La Mamajuana es una bebida típica dominicana a la que se le atribuyen poderes afrodisíacos. Sólo se hace en República Dominicana y es hecha con una mezcla de vino, ron, miel y palos y hojas de distintas plantas que varían según la zona de la isla en la que te encuentres, pero que en esencia suelen ser Bejuco Indio, Palo del Brasil, Canelilla, Anamú, Behuco Caro, Timacle, Osua, Palo de Maguei y Marabel.
El modo de preparación es sencillo. Tras meter los palos y hojas en una botella, metemos en ésta miel disuelta en vino y dejamos curar alrededor de una semana tras la cual tiramos el vino y rellenamos la botella esta vez con ron y miel disuelta. Es aquí donde las ramas y hojas van a soltar toda su esencia sobre el ron dándole el sabor final.
El efecto de las ramas dura unos diez años por lo que podemos estar sacando Mamajuana todo ese tiempo. Ahora bien, la primera vez que rellenas la botella no has de dejar el ron más de 24 horas macerando pues enseguida toma sabor y tiende a amargarse, cogiendo un fuerte sabor a madera muy desagradable. Eso si, a medida que vayas rellenando que hay que ir alargando el tiempo de maceración. Tras la maceración y el filtrado (pues los palitos dejan posos) comienza el añejamiento, en botella aparte y al gusto del consumidor.
Unos dicen que el nombre de Mamajuana viene dado por el nombre de su inventora, una viejecita que inventó el brebaje hace muchísimos años, aunque parece ser que el nombre de esta bebida viene de la palabra «Dama Juana» que es como se conocía a la vasija utilizada para su preparación.
Además, es posible probar otra versión de Mamajuana. Es la hecha con mariscos, con pequeñas conchas de animalitos marinos que el mar trae hasta la orilla.