, una variedad de antigua uva moscatel, en una isla del estrecho de Sicilia (a 80 km de Túnez) frente al lugar en el que estuvo Cartago.