IKER MORÁN 08 DE ENERO DE 2016
Dice una de esas leyes universales no escritas pero de sobra conocidas, que si se combinan dos cosas que por separado están ricas, el resultado tiene que ser un éxito. Algo que la compañía Cerex se ha tomado al pie de la letra, uniendo el jamón ibérico y la cerveza. Pero no en forma de tapa acompañada de una caña al modo tradicional, sino creando Andares, la primera cerveza de jamón del mundo.
Estamos hablando de la firma extremeña cuyo experimento se ha traducido en una edición limitada. Muy limitada, de hecho: 60 botellas de 75 cl. lanzadas para la campaña de Navidad y vendidas a 48 euros cada una. Y por lo que podemos ver en su web, ya no queda ni una.
“En función de cómo evolucione el producto en el mercado y la aceptación nos plantearemos o no volver a elaborarla”, contaban sus creadores. Con un nombre que homenajea aquello de que del cerdo gustan hasta los andares, la pregunta del millón no es si se volverá a hacer, sino más bien cómo se consigue una cerveza artesana de estilo IPA y con 7 grados de alcohol en la que se nota la presencia del jamón.
“Para conseguir que sepa a jamón, hemos incorporado al proceso lonchas de uno de los mejores jamones ibéricos de bellota, más próximas al hueso, en una cantidad elevada, como ingrediente adicional”, explican Marcos Rubio y Alfonso Vallejo, los dos responsables de Cerex.
También hay patatas fritas que saben a jamón, deja caer nuestro lado más escéptico con los productos de sabores exóticos o extraños. “Jamón ibérico de bellota de la dehesa extremeña con 30 meses de curación”, insisten estos cerveceros cuando les volvemos a preguntar por el truco para crear Andares.
En botellas numeradas, con un estilo muy clásico, que recuerda a las botellas de vino, y una marca rematada por la huella de los cochinos de la tierra.
Catalogada por sus autores como “la cerveza más exclusiva del mundo”, una cosa está clara: estamos ante la cerveza menos vegana del mercado. Y posiblemente la más odiada por la OMS.