IKER MORÁN 04 DE DICIEMBRE DE 2019
Una edición especial de 150.000 botellas que promete combinar el frescor habitual de la cerveza con un toque de sabor navideño
Las cervezas de Navidad son algo más o menos habitual entre las artesanas y últimamente entre las industriales. También cervezas invernales, con calabaza, con especias e incluso con toques de chocolate o canela. Vaya, que los sabores dulces no son ajenos al mundo cervecero.
¿Pero turrón? Concretamente turrón de Jijona con un toque de miel, según leemos en la nota de prensa de Amstel. Evidentemente no se trata de echar un par de tabletas de turrón a la cerveza mientras fermenta, sino que aquí simplemente se añade aroma de turrón.
Y la verdad es que se nota nada más abrir la cerveza, que se presenta en el formato habitual de botella de 33 centilitros. Huele a turrón y sabe a turrón. Un punto dulzón que, la verdad, de entrada sorprende con la burbuja y el amargor característico de la cerveza, que se mantiene tal cual.
No es una cerveza pensada para tapear o para acompañar unas bravas. O sí, que hay gente para todo. Nosotros la probamos para acompañar una cena y no nos pareció muy buena idea.
Eso sí, la cosa mejoró notablemente a la hora de los postres. Y es que estamos ante una cerveza muy peculiar, que puede dar un toque original al menú durante estas próximas comidas y cenas navideñas si sabemos maridarla bien.
Como curiosidad para empezar o al final del menú con los postres o incluso con los turrones, seguro que triunfa.