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Hathor

Imagen de la iconografía más
habitual de Hathor, basada
en parte en imágenes de
la tumba de Nefertari.
Hathor es una de las principales diosas de la religión del Antiguo Egipto que desempeñaba una gran variedad de papeles. Como deidad del cielo, era la madre o consorte del dios celeste Horus y del dios solar Ra, ambos relacionados con la realeza, por lo que Hathor era la madre simbólica de sus representantes terrenales, los faraones. Fue una de las muchas diosas que asumió el papel del Ojo de Ra, la contraparte femenina de Ra, y en esta forma tenía un carácter vengativo que lo protegía de sus enemigos. Su lado benefactor representaba la música, la danza, la alegría, el amor, la sexualidad y el cuidado materno, y actuaba como consorte de varias deidades masculinas y madre de sus hijos. Estos dos aspectos de la diosa ejemplificaban la concepción egipcia de la feminidad. Cruzó la frontera entre los mundos, ayudando a las almas fallecidas en su transición a la vida después de la muerte.
Con frecuencia era representada como una vaca, símbolo de su carácter maternal y celestial, aunque su forma más común era la de una mujer con un tocado de cuernos de vaca y un disco solar. También podría representarse como leona, ureo o sicomoro.
Existen representaciones de diosas bovinas similares en el arte egipcio del cuarto milenio a. C., pero Hathor posiblemente no apareció hasta el Imperio Antiguo (c. 2686-2181 a. C.). Con el auspicio de los gobernantes del Imperio Antiguo se convirtió en una de las deidades más importantes de Egipto. Se le dedicaron más templos que a cualquier otra diosa, de los cuales el más destacado fue el de Dendera, en el Alto Egipto. También era adorada en los templos de sus consortes masculinos. Los egipcios la vincularon con tierras extranjeras como Nubia y Canaán y sus valiosos bienes, como el incienso y las gemas semipreciosas, y algunos de los pueblos de esas tierras adoptaron su culto. En Egipto fue una de las deidades más invocadas en las oraciones privadas y en las ofrendas votivas, especialmente por las mujeres que deseaban tener hijos.
Durante el Imperio Nuevo (c. 1550-1070 a. C.), diosas como Mut e Isis ocuparon la posición de Hathor en la ideología de la realeza, pero siguió siendo una de las deidades más adoradas. Después del fin del Imperio Nuevo, Hathor fue cada vez más eclipsada por Isis, pero continuó siendo adorada hasta la extinción de la antigua religión egipcia en los primeros siglos de nuestra era.


El día que la humanidad fue salvada por la cerveza: ¿por qué bebían los egipcios hasta vomitar?

  • El dios Ra engañó a la diosa Hathor para emborracharla y proteger a la humanidad de su masacre.
El consumo de alcohol es casi tan antiguo como la humanidad misma. Conocidas son las tradiciones griegas y romanas respecto al vino pero lo cierto es que ingerir alcohol se remonta a milenios atrás. El escritor Mark Forsyth, experto en etimología, escribe en Una borrachera cósmica: Una historia universal del placer de beber (Ariel) que "los humanos estamos diseñados para beber. Somos realmente buenos para eso. Mejores que cualquier otro mamífero, excepto quizá la musaraña de Malasia", la cual se alimenta con un néctar alcohólico equivalente a la cerveza.

Y es que según relata el británico el ser humano evolucionó para beber. Los humanos anatómicamente modernos llevan habitando en la superficie desde hace 150.000 años y Forsyth considera que los primeros 125.000 fueron un desastre: "Hasta donde se sabe, no hubo una bebida alcohólica adecuada". El edificio más antiguo del cual se tiene constancia, ubicado en un lugar llamado Göbekli Tepe (Turquía), que data del 10.000 a.C., contiene unas bañeras de piedra donde mezclaban cebada con agua.

De todas las antiguas civilizaciones destacan las tradiciones egipcias en honor a sus divinidades. "Gastaban menos dinero en sus palacios que en sus tumbas; creían que el mundo había sido creado por un dios que, en mitad de un acto sexual solitario, accidentalmente recibió un poco de semen en la boca y pensaban que la cerveza había salvado a la humanidad", narra.

Creían los egipcios que el dios Ra, enfurecido por las críticas de la humanidad, envió a la diosa Hathor a matarlos a todos. No obstante se arrepentiría de la matanza y decidió perdonarles la vida. Pero Hathor no compartía la postura del dios del Sol y continuó con la masacre. De esta manera, Ra construyó siete mil barriles de cerveza que teñiría de rojo para luego verterla sobre los campos. Al ver la cerveza de color rojizo, Hathor la confundió con sangre humana y comenzó a beberla. La borrachera le dio sueño y se olvidó completamente de su misión para echar una siesta.

"No te caigas al Nilo"

No solo la mitología se sustentaba en bases alcohólicas. En el Antiguo Egipto existían numerosas costumbres de la vida rutinaria en la que la cerveza era protagonista. "Para los egipcios, la bebida significaba sexo y el sexo significaba beber", afirma Forsyth. Además, pese a la estructura patriarcal egipcia, las mujeres también eran partícipes de estas festividades en las que se bebía cerveza y vino.

Detalle de la tumba de Neferhotep.
Asimismo, el escritor recalca que el único objetivo por el que bebían era el de emborracharse. No había ningún tipo de condicionante social: "En una fiesta egipcia, incluso en una de damas respetables, necesitas a alguien que se asegure de que no te caigas al Nilo o te ahogues en tu propio vómito". El caso es que vomitaban constantemente por las cantidades ingeridas. En la tumba de Neferhotep, del 1300 a.C., se aprecia a una sirvienta sujetando una vasija de vino mientras la mujer borracha vomita.

Lo mismo ocurría en la festividad anual conocida como el Festival de la Borrachera, donde los fieles se reunían en la orilla este del mítico río. Se repartían tazones de vino y los sacerdotes predicaban embriagarse recitando himnos y poemas: "Sí, déjanos beber y comer de este banquete. / Permite que disfrutemos una y otra vez. / Que Hathor venga a nuestros pies. / Permite que nos emborrachemos por ella, / en su fiesta de la borrachera".

El pasado demuestra que por muchos milenios que pasen hay patrones invariables en las distintas sociedades que conforman el mundo. Como diría el filósofo pragmatista estadounidense analizando las consecuencias y los motivos del consumo de alcohol, "la sobriedad disminuyen disgrega y dice que no; la embriaguez se expande, une y dice que sí".



Dentro de la mitología Egipcia encontramos a la Diosa Hathor, íntimamente relacionada con la cerveza, algunas tradiciones sostienen que ella la elaboró “con sus propias manos”. Los egipcios elaboraban cervezas especiales para festividades en honor a Hathor, Diosa de la alegría, la danza y los placeres, según cuenta la leyenda, un Emperador romano llego hasta el templo de Isis para cantarle a la Diosa Hathor…